Oculto A Simple Vista

Oculto A Simple Vista - Parte VI

El reino estaba repleto de personas de diferentes lugares. El bullicio de las personas le daba más vida al lugar. El joven pasea por el Reino aún averiguando cómo fue que le dejaron pasar.

Y aquí se encontraba el chico, parado en frente del gran palacio. El joven entra y uno de los guardias lo recibe amablemente.

- Es un gusto verlo por aquí, joven. – sonríe – ¿Acaso viene a participar en la congregación premeditada para el día de hoy?

- En efecto. – Responde con una sonrisa tenue.

- ¿Trae alguna arma consigo? – le pregunta el caballero.

- No. – responde el joven.

- Aun así si lleva algún tipo de arma o algo que se considere como tal, por favor entréguelo y se le devolverá dentro de un tiempo.

- Entiendo, mas le mencioné que no poseo arma alguna.

- Debemos ser precavidos. Por órdenes se nos dio el permiso de realizar una revisión a cada uno de los participantes, espero no le moleste.

El caballero comenzó a hacerle unas revisiones al joven. Por ejemplo, si en sus bolsillos cargaba alguna arma o si este poseía poderes, que no tuviera intención de hacerlo. Esta revisión se podía llevar a cabo por los caballeros quienes se les fue otorgado ese don gracias a la reina e incluso por Alastair cuyo poder se parecía en cierto modo a lo mencionado. Una vez terminado el proceso de revisión el caballero vuelve a hablar con el joven.

- Por favor, diríjase al jardín del palacio. Ahí es donde se llevará a cabo la congregación. – vuelve a sonreír.

- Se lo agradezco. – le devuelve la sonrisa.

- Si gusta puedo guiarlo.

- Se lo agradecería. – aceptó simplemente para no alzar sospecha alguna.

El joven avanza por el palacio, admirando cada detalle de este como si de una excursión se tratase.

El joven al llegar al jardín se percata de que había varia gente.

Definitivamente no era lo que él especulaba ya que al ser Deimos el tema principal aseguraba de que poca gente vendría debido al temor.

- Listo. Que la pase bien. – le menciona el caballero.

- Muchas gracias. – el joven le sonríe

El joven se acerca a la muchedumbre y permanece en un lugar, analizando el comportamiento de todos.

- ¿Has pensado en la probabilidad de que Deimos se aparezca en este lugar? – preguntó un chico delgado y parecía inseguro con respecto a su elección.

- ¡Si él decide mostrar la cara entonces yo lo derrotaré aquí y ahora! ¿Crees que le tengo miedo? ¡Para nada! – mencionó otro, se notaba lo fuerte que era y la seguridad en su voz.

- Tsk, incompetentes. – murmuró el joven.

En el jardín había demasiada gente con distintas personalidades. Unos se mostraban seguros, otros inseguros, algunos se toman esto como si fuera una broma, y otros se notaban furiosos. Unos eran fuertes, otros débiles y la mayoría se notaban promedio. Algo impresionante era que la mayoría pertenecía a La Realeza mientras que muy pocos pertenecían a la clase baja.

Aquel jardín también era cautivante. La decoración del palacio contenía una estética floral. Era inmenso con alta paredes envueltas mayormente en enredaderas con flores.