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Al despertar la siguiente mañana, ambos estaban en la cama del menor dándose la espalda cada uno. Jake se incorporó en la cama y miró la amplia espalda del contrario, en la cual varios lunares descansaban sobre su linda piel.

Se acostó de lado y de dispuso a contarlos con una sonrisa en su rostro.

—4, 5, 6...— Susurraba bajito esperando que el otro no se despertara, pero al tocar su piel sintió como Heeseung se daba media vuelta aún con sus ojos cerrados. Suspiró antes de hablar. —Me quedan 9 deseos...

Le dió una última mirada y se levantó de la cómoda cama para después vestirse y darse cuenta de la hora.

Las 9:35 am.

—¡HEESEUNG!— Volvió a subirse a la cama, moviendo de los hombros al mayor mientras intentaba que se despertara. —¡Vamos tarde a nuestros trabajos, muy tarde!— Gritó y vió como los ojos de Heeseung se abrían de a poco.

—Jakey... No tengo trabajo hoy.— Dijo aún adormilado.

—¡Pero yo sí!— Su tono de voz ya no era dulce como el de siempre, ahora sí estaba enojado por haberse descuidado del tiempo y dejar que pasase.

No dijo ninguna palabra más y salió del departamento lo más rápido que pudo, caminando con rapidez a un lugar que sabía que pasaban taxis a menudo por lo que no se demoró en subirse a uno.

Negaba con su cabeza y tocaba el lóbulo de su oreja por el nerviosismo de llegar tarde al trabajo.

Al llegar, pagó rapido y bajó para así entrar corriendo a la cafetería y ver como Yeonjun junto a su jefe atendían el lugar. Ambos sonriendo, hasta que el mayor de todos posó su mirada sobre él y lo llamó para que fuera.

—Lo siento, lo siento mucho.— Decía Jake mientras se ponía el mandil blanco bajo la mirada de su jefe. —No se volverá a repetir.

—Tranquilo Shim, no te preocupes tanto. Yeonjun me contó que él también faltó un día y tú no me habías contado...— El menor dirigió su mirada hacia el piso y asintió. —Deberías haberme notificado. Pero bueno, al menos llegaste y no te ausentaste así que no hay problema.— Posó una mano en su hombro. —Tengan buen día chicos.

—Gracias, jefe.— Ambos dijeron al unísono.

—¿Lo llamaste?— Preguntaba Jake mientras preparaba un café que había sido pedido hace unos momentos.

—Sí, me puse muy nervioso y tomé el camino fácil. Sinceramente te admiro por haberte quedado completamente solo trabajando ese día.

—Sí... No fue tan difícil pero sí agotador.

—Ya veo.— Yeonjun se quedó en silencio por unos segundos mientras recibía el dinero en la caja. —¿Puedo preguntar por qué llegaste tarde?

En ese momento en la mente de Jake pasaron todos los recuerdos de él y su mayor la noche pasada. Su corazón empezó a latir más fuerte e incluso tuvo que distraerse para no perder el control ahí mismo.

—N-Nada, solo me quedé dormido.— Dijo y su amigo asintió.

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Al terminar su turno de la mañana, tomó un taxi de vuelta a casa y esperó con todas sus ganas encontrarse con Heeseung ahí.

Pero no estaba.

Por lo que sin pensarlo marcó el número del mayor mientras caminaba de un lado hacia otro, impaciente por una respuesta.

—Estoy ocupado ahora, Shim. Te llamo luego.

Escuchó aquellas palabras y después la llamada siendo colgada. Se extrañó al ser llamado "Shim" ya que solamente lo llamaban así la gente que conocía poco o incluso solo en el trabajo.

Simplemente se tiró en el sofá y suspiró mirando al techo, aburrido sin Heeseung. ¿Estaba dependiendo demasiado de él? Si es que fuera así, fue culpa del mayor al darle esos 22 deseos y hacer que Jake cayera completamente ante Heeseung. No le molestaba, pero en los momentos que estaba en soledad, le hacía extrañarlo.

Tomó su teléfono y encargó dos porciones de Tteokbokki, por si el mayor aparecía en algún momento del día.

Los minutos y las horas pasaron, haciendo que ya fueran las 6 pm y no hubiera ninguna llamada o mensaje proveniente del pelirrojo. Deducía que seguía ocupado... Pero a esa hora ya debía haber llegado a su casa, si es que estaba allá.

Su teléfono vibró y rápidamente contestó la llamada.

—¿Hola?

—¡Jake!— Una voz le gritó en el oído, por lo que se alejó unos segundos del teléfono. —Feliz cumpleaños... atrasado. Lo siento, pero tengo algo que lo recompensará.

—Gracias Sunoo, y no hace falta.

—Solo pregúntame, "¿qué es?" mientras lo dices en un tono emocionado.

Jake rodó los ojos mientras sonreía, para después decir lo que su primo quería. A los segundos escuchó el timbre sonar y se apresuró en abrir, encontrándose a Heeseung con unas bolsas en sus manos.

—¡Es-!

—Lo siento Sunoo, te llamo más tarde, estoy ocupado ahora.— Dijo al seguir mirando al mayor, el cual esperaba a que cortara la llamada.

—Oh. No hay problema, hablamos mañana.

Así Jake cortó la llamada y se hizo a un lado para que el mayor pudiera pasar a su casa. Heeseung dejó las bolsas en el sofá y se sacó su chaqueta de su traje negro, aflojando su corbata y acercándose luego al menor.

—¿Por qué me dijiste Shim? Fue raro...— Hizo un puchero inconscientemente mientras Heeseung sonreía pequeño.

—Estaba con unos clientes. ¿Acaso no te puedo decir así?

—No. Para tí soy Jakey.— Se giró y se sentó para así seguir comiendo de su tteokbokki. —¿No que no tenías que ir a trabajar hoy?

—¿Ah? ¿Por qué lo dices?— Se acercó hacia el lugar del menor y se sentó a su lado.

—Hoy en la mañana me dijiste eso. Cuando te dije que íbamos tarde a nuestros trabajos.

—No me acuerdo.— Se quedó pensando por unos segundos para después reír bajito. —En serio no me acuerdo. Al parecer después me dormí y cuando desperté de nuevo ya no estabas a mi lado.

—¿Te depecionaste al no verme ahí?— Apretó sus labios y sonrió mirando hacia abajo.

—Claro. Pero igualmente sabía que se puede repetir, así que no me depecioné tanto.— Comió un poco de lo que Jake había comprado. —Incluso podemos amanecer juntos después de haber hecho algo incluso mejor en la noche.

Jake ya estaba poniéndose nervioso, así que decidió simplemente no responder y tratar de controlar a su cuerpo el cuál quería tirarse sobre Heeseung y hacer aquello "incluso mejor" de lo que el mayor hablaba.

Lo esperaba con ansias.

—Claro que sí podemos.

22 wishes ➳ heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora