Peligrosa Tentación

20. "Sara Lo Contaré Yo"

—¿Qué demonios hace él aquí?—señaló a Liam—¿No fui lo suficientemente claro la última vez?

Mierda, mierda, mierda

Todos nos quedamos paralizados, yo no supe como reaccionar, nadie pudo. Sam caminó a paso seguro hacia Liam y se detuvo hasta que estuvo frente a él.

—¿Acaso no fui claro contigo?—le soltó —Te lo advirtí, te dejé claro que no quería que estuvieras con mi hermana ¿Qué parte no quedó clara? Eres malo para Elena.

—¿Yo soy el malo Sam? —le devolvió—¿Estás seguro de que yo soy el malo de la historia? Que estupidez.

—No, no lo es y tu lo sabes Hills. —lo apuntó con su dedo—Tu sabes de lo que hablo.

—Ya estoy cansado de esto ¿sabes? —suspiró ya cansado—¿Por qué no cuentas las cosas como realmente pasaron? ¿Por qué siempre te limpias las manos como un maldito cobarde?

Liam negó con su cabeza y siguió.
—Ya estoy cansado de siempre escuchar que soy el malo, que soy esto, que soy lo otro. —lo apuntó con su dedo—¿Pero y tu sam? ¿A ti no te persiguen los demonios también?

¿De qué estaban hablando?

¿Qué era lo que estaba pasando?

¿De qué verdad hablaba Liam?

Y peor aun....

¿Por qué sentía que esto no se trababa de mi?

—No quiero que mi hermana salga lastimada, es todo. —habló firmemente—Y si tengo que quitarte del medio lo haré.

—Y sigues amenazando. —Liam dio un paso más hacia Sam—¿Por qué no cuentas lo que pasó con Yull?

Eso fue todo....
Esa fue la gota que derramó el vaso, eso fue suficiente para que Sam se le tirara encima a Liam, fue suficiente para que Liam lo esperara con ganas, fue lo suficientemente rápido como para que alguno de nosotros reaccionara.

¿Qué sentía?

Sentía terror, terror de ver como se estaban agrediendo salvajemente, sin compasión, como animales.

A como pude me puse de pie aun con el cachorro en brazos, rápidamente lo puse en su cajita y lo cubrí con la mantita qué traía, fui corriendo hasta ellos, intente meterme pero Steven me lo impidió de inmediato.

—¡YA! —alzó la voz mi madre—¡SE ME CALMAN LOS DOS!—caminó hasta ellos decidida—¡Liam suéltalo!.

Le ordenó.

Pero no dio resultados, ninguno de los dos tenía la intención de hacerlo, era abrumador ver como se golpeaban haciéndose daño. Rápidamente llegaron algunos de los hombres que cuidaban la entrada y se metieron a separarlos, uno de ellos tomó a Liam de los hombros obligabdolo a separarse y bloqueando qué pudiera hacer algún movimiento, el otro hombre hizo lo mismo con Sam.

Cuando Liam alzó el rostro pude como como del labio le salían dos gruesas líneas de sangre que se le deslizaba hacia el cuello y más, en su mejilla derecha tenía un buen golpe qué desde ya era visible.

Pero cuando vi a Sam lo sentí peor, Sam tenía la ceja izquierda sangrando un poco y de la nariz le salía sangre de forma escándalosa qué caí al suelo si detenerse.

Esto era una pesadilla, lo era, no soportaba ver a las personas que más amaba golpeandose como salvajes, tan cruel, sin sentido.

—¡Habla!—le gritó Liam—Pero deja de decir que yo aquí soy el culpable, porque el único error que cometí fue haber sido tu maldito amigo, solo eso.