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[🥦]

— Izuku Iida es declarado culpable por el delito de homicidio culposo a sus dos padres...

— N-no fue mi culpa — el lindo pecoso susurro frente al estrado, su mirada baja y sus ojos llenos de lágrimas por todo lo que estaba pasando, apenas tenia 18 años.

— Pero, al escuchar los testimonios y todas sus declaraciones, hemos tomado la decisión de no mandarlo directamente a la cárcel, usted irá a un hospital donde se le dará apoyo psicológico — el menor levantó la mirada sorprendido, no era algo que realmente esperaba.

— ¡Pe-pero...!

— Silencio, he dicho, se cierra el caso, buenas tardes — la jueza se fue del lugar e Izuku fue escoltado por algunos policías hasta una ambulancia, el pecoso estaba asustado, no estaba para nada seguro de lo que le iba a pasar en ese momento.

Los sonidos por el lugar eran extraños, pero aún así, ya estaba acostumbrado a todo eso, era normal, sus zapatos resonaban y el expediente en sus manos   sobre las citas que tenía previamente.

Levantando la mirada de encontró con su muy buen colega y mejor amigo, Kirishima Eijiro, el pelirrojo se veía resplandeciente como siempre, con su sonrisa puntiaguda y su mirada afilada, él por su parte solo le veia con fastidio, era demasiada energía para su gusto.

— ¡Bakugo! — saludo el pelirrojo acercándose animado.

— ¿Qué mierda quieres? — hablo con enojo, mientras guardaba su pluma.

— Hoy llega uno nuevo y adivina quién es son sus encargados — dijo moviendo sus cejas de forma extraña, el cenizo le vio con fastidio y duda.

— ¿Los dos?

— Los tres, de hecho, Todoroki tambié va a estar implicado en esto — aseguro sonriendo.

— ¿Qué? ¿Porque mierda los tres? — hablo totalmente confundido, solo se debía asignar a un psiquiatra a cualquier paciente.

— Bueno, dicen que este es especial, mato y violo a su madre, además de asesinar a su padre y dicen que tiene personalidad múltiple y un pacto con el diablo.

— No me jodas, hay gente peor aquí y solo tienen a dos siquiatras — hablo con molestia.

— Bueno, la cosa es que en un inicio solo seríamos tú y yo, pero Todoroki insistió en formar parte, así que se lo permitieron, con eso de que es hijo del director de este hospital.

— Tsk, bien, a qué hora debemos ver a este niño — el pelirrojo vio su expediente, checando los horarios y sonriendo.

— A ti te toca en cinco minutos.

— ¡¿Qué?! Mierda — el cenizo se fue empujándolo en el proceso, Kirishima nego, Bakugo no era un hombre que estuviera al tanto de su teléfono, así que no es como que estuviera al tanto de sus citas, varias veces habia sido reprendido por eso.

El rubio iba corriendo por los pasillos, varios pacientes del lugar le gritaban mientras corría, pero no les hacía caso, al llegar a su consultorio, tomando aire mientras se apoyaba en sus rodillas, se limpio el uniforme y abrió la puerta.

Una habitación grande y blanca lo esperaba, había una mesa en el centro y una enorme pared transparente con varios huecos detrás de esta, esa era usada en caso de que el paciente fuera hostil, al parecer este chico no lo era apesar de todo, se sorprendió cuando un chico de cabello verde, demasiado pequeño, ojos enormes esmeralda brillantes, pecas en mejillas de porcelana, realmente si había algo para describirlo era simple.

Trauma-(Kirideku/Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora