Sofia
Regresamos al salón donde se celebraba la fiesta, con dante a mi lado, justo cuando me agache para preguntarle cual era su padre este salió corriendo en dirección a la mesa dulce donde un hombre lo alzo.
Decidí acercarme y ver quien era el hombre, dante tapaba su cara con su cuerpo.
—¿Dónde te habías metido figlio? — le pregunto el hombre mientras dante me apuntaba con su pequeño dedo
—Estaba en el patio con Sofia— dijo dante con una sonrisa
Decidí acercarme a presentarme —hola soy Sofia — le di una sonrisa y miré al hombre enfrente de mí. Mis ojos se abrieron con sorpresa porque el padre de dante era el mismo hombre que meses atrás me había robado un beso en Italia, pero tan pronto como vi su cara decidí no comentar nada ya que era obvio que él no me reconocía.
—¿Qué hacías con mi hijo? — me pregunto mientras y pude ver por su entrecejo arrugado que no estaba muy contento con que haya pasado tiempo con su hijo.
—Sabe, es de mala educación no saludar, creería que un hombre como usted sabría como saludar a la gente— dije, puse mi espalda recta y me crucé de brazos
Se sorprendió con mi respuesta, pero tan rápido como se sorprendió volvió a su cara de "odio a todo el mundo". Y era obvio mi respuesta solo lo había enojado más.
—¿y una ragazza como usted va a decirme lo que tengo que hacer? —
Que pena que un hombre, apuesto como él sea tan gruñón. Pensé
Antes de y pudiera responderle con algún insulto, dante interno — Papá, Sofía me ayudó afuera. Estaba llorando porque los otros niños en la escuela se burlan de sus ojos. Pero ella me hizo sentir mejor —explicó Dante, mirando a su padre con ojos expectantes.
El hombre frunció el ceño, como si no supiera cómo reaccionar ante la información que le acababan de decir. Me mantuve en silencio, observando la interacción entre padre e hijo.
—Ahora ¿puede ser tan amable de decirme su nombre? — dije con ironía
Dante al ver que su padre me iba a ignorar devuelta respondió — Pa no es educado ignorar a la gente, vos me has enseñado a hablar con resto y más cuando se trata de una Bella signora— mientras lo miraba con los brazos cruzados.
¡Mierda! Hace menos de una hora que conozco a este niño, pero ya lo amo, es muy maduro para su edad. Y es obvio que le gusta molestar a su papá.
El hombre maldijo entre dientes y decidido mirarme —Bruno Rossi—
Mis ojos se abrieron como platos y me quedé petrificada. No podía ser verdad. ¡Qué mala suerte la mía! El mismo hombre que me había dado el mejor beso de mi vida, el que no había podido olvidar en seis largos meses, era el hermano mayor de mi mejor amiga.
Tan sorprendida estaba que no noté cuando una señora tropezó y casi me hizo caer al suelo junto con ella. Fue entonces cuando Bruno me agarró por la cintura, sosteniéndome firme contra su cuerpo, aún con Dante en brazos. Nos quedamos mirando el uno al otro en lo que pareció una eternidad, hasta que un carraspeo detrás de nosotros nos sacó de nuestra burbuja. Me di cuenta entonces de que todavía tenía sus manos en mi cintura y las mías en su pecho. Bajé la mirada hacia nuestras manos entrelazadas y luego hacia sus ojos, notando que todo el mundo nos observaba.
Le lancé una mirada de disculpa y me separé rápidamente.
—Gracias— murmuré tímidamente mientras acomodaba mi vestido.

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Dulce Mentira
RomanceSofia Fernandez una chica que viaja por el mundo conociendo la gastronomia de estos ya que sueña con tener una pasteleria donde pueda ofrezer postres de cada cultura, unos de esos viajes la llevan a Italia donde conoce a un imponente hombre que le...