La princesa Lucifer (Publicado Porque Si)

Capítulo 4 - La Sombra del Pasado

Issei no podía dejar de pensar en la conversación con Azazel y el amuleto. Las palabras "antigua maldición" resonaban en su mente, llenándolo de preocupación. Decidió investigar más sobre el tema y se dirigió a la biblioteca de la Casa Hyoudou, buscando información en los libros más antiguos que tenían.

La biblioteca era un lugar tranquilo y acogedor, con estanterías llenas de tomos polvorientos que contenían conocimientos que abarcaban siglos. Issei se adentró entre las estanterías, buscando cualquier referencia a maldiciones demoníacas que pudiera encontrar. Mientras pasaba las páginas de un tomo grueso y antiguo, sintió una presencia familiar que se acercaba.

—¿Aún sigues investigando? —la voz de Vali interrumpió su concentración.

Issei levantó la vista y la vio apoyada contra el marco de la puerta, con una expresión de curiosidad en su rostro.

—Sí, necesito entender más sobre esta maldición. —respondió él, señalando el amuleto que reposaba sobre su pecho.

Vali se acercó y tomó asiento frente a él, observando el libro con interés.

—Ese amuleto es más poderoso de lo que parece. Protege contra las maldiciones, pero también puede canalizar energía demoníaca. —dijo ella, sorprendiéndolo con su conocimiento profundo.

—¿Cómo sabes eso? —preguntó Issei, intrigado por la experiencia de Vali en este tipo de asuntos.

—Azazel me enseñó muchas cosas. Además, he tenido mis propias experiencias con objetos mágicos antiguos. —respondió ella, encogiéndose de hombros—. ¿Has encontrado algo útil en tus investigaciones?

Issei negó con la cabeza, cerrando el libro con cuidado.

—Aún no. Pero seguiré buscando. —dijo con determinación.

Vali lo observó por un momento antes de sonreír ligeramente.

—Me gusta tu determinación, Issei. Pero no deberías hacerlo solo. A veces, aceptar ayuda no es una señal de debilidad. —dijo, levantándose y caminando hacia una sección diferente de la biblioteca.

Issei la miró sorprendido, pero asintió. Apreciaba la perspectiva que Vali le ofrecía, especialmente en momentos como este, llenos de incertidumbre y peligro.

Los días siguientes, Issei y Vali se encontraron varias veces en el parque cerca de la Academia Kuoh. Aunque sus encuentros solían comenzar con provocaciones y desafíos, poco a poco comenzaron a compartir más sobre sus vidas y experiencias. Issei aprendió más sobre el entrenamiento riguroso que Vali había recibido de Azazel y sus propios descubrimientos en el mundo de lo sobrenatural. Vali, a su vez, encontró en Issei un contrincante digno pero también alguien con quien podía hablar de temas más profundos y personales.

Una noche, mientras estaban sentados en un banco del parque, Vali miró a Issei con una expresión seria.

—Issei, hay algo que necesito decirte. —comenzó, dudando por un momento—. Azazel no te contó todo sobre la maldición.

Issei frunció el ceño, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación.

—¿Qué quieres decir? —preguntó, captando la seriedad en la voz de Vali.

—La maldición no solo afecta a aquellos con gran poder demoníaco. También tiene una conexión con tu pasado. —explicó Vali, bajando la voz para que nadie más pudiera escuchar—. Azazel sospecha que alguien de tu familia estuvo involucrado en su creación.

Issei sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral.

—¿Mi familia? —repitió, incrédulo y confundido por las implicaciones de lo que Vali le estaba diciendo.