02

551 68 2
                                        

[🍂]

La familia Iida.

Una familia de alto renombre, reconocida por sus múltiples marcas patrocinadas y ser uno de los mayores productores de vehículos en Japón.

Tenían dos hijos, el mayor, Tensei, un joven demasiado amable y que siempre sonreía a cualquier problema, era el heredero perfecto para los Iida, por otro lado, su hijo menor, Tenya, era demasiado reservado, no iban a negar del ingenio de su hijo menor, pero no era apto para el manejo de una gran empresa.

Tenya era muy propenso a buscar peleas inútiles con tal de afirmar su razón en algunas cosas, testarudo y controlador, no era demasiado amigable y era de esas personas con las que no quisieras relacionarte a menos que fuera demasiado necesario, además cuando sus padres fueron francos y le dijeron que no estaria ni siquiera como segundo al mando en la empresa, algo estallo en él, era obvio que no queria eso, él deseaba gobernar el imperio de sus padres, no Tensei, su hermano mayor, a su gusto, era demasiado amigable para tener bajo su mando tal poder.

Hizo lo que pudo, incluso intento asesinar a su propio hermano unas dos veces, sin éxito obviamente, sus padres fueron claros y él con lo único que se quedaría sería con ganancias.

Para cuándo sus padres fallecieron Tensei franco y serio lo echo de casa, claro no lo dejo en la calle, una casa enorme se le fue otorgada y siempre recibía lo que le correspondía de las ganancias de la empresa, era un puto mantenido y no era algo que soportaría.

Con el tiempo él creo su propio imperio, comenzando desde cero pero siendo un gran empresario con miles de personas bajo su mando, era la misma competencia de su hermano.

Conoció a una chica, Uraraka Ochako, una linda castaña, joven y demasiado trabajadora, el verla todos los días en l oficina era un lujo para él, al final, cuando se le declaro la misma lo rechazo, ella sabia como era Tenya Iida y como dije, no era alguien con quien quisieras relacionarte, aunque al final a la castaña no le sirvió de mucho, Iida era una persona que no se cansaba hasta conseguir lo que quería y deseaba.

Así que haciendo mil y un cosas, obligo prácticamente a Uraraka a casarse con él, apesar de que ella estuviera totalmente en desacuerdo, no tuvo muchas opciones en ese momento.

— Eres una maldita inútil — la castaña veía con miedo a su "esposo", se había enterado que ella era una mujer infértil, no podía tener bebés y la idea de tener algo con alguna otra mujer le daba asco.

— ¡Te lo dije! ¡No quería casarme contigo no tienes derecho a quejarte! — un fuerte golpe llegó a su rostro, la castaña asombrada se cayó al suelo, temblaba y no podía siquiera verlo a los ojos.

El peliazul se fue de la sala, dejando a la castaña lastimada y llorando.

A la mañana siguiente la castaña estaba junto al peliazul en un orfanato, quizá no sería alguien de su sangre, pero podría elegir al mejor candidato para ser el fiel heredero de su empresa.

Además, si no tenía buenos lazos con Ochako todo sería perfecto, ya que ella no podía mangonearlo.

El peliazul iba frente, firme y serio, mientras que Uraraka iba demasiado agobiada, su mirada baja y un vendaje en su mejilla del golpe del día anterior.

— Vera Iida-San, hay varios niños, puede convivir con ellos un rato y ver con quién congenia — la amable señorita sonrió, Iida solo asintió y le siguió, dejando atrás a Ochako.

Trauma-(Kirideku/Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora