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[🫀]

— Originalmente Izuku Midoriya... Tenías un apellido curioso — el niño.tenia su maleta en mano, además de un lindo uniforme, viendo a aquel hombre de enorme estatura — aunque a partir de ahora seras Izuku Iida, recuérdalo bien — Uraraka estaba sorprendida, la delicadeza y suavidad con la que Iida trataba al niño nunca la habia visto y eso le preocupaba.

Al final del día al llegar a casa el peliazul llevo solo al pequeño a su nueva habitación.

Uraraka estaba intranquila, demasiado intranquila.

Las semanas pasaron, los meses pasaron, los años pasaron, Izuku ya tenía diez, tenía una excelente relación con su madre, pero no con su padre, ya que el mismo casi nunca estaba en casa.

La infancia de Izuku se podría denominar como tranquila, ya que estar con su madre todo el día después de regresar de clases, jugar con la misma quien le ayudaba con sus tareas y ya después veían películas si daba tiempo, era tranquilo y llevadero, hasta que papá llegaba.

Siempre ers lo mismo, a la hora de la cena su madre desesperada por satisfacer a ese hombre, aveces veía como el mismo la golpeaba y humillada mientras lo obligaba a él a ver.

No, no fue tranquila.

Fue horrible.

Ver los maltratos de su padre a su madre no hacían más que lastimarlo a él, por eso era tan asocial, además cuando a él lo diagnosticaron con un leve autismo, su papá por primera vez en los 5 años que había vivido con él, le pegó, le pegó de una forma tan horrible que incluso su madre tuvo que intervenir y recibir golpes ella por su hijo.

Las cosas cambiaron, ya que Iida no veía a su hijo como el pequeño hijo inteligente digno de su imperio, ahora era un idiota que, por su condición, era un completo inútil, inútil al que devia encontrarle un uso.

Para cuándo Izuku entro a secundaria y comenzó a pasar tiempo con Shoto, el peliazul noto que el menor se alejaba poco a poco, no tenia razones para sentirse mal por ello, pero, por alguna razón el llegar a casa y noverlo le causaba molestia, molestia que era descargada en su esposa teniendo "sexo" .

Llegó un punto en el que ya su mujer no era suficiente, necesitaba descargar su molestia en algo más.

En alguien más.

Todo se fue al carajo cuando Izuku llevo a ese niñato, el muy imbécil se atrevió a gritarle que dejara a Izuku desphes de recalcarle lo inútil que era, desde entonces supo que debia hacer algo.

Iida como he dicho antes, era demasiado calculador, así que mantuvo en la vista a Izuku por un tiempo, para cuando le comentaron lo sucedido con Todoroki en aquel salón, Iida supo que su pequeño hijo si tenía una utilidad.

Paso el tiempo, dice que lo que más tarda es lo que más se disfruta e Iida sabía aquello muy bien, para cuando Izuku entro en preparatoria, durante una reunión con sus amigos, el peliazul termino demasiado borracho.

— Tu hijo es muy lindo — menciono uno de sus allegados.

— No seas marica — menciono otro, el peliazul no dijo nada, solo se los quedo viendo, después dirigió su mirada al pecoso que ayudaba a su pobre madre en la cocina a cargar unas cuantas cervezas más.

Trauma-(Kirideku/Bakudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora