Capítulo 9: Fin de semana II

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«Si estás revolcándote con algún desgraciado creeme que lo voy a saber, como no vuelvas a casa ya, no respondo de mi hija»

Puedo oír mi móvil vibrar, me ha llegado otro mensaje, puedo ver cómo lo lee, pero su rostro no me dice nada.

-Tu hermano está preocupado por ti...

-...

-Voy a meterme en tus mensajes...

Veo que alza la vista para mirarme y rápidamente aparto la mirada mientras intento contener las lágrimas.

-Y voy a borrar todo lo que te ha enviado tu madre... ¿Cuál es la contraseña?

-121353...

¿Qué voy a hacer? No se hace cuánto me envió ese mensaje, ¿Qué más me habrá mandado?.... No me va a creer, estoy mojada, con el pelo húmedo, llevo demasiado tiempo sin dar señales de vida... No me va creer, mi hermano no está preocupado, seguro que ha hecho hasta lo inposible para hablarle mal a mí madre de mi... ¿Y si le cree? Le cree...

Noto como la ansiedad empieza a subir por mis brazos llegando hasta mi pecho.

No puedo, ahora no, no, no, no enfrente de Gael, de el no, ¡No!

-¡Arah!

El grito de Gael me hace darme cuenta de que estaba haciendo. Quito la mano de mi muñeca para ver la sangre que empezaba a salir de esta.

Me pongo más nerviosa, empiezo a sentir la necesidad de salir de aquí, no me siento bien aquí, quiero irme, necesito irme, debo irme, no puedo seguir aquí, ¿Cómo salgo? Quiero salir.

-¡Arah!

Esta vez quién sostenía mi mano era Gael, podía ver como de su mano también salía sangre, por mí culpa.

-Arah, tranquila, ¿Qué pasa? -me pregunta intentando calmarme.

-No... -Siento que mi voz se ahoga en mi garganta-. No quiero estar aquí, necesito salir.

-Arah, fuera todavía sigue lloviendo, no podemos salir.

Siento que me ahogo, las lágrimas están empezando a asomarse por mi rostro y no puedo controlarlo. Siento que estoy a punto de volver a desmoronarme. Cierro los ojos en un intento en vano de calmarme.

De pronto siento como Gael me abraza. A pesar de este frío en mis huesos, y que el este completamente mojado, puedo sentir su abrazo cálido recorrer mi cuerpo.

-Tranquila, estoy contigo, no estás sola... Respira conmigo, ¿Vale?

Con mi mirada nublada y borrosa intento concentrarme en su respiración. Puedo sentir latir su corazón aceleradamente, estoy a punto de volver a perder el control y cierro mis puños con fuerza.

-Estoy contigo.

Escucho las palabras de Gael pero no consigo parar esto, siento el impulso de salir corriendo pero no puedo.

-¿Escuchas la lluvia? Esta fuera verdad, y nosotros estamos a salvo, estoy contigo Arah.

Siento como su abrazo se torna más gentil. Lentamente vuelvo a centrarme en su respiración, intento imitarlo, intento tranquilizarme.

Cierro los ojos con fuerza tratando de seguir lo que me indicaba Gael. Pasa el tiempo, mi respiración se está calmado y cincronizando con la de el. Las lágrimas cesan y siento que ya ha terminado todo.

-Lo siento -digo apenas audible.

-Eso no es lo que quiero escuchar...

-Grascias...

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⏰ Última actualización: Jul 15 ⏰

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