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Danielle estaba sentada en su sala y a las 18 y 1 minuto la puerta sonó, se apresuró a abrir y ahí estaba Kang, apenas la vio, tragó saliva.

— Pensé que no vendrías.

— Estaba nerviosa, ¿va?

— Bien que para mamársela a Hanni no estabas nerviosa.

Haerin rió y entró a la casa.

— En fin, ¿cuando empezamos?

— A las ocho tengo básquetball, tenemos dos horas a menos que quieras venir conmigo.

— Entonces empecemos ahora.

Fueron al cuarto de Marsh y cerraron la puerta con llave—. Dime que no le dijiste a tu madre que vamos a coger.

— Claro que no, ya de por sí te odia, imagínate si se entera que fuiste mi primera vez.

— Oww, ¿seré tu primera vez?

— Cállate —apareció un leve sonrojo en la de ojos gatunos mientras mordía su labio inferior.

Marsh rió y se acercó a un cajón, sacó una cosita blanca.

— ¿Qué es eso?

— Un forro, no creo que quieras preñarte.

Haerin alzó las cejas y abrió sus ojos, Marsh también sacó una pastilla—, tómate esto, ah, y un condón.

Kang tomó eso aterrorizada, casi se cae de culo—. Ve al baño de mi cuarto a tomar la pastilla, luego te pongo el forro, no creo que sepas hacerlo.

Haerin se dirigió al baño y Danielle aprovechó para ponerse el condón en el pene. Luego de que su amiga salga, ella le dio el condón.

— Quédate con la vagina al aire y acuéstate, te lo pondré yo, quizás te incomode, toma mi mano y aprieta si te duele o incomoda —dijo Marsh como casi toda una experta y Haerin siguió sus indicaciones.

— ¿Cuántas veces haces esto? O, más bien, ¿cuántas veces lo hiciste?

— Varias, hay mucha gente que no sabe ponerse un condón, incluido mi hermana.

— ¿Le pones el condón a tu hermana? Espera, ¡¿coges con tu hermana?!

Marsh rió mientras abría levemente el condón—, no, no cojo con mi hermana, pero ella con su novio sí, pero no sabe ponerse condones —Marsh hizo una pausa—, respira porque vas a sentir impresión, no veas el espejo, cierra los ojos.

Haerin siguió sus indicaciones y Danielle introdujo el condón en la vagina de la chica.

— Me da impresión, se siente raro —Danielle no respondió—, lo voy a acomodar, estira las patas.

La australiana acomodó el condón cuidadosamente—, fíjate si te molesta o algo a la hora de moverte —Haerin cerró las piernas y negó—, no me molesta, ¿está bien?

Danielle asintió y prendió la luz del velador—, ¿estas nerviosa? Así empezamos ya, perdimos diez minutos.

— No lo estoy —y se levantó para apagar la luz del techo, luego se quitó la blusa y quedó en brasier, se desprendió el cinto que traía en su short y el short cayó solo, haciendo ver la tanga roja que tenia Haerin puesta.

Y así, la aventura comenzó.

bésalo } daerin g!p [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora