CAPITULO 19
Pecado.
Todo aquello que te aparta de lo recto o lo debido, según algún concepto popular.
Pero según Felix era aquello que te corrompe, pero se siente bien.
Así se sentía con Hyunjin... Corrompido.
Cada que este penetraba su cuerpo, en cada beso, en cada roce, en cada mirada, en cada cosa que Hyunjin le diera o hiciera.
Y le gustaba, es más había comenzado a amar eso.
Amaba el placer que le generaba saber que su relación con Hyunjin era prohibida.
Su parte consciente le susurraba apenas "Tienes que parar con esto, Felix" pero él no quería escuchar, él prefería ignorar cada uno de esos susurros.
¿Por qué lo hacía?
Porque estaba feliz en su mundo con Hyunjin, aunque no fuera correcto ante el resto.
Él estaba dispuesto a seguir viviendo en su mundo, donde lo malo se siente tan bien.
Tan bien...
Tan bien como se sentía ahora
Gimiendo bajo el cuerpo de Hyunjin.
Una estocada, tras otra, llegando a su punto de placer.
-Hyunjin estoy cerca – gimió el menor con los ojos cerrados.
-Córrete Felix, córrete para mí – respondió Hyunjin.
-Pero... AH, tócame – el mayor no hizo caso – Hyunjin tócame, to... - no estaba, Hyunjin no estaba.
Felix se paró de inmediato.
Desconcertado... ¿Dónde estaba el mayor? ¿A dónde había ido?
Una sensación lo hizo mirar a su entre pierna.
Estaba empapado.
¿Era...? Si lo era.
La incomodidad lo hizo levantarse rápidamente de su cama.
-Hyunjin, ¡HYUNJIN – llamó, pero no tuvo respuesta. – Hyunjin, Hyunjin...
Y despertó.
-Hyunjin – dijo consciente, sentándose sobre su cama alterado.
El mayor que dormía a su lado ni se inmuto.
Felix, se muy sentía acalorado.
¿Qué carajos había soñado?
Se preguntó aun con esa sensación abrumadora.
Una sensación en sus pantalones le hizo bajar la mirada y remover la sabana, asustado.
-Mierda -exclamó al ver que en realidad si había mojado sus pantalones – mierda, mierda.
Felix se paró de inmediato y se metió al baño, sintiéndose avergonzado por lo que acababa de ocurrir.
Hyunjin se despertó por el movimiento y alcanzó a ver como el menor se metía al baño rápidamente.
-¿Felix? – preguntó, pero este no escucho. Hyunjin vio la mancha sobre la cama – ¿Qué carajos?... Oh – reaccionó.
El rubio tardó en salir del baño, pero al final lo hizo.
Ambos hicieron su rutina de mañana juntos, aunque Felix estuvo avergonzado todo el tiempo.
Al final bajaron a desayunar para irse al colegio. El desayuno estaba siendo difícil con Felix muriendo del coraje y Hyunjin aguantándose las ganas de reír.
