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Jake despertó la mañana siguiente debido a la alarma del mayor, la cual vibraba en un lado de la cama. La apagó y se quedó mirando por unos segundos el bello rostro del chico que dormía a su lado.

Con su mano apartó el rojo cabello que le bloqueaba la completa visión a su rostro, por lo que puso aquel mechón atrás de su oreja para después brindar una pequeña caricia en su mejilla. Sus labios rojos debido al calor se le hacían bastante atractivos e incluso el pequeño rayo de sol que entraba a la habitación quedaba perfecto con la situación.

—Heeseungie...— Susurró, sabiendo que el mayor no lo estaría escuchando. —Quiero pasar más tiempo así...

Se incorporó en la cama y con un poco de flojera, decidió hacer el desayuno por su cuenta. Así que caminó hacia la cocina y puso a hervir unos huevos, asar el jamón y tostar unos panes junto a dos vasos con jugo de frambuesa.

—¿Por qué no me despertaste? Se supone que yo tengo que cumplir tus deseos, no tu a mí.— Rió bajito Heeseung al ver como Jake le llevaba el desayuno a la cama.

—Porque quise hacerlo.— Dijo mientras dejaba la bandeja sobre las piernas del mayor. —Además estoy agradecido por lo que has hecho por mí estos días. Me ha gustado.

—¿Sí?— Preguntó con una sonrisa sincera.

—Sip.— Se levantó y pasó por arriba de la cama, inconscientemente dándole una vista de sus piernas a Heeseung. Por lo que rápidamente se agachó y trató de taparse con su camiseta. —¡Hey!— Se quejó al ver como el mayor no despegaba su vista.

—Lo siento.— Rió y empezó a comer de su desayuno. —Mi camiseta te queda bien y no debes esconderte ante mí, Jakey.

Jake asintió tímido y sonrojado, acostándose al lado del mayor y comiendo de su desayuno mientras prendía el televisor.

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—¿En serio me quedan 16?— Preguntó el menor hacia Heeseung, el cual asintió. —¿En qué momento usé tantos?— Rió bajito y subió su mirada del piso al encontrarse frente al negocio en donde venían a comprar.

Se adentraron a aquella pastelería que tenía mucha variedad de dulces. Tanto como pasteles, donas, dulces y hasta bebidas. Jake se sentía en el paraíso ya que amaba lo dulce y Heeseung le concedería comprarle lo que quisiera.

—Cada 15 mil wones será un deseo menos, ¿bueno?— Le dijo Jake a Heeseung el cual no se veía muy seguro. No le molestaba gastar dinero en su menor, sentía que no era necesario descontarse deseos. —¿Bien?

—Como sea...— Shim sonrió y empezó a elegir los dulces que quería, también le preguntó a Heeseung cuales eran sus favoritos para así también comprar de aquellos. Sinceramente Jake se sentía un poco culpable al comprar "tanto" pero Heeseung insistía en comprarle lo que desease ya que decía que era parte de su regalo.

Al final, quedó con por lo menos 3 deseos, pero estaba feliz junto a sus dulces que incluso no se pudo aguantar y comió uno durante el camino. Aunque había comprado demasiados, así que probablemente tendría para la semana.

—Mañana tenemos que ir a trabajar.— Dijo Heeseung un tanto desanimado ya que no pasaría todo el día junto al menor.

—Sí...— Dejó de masticar por unos segundos. —¿Pero nos podemos juntar cuando salgas de la oficina?

—¿Eso deseas?

—Sí.

—Está bien. Nos veremos mañana en la noche entonces, cuando salga de la oficina te aviso.

—Te estaré esperando.— Le sonrió pequeño. —Y pensaré en mis otros deseos.

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Pasaron toda la tarde caminando por ahí mientras comían alguno de los dulces. Incluso en un momento Jake sufrió dolor de estómago, por lo que se detuvieron para comprar un agua y Heeseung le acarició el estómago, como si estuviera cuidando de un niño pequeño que se había enfermado.

Pero no duró mucho, así que siguieron su camino. Jake tomaba aquello como una "cita" lo cual probablemente no lo era, pero si alguien los viera de aquella forma sin duda pensaría que estaban en una. En cambio Heeseung no pensaba demasiado, solo disfrutaba del tiempo que estaba pasando junto a su menor.

El cielo se empezó a oscurecer, por lo que Heeseung le ofreció a Jake llevarlo a casa, lo cual el menor aceptó. Durante el camino se sentían un tanto tristes al tener que volver a sus vidas de adultos en la semana, pero sabían que al final del día se volverían a encontrar.

—Gracias por traerme, hyung.— Le sonrió el menor con sus brillantes ojos. —Te esperaré mañana.

—Ten una buena noche, Jakey.— Las ganas de despedirse con un beso lo estaban matando. —Cualquier cosa, me llamas.

—Está bien.

El silencio cómodo se apoderó de ellos por unos minutos, simplemente disfrutando de la presencia del uno con el otro.

Al final Jake rió bajito y procedió a quitarse el cinturón de seguridad para después bajarse del auto y despedirse definitivamente del mayor. Suspiró al ver el auto alejarse, como si quisiera que Heeseung se quedara con él por siempre.

Dió la media vuelta y se adentró al departamento, subiendo el ascensor y finalmente entrando por la puerta de su hogar. Se tiró a su cama y revisó su aburrido teléfono, el cual no esperaba ningún mensaje si no era de Heeseung.

[Mensaje nuevo. Chat con "Yeonjun :)"]

Hizo una mueca y abrió el chat.

[Chat con Yeonjun Hyung :) ]

7:22pm
¿Chocolate o Vainilla?

7:23pm
¿Qué?

7:24pm
Solo elige, Jake TT

7:24pm
Chocolate...

7:25pm
¡Bien!

Por cierto, lo siento de nuevo.
Espero hayas tenido un buen
cumpleaños...

Ah, me siento el peor.

7:27pm
No te preocupes, en verdad,
tuve un buen cumpleaños. :)

7:28pm
Ahh, me alegro mucho </3
Mañana iré si o si.

7:28pm
Bueno, nos vemos allá.

Me iré a dormir, estoy cansado.

7:29pm
Bueno~ Nos vemos, descansa.

No estaba enojado con Yeonjun, todo lo contrario. Quizás así lo quiso el destino e incluso estaba feliz de haber tenido a Heeseung para él solo durante aquella cena. Claro que estaba emocionado de que sus dos amigos se conocieran, pero ya podía ser en otra ocasión.

Su teléfono volvió a vibrar.

[Chat con Heeseung Hyung ♡]

7:34pm
Jakey.

Duerme bien. ;)

22 wishes ➳ heejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora