Siempre fuiste tú

Capítulo 19: Adios Reino Celeste

(tn)

Aquella misión me tomó meses realizar, pero por suerte logré ayudar a Percival y según lo previsto, pronto llegaría a Liones junto con Lancelot quien se encargo de guiarlo y en compañía de sus nuevos acompañantes

–Es imposible creer que pronto dejaras de estar bajo nuestro cuidado– Expresaba Mael quien desayunaba un delicioso omelette

–No creí que todo fuera a suceder tan rápido– Murmuré mientras le daba un sorbo a mi té

–Nuestra pequeña (tn) se nos va y yo me quedare con los recuerdos vividos– Expresaba Matilde con nostalgia

–No seas dramática mujer, ambos sabiamos perfectamente que este momento pasaría– Mencionaba Mael

Yo solo los escuchaba hablar, no sabía que mencionar ante tal situación, había muchos sentimientos encontrados entre Mael, Matilde y yo luego de haberle dicho lo que mi Deidad Suprema me comentó

Flash back

Había llegado de mi misión y ella me citó en su templo, esperaba recibir otra misión similar pero lo que me dijo, fue algo que me dejó sorprendida

–Hiciste un excelente trabajo con aquel joven– Expresaba con orgullo

–Mi Deidad Suprema, no hay nada que agradecer, es parte de mi deber como Deidad superior

–Mi querida (tn), mi orgullo y admiración hacia ti es inmenso, me has demostrado que eres capaz de mucho más, es por ello que a partir de ahora tu estancia en mi Reino ha concluido

Oír aquellas palabras me dejaron en shock, no esperaba que este momento llegara a suceder demasiado pronto

–¿Está segura de lo que dice? Digo, no es que la contradiga, sólo que....– Expresé nerviosa

–Nunca me he equivocado con mis peticiones pero si aún no estás preparada para volver a tu reino y tomar el control de tu vida, esta bien, pero dejame decirte que ese don que tienes nunca podrá liberarse de manera adecuada si no logras buscar respuesta alguna–Respondió con firmeza

–Disculpe el comentario, supongo que tiene toda la razón–Respondí

–Si no hay más que decir, te otorgo total libertad a partir de ahora, ya cuentas con todo mi conocimiento y el de tu mentor, se que lograrás ser una excelente guia para aquellos caballeros y si algun día piensas en regresar, las puertas de mi reino estarán abiertas para tí, hasta pronto mi niña– Dijo por último antes de darme un beso en mi frente, para luego desaparecer y dejar unos cuantos destellos dorados en su lugar

Yo había quedado paralizada a tales palabras, se sintieron tan reales y su beso fue algo tan cálido

–Prometo no fallarle– Susurré antes de salir de su templo

[...]

Era algo conmovedor estar en mi último desayuno a lado de ambos quienes siempre estuvieron muy presente durante mi estancia en este reino

–Agradezco infinitamente por todo lo que ustedes dos hicieron por mi durante estos seis años, me apena mucho saber que este es mi último desayuno con ustedes– Expresé interrumpiendo su pequeña discusión

Mael solo me observó con una sonrisa y Matilde solo optó por acariciar mi mejilla

Luego de una larga mañana a su lado, ambos me ayudaron a ordenar mi habitación antes de partir a Liones

–¡Definitivamente llevaré cada atuendo que me has realizado!– Expresaba alegremente

–¡Llévate todo! Yo seré feliz de saber que mi niña los usará con orgullo– Respondia Matilde

–Aun no puedo creer que mañana estaré en Liones y que luego de mucho tiempo podré ver a mi familia, a mi hermano y a él...– Murmuré mientras retiraba mi fotografía de aquel tocador

–Ese principe y tu harían una bonita pareja, solo espero que aún siga esperando por ti– Decía Matilde con ilusión

–Sólo espero que no te distraigas con él, eres una Deidad superior y tienes una gran responsabilidad sobre tus hombros– Mencionaba Mael

–Eso es algo que tengo en claro, además, tengo en claro que debo buscar la manera de liberar mi don del "oráculo", aún me duele tener visiones no precisas– Respondía ante los comentarios de Mael

–Bueno, creo que haciendo todo esto a un lado, puedo decir que todo está tal y como llegaste, ya hemos terminado por completo tu equipaje y tu habitación ya está lista para entregar– Murmuró Matilde

–Es verdad, será mejor que emprendas tu vuelo antes de que sea demasiado tarde– Decía Mael

Todo era tan pronto, me sentía feliz pero también me dolía dejar atrás este lugar o más bien, a mis dos fieles ayudantes, definitivamente echaría de menos a Mael y a Matilde

–Muchas gracias por todo Matilde, extrañaré mucho tu compañía– Decía mientras le daba un último abrazo

Ella tenía sus ojos cristalinos y apenas si podía hablarme, era claro que está despedida la conmovía demasiado

–Cuidate mi niña, sé una gran Deidad ¿Si?– Murmuró mientras me daba un beso en la frente

–Yo me encargaré de encaminarte un poco ¿Vale?– Mencionaba Mael ya con una voz entrecortada

Y así fue, salimos del templo sagrado dónde había Sido como mi segundo hogar y en cuentos de minutos ya nos encontrabamos a unos metros lejos del Reino Celeste

–Bien, creo que hasta aquí llega mi servicio señorita, ya no podré hacer más por ti, mi Deidad superior– Expresaba Mael con unas cuantas lágrimas

–No exageres Mael, espero volver a verte algún día, gracias por todo– Respondí dandole un fuerte y fugaz abrazo

–Te un buen viaje de regreso y te deseo lo mejor, cuídate niña– Dijo por último antes de separarse de mi para luego darse la vuelta y regresar al Reino

Y finalmente luego muchas despedidas, emprendí mi vuelo en dirección al Reino de Liones, no sabía si hacía lo correcto o no, pero si de algo estaba segura, era que deseaba por fin verlo después de tantos años

¿Será que se sorprenda al verme? ¿Recordará aquella pregunta que alguna vez le escribí? ¿Que tanto habrá cambiado?,  era lo único que pasaba por mi mente.