Capítulo 18: Percival

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(tn)

Emprendí mi vuelo a toda velocidad hacia aquella misión, logrando llegar al tan aclamado "Dedo de Dios" en menos de un día

Sabía que esta misión era algo arriesgada si me encontraba al responsable de este atentado pero por suerte ya había abandonado el lugar

Lo que parecía ser una pequeña cabaña y hogar, ahora era un par de escombros, muchas marcas en forma de cruz posiblemente causados por el ataque de aquel caballero

Pero hubo algo que más me aterró y eso fueron dos cuerpos tirados en el suelo, un señor de la tercera edad junto con un joven de pelos verdes

Caminé sigilosamente hacia ellos para ayudarlos pero por desgracia el señor ya se encontraba muerto, era imposible regresarlo a la vida

-Aa-aa-buelitoo- Murmuraba sollozando con esfuerzo aquel joven

Se encontraba agonizando, su pecho había sido perforado con esa marca que ví en un inicio, era devastador está situación

-No te preocupes, ya estoy aqui- Murmuré mientras me acercaba al joven

Sufría mucho, no sólo por las heridas, sino por la perdida de su abuelo

Dispuse a colocar mis manos sobre su herida, dejando liberar mi magia de Diosa para poder sanar su herida, sólo tomo unos segundos

-¿Acaso eres uno de esos angeles que te reciben cuando mueres?- Cuestionó apenas abrió los ojos

-Noo, claro que no- Respondí

-Entonces porque tienes alas... Ahhh ya veo, ¿Acaso eres una de esas diosas que mi abuelito me ha hablado? -Expresó con asombro luego de observar mis grandes alas

-Asi es, soy una diosa

-¿Y mi abuelito? ¿Cómo está mi abuelito?- Cuestionó de momento alterado

-Tu abuelito murió, no logró sobrevivir a esos ataques que recibió, disculpa por no hacer lo posible por ayudarlo- Respondí

El oír esa noticia era doloroso, tenía entendido que era su única familia y que su "padre" había sido el causante de ello

No podía dejarlo sólo, no en esas condiciones,así que decidí quedarme un tiempo con él

De alguna forma tenía que ganarme la confianza de quienes serían mis caballeros del apocalipsis

-Ese maldito de Ironside me las va a pagar, le pateare el trasero por lo que hizo- Expresó entre lágrimas mientras se aferraba al cuerpo de su abuelo

-Te ayudaré con ello, eso tenlo por seguro, por lo pronto hay de darle una sepultura digna a tu abuelito- Expresé

-Tienes razón, ¿Crees que puedas ayudarme?-Ciestionó

-Claro que si- Respondí por último

Y así fue, sepultamos a su abuelo en ese mismo lugar y de mi bolsillo saqué unas semillas de cerezo que tiré sobre su tumba

-¿Porque haces eso?

-Un gran amigo mío me enseñó que dispersar semillas cuando entierran a alguien, hace que su lugar vuelva a florecer y de esa menera es cómo si aún siguieran con vida

Él solo me miró con una leve sonrisa en su rostro

-Muchas gracias diosa

-(tn), ese es mi nombre- Respondí

-Mucho gustó (tn), yo me llamo Percival- Expresó

-Bien, creo que por ahora me quedaré un tiempo aquí, no tengo nada que hacer, pero primero vamos a conseguir algo que comer- Expresé tratando de distraerlo ante su perdida

-Claroo, dejame ayudar a cazar una ave para poder cocinarla- Expresó alegremente

Y así pasaron los días, semanas e incluso un par de meses; no abandoné a Percival por nada

Estuve viviendo con el durante ese tiempos en el "Dedo de Dios", era divertido y la amistad que surgió entre los dos fue increíble, era como tener un hermano menor

Teníamos la misma edad pero el tenía apariencia de un niño de 12 años, en mi visión recuerdo haberlo visto con una complexión similar a la de mi hermano pero tal vez me haya equivocado

Jamás había disfrutado tanto una misión, por primera vez pude tomarme un descanso

Por las tardes, Percival y yo nos tirabamos en el césped a ver cielo mientras comíamos algunos frutos que conseguíamos, aunque está ocasión se dió un giro inesperado

-(tn)

-¿Si?

-Mi abuelo siempre decía que iniciará una búsqueda o viaje ¿Crees que sea peligroso eso?

Había llegado el momento de alimentar al chiquitin de ir en busca a su destino

-Nah, no creo que sea difícil, puede que en el camino encuentres a personas que consideres tus amigos

-Quiero ir entonces- Expresó alegremente con una salto

Supongo que la misión con Percival había llegado a su final

-Muy bien, hoy mismo irás a descubrir nuevos lugares, iré a preparar tu maleta

Y así fue, ese día organice una pequeña maleta con algunas cosas esenciales para su viaje, le expliqué algunas cosas que debería saber y más

-(tn) ¿Porque no puedes venir conmigo? No quiero que te quedes sola aqui- Expresó con un puchero muy a su estilo

-No te preocupes por mi, yo estaré bien, además tengo que regresar a mis obligaciones en el Reino Celeste- Respondí

Percival sólo me observó con una mirada demasiado tierna

-Todo está listo para cuando gustes partir Perci, yo te acompaño en los primeros metros y ya lo demás te tocará ir solo

-De acuerdo

Sin esperarlo, sentí como él me abrazó y se aferró a mis piernas

-Muchas gracias por todo (tn), no sé que hubiera sido de mi sin ti, espero volver a verte pronto- Murmuró con lágrimas

-Nos volveremos a ver, lo prometo- Respondí acariciando su melena color verde

Bajamos juntos los primeros metros de aquella montaña, llegando al punto donde me despedí de él dejándolo sólo

-¡Cuidate mucho!- Gritaba al verme alejándome

Mi misión con Percival había concluido y me eso me alegraba demasiado, ahora sería el trabajo de Lancelot el guiar su camino, al menos eso me había comentado la Deidad Suprema.

Siempre fuiste tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora