10. El Lago

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Desde ayer no supe más de Liam. Lo último que hablamos era que él estaría justo aquí a las 6pm para irnos juntos al evento.

¿Tenía ganas de ir?

No...

Pero a nadie y en especial a mi madre le importaba si quería o no quería ir, ella simplemente quería seguir guardando las apariencias con ese comulto de gente que solo te tratan de acuerdo a tu apellido o legado familiar, un mundo superficial. Aunque de ella misma salió el "si quieres ir vas y si no me da igual" sé que muy dentro de ella esperaba verme en el lugar.

Repasaba una y otra vez mi reflejo en el espejo, todo estaba bien, me gustaba cómo me veía pero no quería ir.

El sonido del timbre me hizo volver a la realidad. Ya era momento.

Liam había llegado.

Ya estaba afuera.

Tomé mis cosas, respiré profundamente unas cinco veces para calmar mis nervios y salí. Liam estaba recostado en su auto viendo algo en su celular así que no se dio cuenta que estaba allí hasta que cerré con fuerza la puerta de salida.

Su mirada me contempló detenidamente desde los pies hasta el cabello, con una sonrisa llegó hasta mi para saludarme.

-Estás preciosa. -dejó un pequeño beso en mi mejilla y acomodo uno que otro cabello fuera de lugar de mi rostro.

-Tu no te quedas atrás.

Él se separó de mi y abrió la puerta del acompañante por mi, esperó hasta que estuviera dentro para cerrarla y dar la vuelta para hacer lo mismo.

-¿Lista?-preguntó una vez que encendió el auto.

¿Lo estaba?
Lo dubaba mucho.

-Lista. -asentí.

Liam puso música para ambientar un poco y tal vez para que no fuera tan incomodo si nadie llegara a decir algo en todo el camino o esa razón quise dar.

Me dedique a mirar por la ventana y ver el exterior, de niña no podía hacerlo, siempre terminaba vomitando de forma horrible porque me mareaba el ver como todo se movía de forma tan rápida y fue por esa misma razón que tuve que quitar la vista de la ventana , ya empezaba a sentirme mareada.

Hay cosas que nunca cambian.

Tras varios minutos de silencio por parte de ambos, esta vez fue Liam el que habló por primera vez desde que salimos de mi casa.

-¿Segura que quieres ir? -me miró de reojo, aun con su atención en la carretera.

Asentí, no muy convencida.

Y si, más de una vez Liam me preguntó que si quería ir, que no estábamos obligados a ir pero yo le dije que si por que sentía que podía con eso, que podía enfrentar a mi madre, pero estoy llegando a pensar que quizá mi incomodidad éra muy evidente y él la estaba sintiendo.

¿A quién quería engañar?

Era claro que no quería ir, no quería fingir, no quería ser algo que debía ser. Yo....solo quería hacer cualquier otra cosa menos esto.

Pasó en cuestión de segundos, no tuve tiempo de reaccionar, el auto soltó un sonido horrible y un fuerte frenazo me hizo agradecer que tenia el cinturón de seguridad puesto, miré a Liam asustada, no entendía que estaba pasando, pensé que algo se nos había atravesado en el camino pero la cosa era que no había nada.

NADA.

-¿Qué pasó? -pude decir.

-Cambié de opinión.-me miró un segundo-No iremos a la fiesta o lo que sea.-dio la vuelta sin ningún problema sobre la carretera y tomó la vía contraria.

Peligrosa Tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora