Forever

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Al día siguiente por la mañana no paraba de sonreír, tanto que mis mejillas dolian. No supe cuando había pasado pero ahora estaba abrazado a la escoba mientras sonreia ido.

— Sunoo, ¡Kim Sunoo! — llamó Dahyun sacándole de mi trance de enamorado.

— A-ah, dígame — respondi recogiendo la escoba la cual se había resbalado de mis manos.

— Estas muy distraído estos días, en fin, necesito que te quedes horas extras para enumerar los nuevos articulos.

— Dubu, ¿podría cubrirme alguién? — no era de esas personas que rechazaban ofertas para ganar más dinero pero justo ese día tenía que llegar temprano a casa pues Sunghoon me había prometido hacer la cena y comerla juntos.

— Sun, ¡te prometo que te lo pagaré bien! — puchereo y no me quedo de otra que aceptar, sería solo una hora y ya, le avisaria a mi novio.

Termine de barrer el pequeño local y luego me diriji a la caja para organizar el dinero de hoy, después me senté en la mesa donde Dahyun había colocado algunos jabones, tome el marcador y comenze a hacer los números delicadamente intentando hacer la letra lo más lindo posible, mientras mi lengua lamia mis labios en signo de concentración mi celular sonó, indicado un nuevo mensaje de texto.

Loquito 💘

• amorcito, ¿ya vienés?, ya está la cena.

perdonn, olvide avisarte que me dieron una hora extra, llegare un poquito tarde, amor•

•🥺

Mmm, ven por mi y nos vamos agarraditos de la mano a mi departamento a comer tu sabrosa
comida.

• Okii, te amó.
[❤️]

[9:00]

Por fin había terminado así que tome las llaves y salí rápidamente después de cerrar. Caminaba por el callejón que me acercaba más a mi departamento, pero a mitad de la caminata me sentía observado, aún que Sunghoon había prometido ir a recorgerme no lo hizo, así que me tocó irme solo, siempre lo hacía y estaba acostumbrado pero ese día algo estaba fuera de lo común, escuchaba pisadas detrás de mi, pero cuando volteaba no había nadien, además de la poca iluminación. Estaba a unas pocas cuadras de llegar cuando senti un pequeño viento sobre mi cabeza y me quedo paralizado del miedo, cerré los ojos y me hice bolita, me tapaba los oídos con mis manos para intentar evitar el chillido que se escuchaba, pero cuando sentí unas manos en mi cara tire golpeteos al azar.

— ¡Suelteme, suelteme! — las lágrimas de desesperación comenzaron a salir.

— Amor, oye, amor — escuche la voz de mi novio y me lance rápidamente a sus brazos, aprentandolo como si mi vida dependiera de eso.

— Oye Sun, disculpame, no pensé que te pondrias así, perdón — sentí sus labios besar mi frente mientras dejaba suaves caricias en mi espalda baja.

Al llegar a casa aún no me despegaba de Sunghoon, literalmente estaba como chicle con el y era obvio, eso del susto era un grandiosa excusa para no despegarme de el en toda la noche.

— Si no me dejas, no podré servirte — me dio una pequeña palmada y me despegue a duras penas de el.

Una rica cena era servida por un rico vampiro mientras un pequeño humano veía todos sus movimientos no perdiendose ninguno.

— ¡Te hice lasaña! — se sentó frente a mi y me miro haciéndo un movimiento con la cabeza refiriéndose a que lo probara primero.

— Cocinas increíble, me encanto la lasaña — mis mejillas estaban infladas por la comida guardada en ellas, mientras comíamos hablabamos de cosas que nos pasaron en el día.

Después de la cena me propuse a lavar los trastes y mientras hacia esto unas manos se posaron en mis caderas.

— ¿Has oído hablar de el postre? — me susurro al oído.

— Pues tu serás el mío..

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El que viene será el último cap¡!, disfruten este fic, os quiero.

Dark Blood. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora