•|♔| Veintitrés |♔| •

1.3K 74 12
                                    

Capítulo 90% Aawww
▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓
Dos días después. Castillo del reino zafiro.
▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓▓
Taehyung se encontraba más calmado que días atrás, aunque aún no se animaba a salir al jardín
nuevamente. De esta forma, la biblioteca se convirtió en su refugio y nuevo lugar donde pasar la
mayoría de las horas en las que no estaba con Jungkook o sus ahora buenas amigas y sirvientas.
La monotonía del lugar era algo abrumante a veces, pero no quería quejarse porque eran tiempos
complicados y Jungkook parecía estar bastante ocupado con temas socioeconómicos de otros reinos, y
además notaba que últimamente se lo notaba cansado porque no dormía mucho por las noches, y él
sabía por qué.
Jungkook no solía ocultarle las cosas, y por esa misma razón el día anterior le confesó que el
responsable de querer asesinarlo estaba en una de las celdas del castillo. Y sí, también le admitió que
por las noches se levantaba de la cama y llegaba a dormir tarde porque de encargaba de torturarlo para
hacerlo hablar.
Él no era tonto o ingenuo, sabía que ese tipo de cosas era normal hacerlas porque este tipo de cosas
solía suceder bastante en el reino de oro y siempre escuchaba los gritos de dolor de personas en las
salas de torturas del castillo. No se espantaba por el hecho de la tortura, sino que lo que lo inquietaba
bastante era imaginarse a Jungkook en específico haciendo distintos tipos de cosas extremadamente
dolorosas a otra persona.
No lo espantaba, pero si le producía una sensación extraña. Tampoco le causaba rechazo o algo por el
estilo, porque cuando el alfa regresaba a dormir podía sentir el aroma a jabón y perfume de rosas en su
cuerpo. Se duchaba antes de regresar a la cama junto con él para no llevar nada encima que pudiera
"ensuciarlo", según las propias palabras del mayor.
Sin embargo, cuando el alfa abandonaba la cama le era difícil dormir cómodamente y terminaba
despertando. Se quedaba abrazando la almohada del otro mientras podía sentir a veces la forma en la
que se sentía el mayor cuando torturaba a ese hombre; a veces se molestaba, otras veces se irritaba,
pero mayormente se encontraba tranquilo e incluso a veces podía sentirlo divertirse un poco.
A decir verdad, le inquietaba que la misma persona que intentó asesinarlo estuviera en el mismo
castillo que él, pero era consciente de que la posibilidad de que intente algo nuevamente en su contra.
No estaba asustado de que algo como eso pasara, pero si era algo inquietante la situación.
A penas pasó una hora desde que almorzó con Jungkook, y ahora se encontraba en su habitación,
observando por la ventana directo al pueblo frente al castillo. Podía escuchar levemente el sonido de las
personas haciendo sus cosas de día a día; los carruajes, los gritos de los vendedores e incluso las risas
estruendosas de algunos niños que jugaban cerca de los muros del castillo.
Extrañaba mucho el caminar por las calles, hacer las compras o simplemente ir a visitar a los
vendedores con los que se llevaban bien y ponerse a jugar con los niños con los que se encontraba.
Realmente extrañaba eso, algo de su antigua vida que era de las cosas que más atesoraba.
Suspiró nostálgico, y apartó la mirada de la ventana.
Extrañaba a Jungkook y lo había visto hace poco más de una hora. Se sentía ridículo. —¿Debería ir o no? —se preguntó a sí mismo.
Se lo pensó durante unos segundos, y luego simplemente caminó hasta la cama para echarse sobre
ella. Llevó las manos a su rostro y chilló. —No, no puedo molestarlo cuando debe de estar ocupado... —dijo haciendo un puchero con sus labios —. No puedo ser tan egoísta, no soy un niño necesitado de atención...Mejor solo busco algo que leer.
Se levantó nuevamente y acomodó la falda de su vestido, la cual se había arrugado un poco. Caminó
hasta el tocador y se acomodó el cabello en la parte trasera de su cabeza. No se sentía bien verse des
arreglado luego de todo el trabajo que hacía Gahyeon en ponerlo bonito.
El atuendo que eligió para él hoy le gustaba mucho porque no solía utilizar ese tipo de colores y
además el vestido era sencillo y muy bonito.
Gahyeon siempre quería innovar, y eso incluía la forma en la que peinaba su cabello, y esta vez utilizó
un broche para recoger su cabello de un solo lado. Le gustaba como se veía en él. —La verdad es que no le veo mucho sentido a verme tan bien si no voy a ir a ningún lado o veré a
gente importante... —comentó suspirando cansado, pero luego llevó una mano al lado de su cuello
donde llevaba la marca—. Aunque, está bien si solo es para Jungkook...Me gusta verme bien para él —
admitió llevando sus manos a sus mejillas al sentirlas arder.
Estaba en su propia burbuja recordando las veces en las que el alfa halagaba sus atuendos, la forma
en la que sus ojos brillan y sus pupilas aumentan su tamaño, sus besos y caricias luego de verlo.
Incluso le daban ganas de volver a cambiar de outfit solo para que su esposo volviera a reaccionar de
esa forma y se quedara con él al menos por un par de horas.
Su lobo reaccionó de inmediato cuando el aroma a tierra mojada se hizo presente en la habitación
hace unos minutos, pero la parte humana de Taehyung seguía perdido en sus pensamientos.Mientras tanto, Jungkook solo se quedó sentado al borde de la cama observando a su esposo con una
sonrisa divertida y a la vez encantada. Su hermoso esposo estaba diciendo que le gustaba verse bien
para él, y por su aroma podía darse cuenta de que estaba avergonzado y feliz en ese momento. —Ah, que cosas pienso... —se regañó Taehyung quitando sus manos de sus mejillas. —No lo sé, pero podrías decirme —dijo Jungkook llamando su atención finalmente.
El omega soltó un pequeño grito y salto ante la sorpresa, y se volteó rápidamente para verlo. Sostuvo
su pecho sintiendo su corazón acelerarse debido al susto y también por la presencia de su esposo. —Jungkook, me asustaste —dijo soltando un suspiro—. N-No te escuché entrar.
La vergüenza lo volvió a atacar cuando se dio cuenta de que el mayor lo había escuchado decir todas
esas cosas. Apartó la mirada al instante cuando escuchó una pequeña risa del contrario. —Sabes... —habló llamando su atención, y tirándose hacia atrás, apoyando su peso en sus manos
detrás de su espalda—. Creo que esta mañana no dejé muy en claro lo bonito que te ves el día de hoy —
dijo mirándolo con una intensidad en sus ojos que pocas veces había mostrado—. Me encanta como se
te ve ese color, me gusta que tus hombros y clavículas estén expuestas porque mi marca se te ve
hermosa, y puedo probar toda tu piel mucho más fácil...
Taehyung se estremeció por completo al escucharlo. Su piel se erizó, su mirada conectó con la suya y
su respiración se cortó por un momento. Su lobo le exigía que se acercara, y así lo hizo; se acercó con
calma hasta quedar frente a él, pero no movió ni un solo dedo después de eso. Solo se quedó mirándolo
desde arriba.
El alfa le sonrió landino, y estuvo tentado a tomarlo de la cintura y sentarlo sobre él para comenzar a
besarlo en toda la piel expuesta de sus hombros y clavículas, como había dicho. Pero aún no terminaba
con sus halagos. —Me encanta todo de ti, absolutamente todo... —ladeó la cabeza volviendo a escanear toda su
anatomía por sobre la ropa—. Pero podría explicarte por qué me gusta cada cosa por separado si así lo
quieres... —levantó la mirada para fijarse en sus ojos—. ¿Quieres que lo haga, amor?
Taehyung asintió.
El alfa puro se reincorporó hasta quedar de pie frente a él, a solo centímetros del cuerpo y rostro
ajeno. El omega solo permaneció en silencio y totalmente quieto, e incluso apartó la mirada para fijarla
en los labios ajenos. —Mmn...Comencemos con tus manos —tomó una de ellas, la derecha, porque en ésta estaba la
alianza—. La verdad es que tus manos son las más hermosas que he visto en toda mi vida, y puedo
asegurar que no existen otras más hermosas que las tuyas —la llevó a sus labios y besó cada uno de sus
nudillos, sin prisa alguna—. Son suaves, siempre son cálidas. Tus dedos son largos y tus uñas siempre
están limpias y sé que te gusta lavarlas varias veces en el día porque no quieres que estén sucias o
algún aroma que no sea el tuyo quede en ellas.
Observó el anillo con atención, y no pudo evitar sonreír. —Éste anillo solo podía verse bien en tus manos, fue hecho para únicamente para ti y brilla
espléndidamente solo por ti —entrelazó sus dedos con suavidad—. Amo verlo en tu mano, amo lo que
significa y me vuelvo loco de amor cuando veo que a veces cuando estás nervioso y buscas seguridad
comenzando a jugar con él.
Taehyung no pudo evitar reír leve, pero porque su corazón iba a explotar si él seguía hablando de esa
manera. Reía para no llorar al darse cuenta una vez más del amor que el alfa sentía hacia su persona.
Era tan bello poder sentir el amor hacia su persona de esa forma. Era simplemente inexplicable todo
lo que le hacía sentir. —¿Tanta atención me prestas como para saber ese tipo de cosas? —preguntó sonriendole sincero y
encantado. —Tú siempre tienes toda mi atención por completo —respondió sonriendole de la misma forma—.
Eres lo primero y todo lo que veo cuando estás en la misma habitación, y cuando no estás, sigues siendo
todo en lo que puedo pensar —no pudo resistirse y lo acercó más hacia él sosteniendo la parte baja de
su espalda, sin soltar su otra mano—. Siempre serás mi prioridad en todo, siempre tendrás por
completo mi atención y quiero que tengas algo en claro siempre...
Se acercó hasta rozar sus labios con los suyos, pero no los juntó; se movió por su mejilla y luego a su
mandíbula, siempre con sus labios acariciando la piel contraria, hasta que llegó a la marca y ahí si dejó
un beso que duró algunos segundos. —Me tienes completamente a tus pies, Kim Taehyung de Jeon... —volvió a besar en el mismo lugar—.
Tienes mi corazón en tus manos y puedes hacer con él lo que quieras, pero siempre voy a luchar por
hacer que quieras cuidarlo de la misma forma en la que yo cuido el tuyo.
Taehyung cerró sus ojos y ladeó la cabeza un poco para dejarle más espacio de su cuello, totalmente
sumiso. Soltó un leve jadeo cuando sintió la cálida y húmeda lengua acariciar su preciada marca.
Su mano libre subió hasta enredarse en el cabello ajeno, y acarició su cuero cabelludo. —Te amo —soltó el alfa volviendo a mirarlo a los ojos, porque quería que notara la sinceridad en ellos —. Amor es lo único que puedo sentir por tí... —volvió a acercarse a sus labios, y uniendo éstos durante
unos escasos segundos, solo para calmar un poco las ansias de fundir su boca en la suya—. ¿También
me amas?
El omega relamió sus labios, extrañando el tacto de los impropios, y luego llevó ambos brazos a
rodear el cuello de su alfa. Lo miró con un brillo único en sus ojos que solo él podía provocar, y
respondió a su pregunta con el tono más sincero utilizado hasta ahora. —Te amo como no tienes idea, Jungkook —parpadeó algunas veces queriendo prestarle la menoratención a sus mejillas sonrosadas—. Y tú me tienes por completo en tus manos. Así que por favor,
nunca me sueltes. —No estaba en mis planes de vida hacerlo, mi amor —aseguró.
Ambos sonrieron de la misma forma, y terminaron de unir sus labios de una vez por todas.
Los únicos capaces de poder entender la magnitud del amor que éstos hombres se tenían, eran sus
propios lobos, qué sentían lo mismo por el contrario. Nadie más podía si quiera hacerse una idea de qué
tanto había abarcado cada parte de sus almas el sentimiento más sincero: el amor.
•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> ••
Besar a su precioso esposo era realmente adictivo. Era algo que simplemente estaba fuera de su
control, era difícil detenerse una vez que volvía a probar la dulzura de sus belfos sobre los suyos. Una
tarea casi imposible el detenerse cuando el omega se atrevía a morder sus labios de esa forma tan
seductora. —J-Jungkook —llamó con algo de dificultad para tomar aire. O más bien, intentar buscarlo cuando el
alfa parecía querer crear nuevos lugares de su boca para besar porque ya los había recorrido todos los
que ya estaban—. Kook, n-necesito respirar... —se quejó apretando sus mejillas sin mucha fuerza.
El alfa se detuvo, separó no sin antes dejar un rápido y último beso sobre sus labios hinchados y
rojizos. Se separó lo suficiente como para admirar todo su rostro y expresión, y sabía que iba a tener un
problema importante en su entrepierna en cuanto lo vio.
Taehyung era un bonito desastre en ese momento; sus labios, su rostro sonrosado, su mirada algo
cristalina debido a la excitación del beso y su respiración agitada. Era como cuando hacían el amor y
eso solo lograba excitarlo aún más. —Lo siento, amor —se disculpó por su queja anterior—. Simplemente no pude controlarme luego de
todas esas palabras hermosas que me has dicho, y sabes que besarte es mi acción favorita en todo el
mundo. —D-Deja de decir ese tipo de cosas, es demasiado —pidió escondiendo su pena en el pecho ajeno—. Yo
no soy tan bueno con las palabras como tú... —lamentó con un adorable puchero en sus labios.
Jungkook río leve y negó con la cabeza dos veces. —No necesitas decir demasiado, solo tienes que seguir demostrándome tu amor como lo has hecho
hasta ahora, ¿Si?
El omega asintió. —Mmn...¿Con qué otra parte de tu cuerpo debería seguir? —preguntó recordando lo que estaba
haciendo antes de perderse en los labios impropios.
Taehyung pareció recordar algo, y levantó la mirada para verlo con preocupación en sus ojos. —¿No estabas ocupado? Parecías tener mucho trabajo... —Sentí un malestar que me decía que me necesitabas o que me extrañabas, y dejé todo de lado para
venir a ver que todo estaba bien —respondió sin querer preocuparlo de más—. No te preocupes, amor.
No es demasiado importante, puedo encargarme luego. —No quiero que dejes de lado tus responsabilidades por cosas sin sentido como mis sentimientos
bobos —dijo sintiéndose culpable de que el mayor haya dejado el trabajo de lado porque él se sentía
decaído—. Yo solo...t-te extrañaba, y quería verte a pesar de haberlo hecho hace poco...Suena tonto, lo
sé.
Bajó la mirada apenado, creyendo que el alfa iba a pensar que era molesto. Pero contrario a sus
temores, el alfa al escucharlo solo sonrió más en grande y lo soltó para cruzarse de brazos. —A ver, amor mío ¿Cómo no quieres que deje todo de lado por ti si dices ese tipo de cosas? —
preguntó en una queja más que falsa—. Es imposible, eres demasiado perfecto. —Sabes lo que quiero decir... —dijo aún sin mirarlo. —Siempre puedes venir a mi despacho y ayudarme con mi trabajo, amor —dijo tomando por sorpresa
al omega. —¿Eh? —fue todo lo que pudo formular.
Jungkook tomó su mano nuevamente y le sonrió. —Siempre que me extrañes y yo esté ahí encerrado haciendo mi trabajo, puedes venir solo a hacerme
compañía o por el contrario, ayudarme con eso —dejó un beso en el dorso de su mano—. Puedo
enseñarte, si es lo que quieres. Sé que te gusta aprender muchas cosas, y yo puedo enseñarte todas
ellas.
Taehyung se quedó unos segundos en silencio, solo observándolo como si quisiera buscar alguna
señal de que estaba bromeando, pero no la encontró. —¿E-En serio me enseñarías sobre esas cosas? —preguntó con ilusión en sus preciosos orbes grises—.
Eso es economía, y seguramente otros temas que los omegas no manejan porque es cosa...es cosa de
alfas —dijo con pesar. —No importa si los demás no lo manejan —llevó su otra mano a su barbilla para sostenerla y acariciar
ésta con el pulgar—. Mi omega será el primero, entonces. Si eso es lo que deseas, vas a tenerlo —ladeó
un poco la cabeza para admirarlo mejor—. Te lo dije desde el primer día; todo lo que quieras lo tendrás.
Y eso aplica a absolutamente todo.
Taehyung volvió a sentir esa felicidad que solo sentía desde que se casó con él, y sus ojos se
humedecieron en señal de que iba a llorar. —¿Quieres hacerlo, mi amor? —preguntó el mayor limpiando las lágrimas que caían por sus mejillas,
las cuales sabía que eran de felicidad—. ¿Eso te haría feliz?
El peligris asintió varias veces, y se dejó mimar por los besos del mayor en sus párpados y pómulos.Llevó sus manos al cuello contrario y suspiró hondo. —Me haría muy feliz. Gracias, Kook.
•• <<────≪•◦⚜◦•≫────>> •• Mientras caminaban hasta el despacho del alfa, Taehyung no pudo evitar notar a las personas que
llevaban muebles hacia la zona en donde se encontraba la habitación de los reyes. Aquello le dio mucha
curiosidad y decidió preguntar acerca de eso. —Kook —llamó apretando levemente su mano sin dejar de caminar. —¿Sí, amor? —preguntó el otro volteando a verlo. —¿A dónde llevan esos muebles? —A una de las habitaciones cerca de la de mis padres que antes estaba llena de basura —respondió
sonando algo disgustado—. Están preparando la habitación en donde mis abuelos van a quedarse.
Taehyung se detuvo de inmediato haciendo que el otro también lo hiciera, y lo miró con ojos muy
abiertos y una expresión de incredulidad muy clara. —¿Tus...Tus abuelos? —preguntó sin poder creerlo—. ¿Por qué no...? ¿Ellos son los que Lucy dijo que
vendrían durante un tiempo? —¿Lucy te dijo que alguien venía? —Si, hace varios días —respondió soltando el aire que comenzaba a retener—. Iba a preguntarte
acerca de eso, pero lo olvidé...de nuevo —se llevó una mano a la frente—. ¿Por qué no me lo dijiste?
Jungkook lo miró en silencio durante unos segundos, como si estuviera pensando qué palabras usar
para responderle. Finalmente suspiró y se disculpó brevemente besando su mejilla. —Porque no quiero que te prepares para conocerlos —dijo con un tono serio que no perdía su
delicadeza al hablarle—. Estoy seguro de que mis padres los llamaron para que te conozcan, pero ellos
son iguales a mis padres y en cuanto sepan que no vienes de la realeza o nobleza van a comenzar a
decir cosas que pueden hacerte sentir mal... —sus ojos se oscurecieron en ese momento—. Puede llegar
a ser peores que mis padres con las palabras, y si llegan a dañarte de cualquier forma o a hacerte llorar,
seguramente me importe absolutamente nada que sean de mi sangre...Voy a matarlos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Reino Zafiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora