22 wishes ➳ heejake

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Jake se decepcionó un poco al despertar solo en su casa, quizás en estos pocos días había estado dependiendo mucho de Heeseung. Igualmente ignoró aquel pensamiento y se metió a bañar para empezar su semana bien despierto y con energía.

Desayunó uno de los dulces que había comprado ayer mientras bebía un café cargado. Así salió de su departamento, haciendo parar un taxi y así dar rumbo a la cafetería.

Al llegar, las puerta de vidrio ya estaba abierta y unos cuantos clientes hacían la fila.

Entró y se encontró con un sonriente Yeonjun atendiendo, mientras preparaba los cafés con rapidez. Jake al verlo así, se apresuró en ponerse su delantal y empezar a ayudarlo.

—¿Por qué abriste más temprano?— Le preguntó mientras corría de un lado al otro.

—¿Por qué no? Debía sentir lo que sentiste el viernes.

Jake negó con su cabeza y siguió en lo suyo, atendiendo la caja a veces y otras haciendo los cafés.

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Sinceramente la mañana no se les hizo muy pesada, ya que 4 manos son mejores que 2 y Jake se dió cuenta de como solo una persona no podría manejar una cafetería por siempre.

—¿Qué vas a hacer ahora?— Le preguntó Yeonjun a Jake al cerrar el local.

—Iré a mi casa creo.— Miró hacia el edificio en donde Heeseung probablemente estaba trabajando. —¿Y tú?

—Iré a almorzar, ¿quieres ir conmigo? Yo te pago.— Se ofreció y el menor aceptó, caminando junto a él a un restaurante cerca de ahí.

Habían ido unas cuentas veces al mismo restaurante ya que era barato y les quedaba cerca del trabajo, incluso la dueña ya los conocía y algunas veces le hacía descuento.

Entraron y se sentaron en una mesa, esperando que algún mesero se acercara hacia ellos. Por mientras Yeonjun miraba su teléfono y Jake dirigía su mirada hacia todas partes del local, como si fuera lo más interesante del mundo.

Su teléfono vibró y al ver el nombre en la pantalla, sonrió.

—Buenos días, Jakey.

—Buenos días, hyung. ¿Como estás?

—Bien...— Se escuchaba que estaba caminando hacia algún lugar. —¿Dónde estás?

—Almorzando con Yeonjun. ¿Por qué?

—Me dieron la hora libre de almuerzo, quería almorzar contigo. Si es lo que deseas.

—¡Claro que si!— Se separó del teléfono y llamó la atención de Yeonjun. —Heeseung quiere venir a almorzar con nosotros.

—¿En serio? Entonces dile que venga.— Contestó emocionado.

Jake sonrió y le dió el comunicado al mayor, para que pudiera venir a comer junto a ellos.

A los minutos el mesero llegó y pidieron, por lo que Jake pidió comida que sabía que a Heeseung le gustaba. Estaba esperando ansioso a que el mayor llegara para pasar tiempo junto a él.

—Buenos días.— Saludó Lee al llegar a su mesa, sentándose al lado de Jake el cual lo recibía con una gran sonrisa. —Un placer verte de nuevo, Yeonjun.

—Lo mismo digo.

Heeseung solo había hablado con Yeonjun algunas veces cuando visitaba a Jake en la cafetería, y el menor quería que sus dos amigos se conocieran más si había alguna posibilidad. Y ese día había llegado.

—¿Ya pidieron?— Preguntó el mayor al mismo tiempo que pasaba su lengua por sus labios, haciendo que Jake tragara duro al verlo. Aún después de haberlo besado sentía la necesidad de tenerlo de nuevo. —¿Jake?— Lo miró de lado, haciendo que el menor reaccionara al segundo.

—Ah, si. Te pedí kimchi jjigae y samgyeopsal.

—Gracias Jakey~

Charlaron entre todos durante el almuerzo. Jake sin dudas estaba feliz de que no fuera incómodo e incluso pudieran bromear con confianza. Yeonjun era alguien que sabía conocer a nuevas personas y Heeseung disfrutaba de su personalidad.

—...Ah, por cierto.— Dijo Yeonjun al terminar de darle un sorbo a su bebida. —Siento que aún necesito disculparme por lo del día de tu cumpleaños, Jake.

—Está bien, hyung, yo-

—No. No estuvo bien.— Suspiró. —Cuando me levanté en la mañana, me sentía tan mal que incluso había despertado una hora despues de que sonara mi alarma. Mi mamá al verme así, me dió medicina e intenté llegar a la cafetería pero no pasaba absolutamente ningún taxi.— Hizo una pausa para observar como ambos chicos lo miraban atento. —Incluso caminé, tratando de llegar de cualquier modo pero me rendí ya que sabía que no iba a llegar. Después te llamé.— Se dirigió a Jake. —Ahí iba de vuelta a casa, y tenía que estudiar para el examen de la tarde. No tuve tiempo a nada.

—Oh... Ya veo.— Asintió Shim dejando sus palillos en la mesa. —Pero de verdad que ya pasó, no pienses más en eso. Yo tampoco lo haré.

Yeonjun sonrió pequeño.

—¿Pero tuviste un buen cumpleaños?

—¡Si!— Miró a Heeseung. —Él me acompaño, fue un lindo día a pesar de todo.

—Me alegro mucho.— Comió de su sopa. —Mucho, mucho.

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—¿Ayer te acostaste muy tarde?— Le preguntó Jake al mayor cuando iban camino al estacionamiento después de que haya salido de su oficina a las 7:10 pm.

—Algo así. Te extrañé... Te extrañé verte dormido en mi cama, es cómoda, ¿No lo crees?

—Sí, bastante cómoda.— Miró hacia al lado tratando de no hacer contacto visual. —Me podría acostumbrar.— Susurró.

—Por mi no habría problema si así fuese.— Pasó una mano por el hombro del menor. —Hay que darle uso, para eso está.

El corazón de Jake latía fuertemente, más cuando el mayor empezó a brindar pequeñas caricias en su hombro. Subiendo y bajando la manga de su camiseta mientras sus dedos chocaban con su piel.

—Heeseung.— Lo llamó. —¿Hoy tienes algo que hacer en la noche?

—No. ¿Por qué?

—No me quiero ir a dormir temprano.

El mayor sonrió ladino mientras su lengua tocaba su mejilla.

Oh, Jake.