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Haerin habló con sus padres y luego salieron a deambular por Seúl junto con Danielle, hacía un poco de frío y Danielle aseguraría que su pene estaba más que frizado.

— Tengo tantas ganas de coger —exclamó Haerin de la nada, Danielle la miró—, dijiste que nada de sexo por unos días.

— ¡Ugh! ¡No lo sé! Estoy caliente y ni siquiera sé por qué.

— Porque estás conmigo.

— Muérete.

— Lo tenía que intentar —Danielle abrazó a Haerin por el hombro y la menor suspiró.

— ¿Solo yo estoy como perra alzada?

— No, yo también lo estoy, tengo erecto el pene hace una hora y camino toda dura —Haerin miró hacia abajo, tenía razón.

— ¿Y si cambio eso?

— Dijiste que no sexo, Haerin, no dejes que te ganen tus impulsos.

— No será sexo, solo una mamada y tú me masturbaras... No creo que me haga daño o me traume más de lo que ya puedo estar.

— ¿Estas segura? No quiero que te asustes o-

— Te lo digo por seguridad, Danielle, no creo sobrevivir dos días más sin mamarte el pene o siquiera coger. Hoy a la siesta ni siquiera pude dormir.

Danielle asintió y rió—, ¿vamos a mi casa? —Kang asintió y Marsh llamó a un taxi.

— — —

Danielle abrió la puerta de su departamento y ambas chicas entraron, Haerin se tiró a la cama apenas entró al hogar y Danielle la siguió, la australiana bajó las bragas de la menor y Haerin bajó los pantalones de la mayor, bajando a su vez sus bóxers.

— Vaya que está bien levantadito —se burló Kang antes de darle una caricia, haciendo que Marsh temblara. Haerin tenía la mano fría y el hecho de que tocara la verga caliente de Danielle, la hizo estremecer.

La chica lo acarició, haciendo que se estremezca y comience a largar un poco de semen, pero eso no fue suficiente para la coreana, así que comenzó a masturbarlo con una mano mientras daba toques lentos con la otra, haciendo que no solo genere placer en la contraria, sino que también generaba nervios por las partes en que Haerin lo tocaba. Lo curioso era que mientras Kang hacia todo, ella miraba a Danielle buscando su aprobación, cosa que antes no hacía.

Lo manoseó y masturbó unos minutos, para luego chuparlo y limpiarlo de todo tipo de fluido.

— Bésalo —dijo Danielle—, ¡ew! ¡Qué asco! Cómo lo voy a besar.

— Haerin, habrás chupado más veces mi pene en tu vida que las veces que te habrás visto la vagina, házme el favor —la chica rió—, está bien.

La coreana continuó lamiéndolo y cuando terminó con su trabajo, lo besó.
Haerin se levantó y se tiró en la cama, luego Danielle comenzo a friccionar su clítoris sin ningún tipo de tardía, se veía ansiosa por hacerlo, la australiana se excitaba por los jadeos de la menor y por su respiración entrecortada, la brillosa piel de la coreana estaba tornada en un tono carmesí por el placer, cosa que excitaba aún más a la mayor. Luego de excitar lo suficiente a la menor, comenzó a meter sus dedos en su vagina, haciéndola jadear.

— Me duele, no quiero —jadeó ella, Danielle retiró sus dedos rápidamente—, perdóname, no quería lastimarte.

— No te preocupes, está todo bien, pero creo que no quiero disfrutar yo, me quedo con que fricciones mi clítoris —ella reía y Danielle solo pensaba en que era la sonrisa más bonita que había visto, ¿desde cuando ella pensaba así? No lo sabía ni ella siquiera.

Danielle sonrió—, ya te dejaré en paz, ¿quieres dormir? Estoy cansada.

— Son las nueve de la noche, pero está bien.

— ¿Les avisarás a tus padres?

— Nah.

— Eso está mal.

— ¿Y a ti desde cuando te importa lo que está bien? Trae una botella de gancia y otra de cerveza, vamos a tomar hasta caernos desmayadas.

Danielle rió y bajó a la cocina, luego subió con varias botellas de gancia y de cerveza.

— Por el sexo y mamar penes —ambas chocaron una botella de ganciany de cerveza para luego darle un gran sorbo.

bésalo } daerin g!p [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora