Prólogo

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—¡Por favooor!

—No.

—¡Por favorsito! ¡No seas malo Shadow, ayúdame!

—No.

—¡Anda, porfis!

Shadow ya sabía cuál iba a ser su respuesta ante el favor que le estaba pidiendo su amigo.

¿Qué le vio? ¿La cara de Sonic? ¿Una actitud sociable? No, eso no es algo que está en él, ni loco lo iba a ayudar.

—¡Si lo haces limpiaré el departamento por una semana, Shadow! ¡Una semana, piénsalo! —sugirió el albino aún con la esperanza de que su amigo le hiciera aquel favor que tanto le rogaba. Shadow pensó un poco, no estaría mal ahorrarse la limpieza de esta semana.

SI Silver hacía la limpieza del departamento está semana podría dormir y descansar un poco más de lo que normalmente podía, pero sería aun mejor si su amigo se encargaba de la limpieza durante dos semanas.

—Esta bien —aceptó—. Pero que sean dos semanas; y solo te ayudaré por esta vez —y rápidamente como dijo eso vio como los ojos de su mejor amigo empezaron a brillar resplandecientemente mirándolo con esperanza.

—¡Oh, Shadow, eres mi héroe, gracias, gracias. gracias, gracias, gracias! —celebró mientras empezaba a dar brinquitos por el departamento que compartían. Shadow solo lo miró con una expresión cansada.

Cuando Silver dejo de saltar se dirigió rápidamente a su habitación para salir unos momentos después con una enorme pila de papeles en ambas manos los cuales dejo en una mesa apoyados. El albino tomó un par de hojas de las tantas que apoyó en la mesa y se acercó al azabache con suma emoción.

—¡Bien, este es el plan! —dijo felizmente mientras le mostraba al obscuro la primera de las hojas que tenía en manos con un montón de ilustraciones (probablemente dibujadas por el mismo Silver) al igual que unas cuantas explicaciones. Shadow ya se estaba arrepintiendo de haber aceptado.

Esto NO era parte del plan | ShadamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora