23. Capítulo Extra

23 2 0
                                    

SARA

Él estaba acostado, pero no dormido, miraba el techo con un silencio agonizante. Mi propio hijo prefería ver al techo antes que verme a mi y eso lograba afectarme aunque no lo demostrara.

¿Tan mala había sido para él?

—¿Por qué sigues aquí?—soltó con indiferencia

Me dolía su actitud, me dolía mucho.

—Eres mi hijo, tengo derecho a preocuparme por ti. —dije muy bajo

Lo escuché reír sarcásticamente

—No me vengas con eso ahora Sara. —me miró al fin pero lo único que pude ver en su mirada fue odio—Conmigo no tienes que fingir.

Me dolía, me dolía de maneras imposibles de descubrir su mirada cargada de odio. Me dolía que el fue el primero en juzgarme y sacarme de su lado cuando eso pasó, pero lo que más me dolía es que él no sabía las muchas cosas que estaba deseado revelar pero no podía, aún no podía hacerlo.

El a comparación de Elena siempre vio a su padre como un dios, le creía todo lo que salía de su boca y ese fue mi castigo, mi castigo porque todo lo que su padre había metido en su cabeza no eran más que mentiras.

Sin querer discutir con el me di la vuelta dispuesta a dejarlo solo pero antes el fue el que hablo.

—Respondeme algo.

Asentí sin darme la vuelta hacia él

—¿Mi padre esta muerto? —soltó con dificultad

Un destello de rabia se apoderó de mi, al recodar todo lo que no podía decir porque aun no era el momento de hacerlo. Sin más me volví hacia el.

—Tu padre no está muerto. —confesé—Pero creeme, vas a desear que así sea cuando llegue a aparecer y ese día Sam estaré dispuesta a escuchar una disculpa de tu parte, porque a todo lo que me has condenado es totalmente injusto.

Me encamine hasta la puerta y antes de salir por completo le di un último vistazo.

—Buenas noches. —susurre antes de salir por completo.

Peligrosa Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora