"¿Estás Bien?"

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Llego a su casa donde su esposa lo recibió con una sonrisa, la ignoro, fue a la cocina, sacando todas las botellas de whisky que tenia en el estante, se sentía mal por lo que había dicho y hecho a Seokjin.

Seokjin era su chico, le encantaba desde hace tiempo pero no iba a arriesgar todo lo que hizo por cinco años, su familia ya creía en su falsa heterosexualidad y estaba casado con la esposa perfecta. Pero Jin, había estado con el porque en serio le gustó y lo hacía feliz.

—¿Estás bien? — escucho la voz de Jisoo.

Ya había terminado dos botellas en corto tiempo y se sentía mal, pero no quería parar.

—Se que no hemos estado muy bien — Jisoo le sirvió otro trago a su esposo —, pero ahora te necesito.

Namjoon no la miro, solo bebia. Ella le quitó el trago y se acercó hasta que pudieron juntar sus labios.

—No, yo no quiero. —dijo tratando de separarse pero por su ebriedad le fue imposible

—Shh. Silencio, mi amor. —lo acostó en el mueble.

Su esposa empezó a quitarle la camisa, cuando lo logró bajo a besar su cuello y poco a poco yendo a su abdomen.

—Te amo. — dijo. Namjoon la levantó rápido y la besó, agresivamente y con pasión.

Ella se separó y con desespero le quitó sus pantalones de su esposo, luego su ropa interior dejando ver su miembro no tan erecto.

Se quito la ropa y introdujo el miembro del mayor en su intimidad, moviendo sus caderas encima de él mientras liberaba gemidos. Gemidos agudos que al peligris no le gustaban para nada pero después de todo estaban teniendo sexo.

Gruñó un poco, tomó las caderas de su esposa y unieron sus movimientos entre gemidos y besos. Namjoon hizo su cabeza hacia atrás.

—Dios, Ji-Jin— soltó un gruñido, Jisoo lo ignoro por completo consentrandose en sus movimientos para satisfacerlo.

Y así hasta que ella llegó a su orgasmo, antes de que su querido esposo se viniera dentro sintió como era levantada de encima de él y como los calientes líquidos de su esposo caían en su abdomen. Al fin y al cabo Namjoon no quería tener hijos.

[...]

El fin de semana había pasado con tranquilidad y aunque se sentía mejor como para asistir a clase, se seguía sintiendo algo incómodo con la idea de volver a verlo.

Estaba guardando algunos libros cuando sintió a alguien detrás de él tocar su cintura, no había nadie en el pasillo y sabía quien era.

—Solo escúchame ¿si? — era Namjoon, definitivamente — Lo siento, pero tenemos que hablar, quedémonos al terminar las clases, por favor. — dijo con ruego en su tono de voz y luego lo soltó, se fue.

Se quedó paralizado, sintiendo su corazón acelerado. Lo había tratado tan mal pero seguía emocionandose con su tacto, no quería dejarlo a pesar de todo ¿tan poco amor propio tenía ahora?

Rápido camino a su salón, se sentó al lado se Jungkook y este notó su comportamiento.

—¿Estás bien?

—Si... Tengo que quedarme después de clases, ya sabes.

—Pero Jin. — fue interrumpido.

—Lo sé, Jungkook, no merezco volver a ser su juguete, pero no me quiero alejar aún, no puedo. Le pediré disculpas por lo que dije y seguiremos como siempre, lo necesito. — abrió su cuaderno cuando el maestro que les tocaba llego.

A student's secretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora