22 wishes ➳ heejake

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A los segundos se separaron, mirándose a los ojos y con la intención de volver a besarse.

Lo cual no sucedió al escuchar un sonido provenir de la entrada, una puerta había sido abierta fuertemente y el nombre de Heeseung resonaba en el lugar.

— ¡¿Heeseung?! ¿Estás aquí? — Preguntaba una voz un tanto grave, mientras los pasos se acercaban más hacia ambos chicos los cuales seguian con la misma cercanía.

— Soobin Hyung. — Dijo el pelirrojo al ver como el hombre aparecía en la puerta y les brindaba una amistosa sonrisa.

— Lo siento, no pensé que estarías aquí. — Añadió al ver como Jake lo miraba con un rostro confuso. — Solo vine a buscar unos tragos para llevar a casa y me iré.

— No hay problema, hyung. — Heeseung le respondió con una sonrisa. — Por fin puedes conocer a Jaeyun.

Soobin hizo una expresión de sorpresa y se acercó hacia el menor, el cual se quedó un poco más tranquilo al notar como el mayor se notaba como alguien amistoso.

— Un gusto, Jaeyun. Heeseung me ha hablado mucho de tí. — Estiró su mano en forma de saludo, haciendo que el menor correspondiera a los segundos.

— Lo traje por su cumpleaños. — Dijo Lee y se levantó del asiento, caminando en busca de otros tragos. — Fue ayer, pero hoy tuvimos tiempo de venir.

—Feliz cumpleaños atrasado. Espero hayas tenido un buen día. — Jake le sonrió. — Disfruten lo que quieran, ya me voy.

Ambos chicos se despidieron del mayor, quedando en un tenso ambiente después de lo que había ocurrido entre ellos. Sin dudas Shim se sentía un poco borracho después de beber tanto, pero nada le impediría borrar de su mente la sensación de aquellos dulces labios que lo acababan de besar.

— Ya es tarde, quizás también debamos irnos. — Dijo Heeseung con una botella en su mano, la cual se había tardado unos minutos en encontrarla. — Nos llevamos esta botella a mi departamento y podemos beberla allá.

— Está bien.

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Jake ya no se sentía tan nervioso como antes, se podría decir que ahora estaba ansioso de querer tomar la iniciativa y pedirle aquellos deseos a Heeseung que pensaba no eran correctos. Pero después de aquel salvaje beso, sentía que era capaz de todo.

Llegaron al departamento del mayor, ambos entrando y sentándose en un sofá en la sala de estar. Jake mirando atento a Lee, el cual servía en dos copas aquel líquido que había traído.

Jake bebió un sorbo y a los segundos sintió un repentino dolor de cabeza, haciendo que dirigiera su mano a su frente y se quejara bajito. Heeseung al percatarse, se acercó y lo miró con preocupación.

— ¿Estás bien, Jakey?

— Sí, es que hace bastante que no bebo y siempre tomo menos de 2 copas. — Suspiró y tiró su cabeza hacia atrás dejándola caer en el respaldo de sofá mientras cerraba sus ojos.

— ¿Prefieres que nos detengamos? — Heeseung dijo con un tono dulce.

— ¿No tenias cosas que hacer? — Bostezó. — Puedo irme a dormir y tú haces lo que sea que tengas que hacer.

— Oh, sí, casi lo olvido. — Recordó el mayor y miró la pila de papeles que descansaban sobre la mesa de la cocina. — Puedes dormir en mi cama.

Está bien. — Shim se levantó del sofá. — No duermas aquí, hace mucho frío y puede que mañana te duela el cuerpo al estar incómodo. — Le dijo, con intención de que se fuera a acostar con él cuando terminara su trabajo. Así sin más, caminó hacia la habitación del mayor y tiró su pesado cuerpo en el colchón.

El departamento de Heeseung solo contaba con una habitación ya que sentía que era lo justo y necesario. Además la cocina y la sala de estar eran pequeñas pero cómodas respecto al espacio, así que no era algo que le preocupara al mayor.

A los segundos, la puerta de la habitación fue abierta.

— Jakey. — Lo llamó dulcemente. — ¿Qué deseas? Necesito que seas claro. — Heeseung quería escuchar salir de esos gruesos labios lo que el menor quería.

— Ya te lo dije... — Se reincorporó en la cama, mirando al mayor quien se encontraba con una sonrisa en el marco de la puerta. — Puedes dormir aquí. — Dijo y tomó un poco de aire para volver a hablar. — Deseo que duermas conmigo, hyung.

Sonrió y habló. — Duerme bien. — Se retiró, dejando a Jake con su rostro un poco sonrojado.

Su cuerpo se sentía cansado debido al alcohol y su cabeza dolía, asi que para no hacer tanto esfuerzo simplemente se desvistió y ocupó una camiseta del mayor. Se sumergió en las frías sábanas y al instante cayó en un profundo sueño.

Por otra parte, Heeseung estaba feliz de que el menor estuviera siendo más claro con lo que quería, ya que el estaba a su disposición completamente. Su menor solo debía pedir y lo obtendría.

Intentó ser lo más rápido posible al revisar cada uno de los papeles llenos de peticiones de la oficina en donde trabajaba. Había dejado todo para última hora y en estos momentos se arrepentía de ser tan vago, ya que si hubiera hecho todo eso cuando debía de hacerlo, ahora estaría acostado junto a Jake mientras le hacía cariño en el cabello.

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Dieron las 3:20 de la mañana y Heeseung firmó la última hoja que le faltaba. Suspiró cansado y sin pensarlo dos veces caminó hacia su habitación, observando el dormido cuerpo del menor quien descansaba tranquilo.

Sonrió para si mismo y silenciosamente abrió las sábanas, dispuesto a acostarse a su lado. Se quedó unos minutos mirando al techo, pensando en lo que sentía por Jake ya que de un día para otro las cosas se habían vuelto bastante diferentes. Lo cual no le molestaba, es más, le gustaba estar junto al menor.

Esta tarde al probar sus labios, fue como si su cuerpo reclamara por más. Quería seguir explorando a Jake y todo lo que tenía para ofrecerle.

Pero eso quedaba en lo que Jake deseara.