PARTE VENTINUEVE

173 9 0
                                    

Terminé el último pedacito de tostada en mi plato y me caí de nuevo contra el cabecero de la cama. Mi estómago estaba lleno y sentía como si iba a estallar en cualquier momento. ¿Por qué nunca escuché esa voz en mi cabeza que me decia que dejara de comer antes de llegar a ese punto? Porque la comida es deliciosa, pensé y suspiré profundamente. Especialmente si mi novia lo preparó y hizo un esfuerzo para servirme el mejor desayuno en cama posible.

Interrumpiendo mi pensamiento, la mujer de pelo oscuro volvió a su dormitorio después de tomar otra taza de café. Sonreí para mí misma cuando mire cada pequeño detalle. Su pelo en un bollo desordenado, sin maquillaje y sólo una camiseta grande era suficiente para hacer que mi corazón enloqueciera. Ella se sentó junto a mí y se rió al ver el plato vacío delante de mí.

"Creo que alguien disfruto del desayuno", Lauren sonrió.

"Tal vez un poco demasiado", respondí y ella acarició mi estómago que sobresalía. "La última vez que tuve un vientre como este fue cuando estaba embarazada. "

"Se ve bien en ti", dijo con una sonrisa.

"Tienes que decir eso porque eres mi novia", sostuve pero correspondi su sonrisa.

"Prometida", Lauren me corrigió y mi corazón saltó de un golpe.

"Cierto", le susurré y miré el anillo que me había dado la noche anterior.

"¿Lo has olvidado?", Se rió con cariño.

"No," le dije rápidamente. "Supongo que no he caído todavía. "

"Es probablemente por la falta de sueño," Lauren sonrió con arrogancia y tomó un sorbo de su café.

"¿Y quién es la culpable de eso?" Yo estaba involucrada en su broma.

"No te oí quejarte anoche... y técnicamente esta mañana", continuó con fingida arrogancia. "En realidad, si recuerdo bien, fuiste tu quien siguió pidiendo más-" la corté poniendo mi mano en su boca incapaz de controlar una leve risa.

"Suficiente", dije antes de que mis mejillas se volverían rojas.

Lauren levantó las manos como un signo de rendición y yo bajé la mía para que pudiera volver a hablar. En vez de responder, sentí su mano acariciando mi mejilla y tirándo de mi por un beso. No lo dudé y me acerqué hasta que nuestros labios se conectaron. El sabor débil del café era extrañamente atractivo. No tan atractivo como su habilidad cuando se trataba de besos. Había una presión ligera en mis labios que me dejó deseando más, lo que ella parecio sentir. Su cabeza se inclinó sutilmente permitiéndome profundizar en el beso. Suspire de alegría, y gemi descontenta justo después porque ella se alejó.

"Molesta", murmuré bajo mi aliento.

"Me encantaría continuar, pero tengo la sensación de que no me levantaré de la cama en ningún momento si lo hago", explicó Lauren con una sonrisa.

"¿Cuándo ha sido eso alguna vez un problema para ti?", dije riendo y poniendo los brazos alrededor de su cuello.

"No lo es, pero tengo que hacer un recado," su respuesta me dejó un poco confundida.

"Pensé que no tenías planes y iríamos juntas al juego."

"Iremos juntas al juego", dijo la ojiverde suavemente. "Voy a volver después de mi reunión para recogerte."

"¿Es una reunión misteriosa?" Cuestioné porque no entró en más detalles.

"No, no es gran cosa y tal vez puedas ponerte al día con el sueño que te privé", respondió Lauren sólo aumentando mi curiosidad.

LJ10Donde viven las historias. Descúbrelo ahora