Nota: OS inspirado en mi fanfic Latidos, es ajeno a la trama.
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Una calidez embriagadora envuelve su cuerpo.
- Oh ricitos, justo ahí...
La voz bañada en placer de su Jojo aviva el fuego en su interior, sus entrañas parecen derretirse y su lívido explota.
Las piernas abrazan con mayor fuerza sus caderas, los brazos alrededor de su cuello lo aprisionan y siente la respiración agitada contra su oreja, sus embistes se vuelven rudos, dando directo al lugar predilecto de su esposo, elevando hasta las estrellas sus cuerpos.
Su Jojo deja libre su cuello, eso le permite levantar su rostro de la curva del cuello ajeno, observa con detenimiento esa expresión de placer puro, sus párpados apretados, sus labios abiertos en una perfecta O y su entrecejo fruncido, comienza a besar sus mejillas, saboreando el sudor de las mismas y hundiéndose más en él de ser posible, esos sonidos obscenos que salen de esa boca tan pecaminosa en combinación del choque de sus pieles húmedas le elevan más.
- Ricitos... No creo soportarlo más...
Habló jadeante, entreabriendo sus ojos, las lágrimas adornando el rabillo de esos ojos mieles, atrapando con sus dientes su labio interior hasta hacerse daño, una mano pequeña dejó de arañar sus espalda para meterse entre ellos y estimular aún más su miembro.
- Vamos Jojo, correte solo para mí...
Envolvió una de sus manos sobre la de su esposo, ayudándole a llegar al tan ansiado orgasmo, él también comienza a perseguir su placer, embistiendo con mayor fuerza, meneando sus caderas en círculos y provocando que los vellos en su piel se erizen.
No dejan de mirarse, las pupilas consumen por completo ese iris miel, sus cejas tan juntas que parecen tocarse y formar una sola, su respiración es errática y el color carmesí invade todo el rostro bañado en sudor.
- Oh...
Y su orgasmo llega, azota el cuerpo de su Jojo de tal manera que los espasmos hacen a su cuerpo moverse de tal manera que provocan la llegada del suyo.
Antes de alcanzar el clímax, se aparte con brusquedad, escala sobre el cuerpo de su esposo hasta que su miembro queda a la altura de ese rostro angelical, comienza a masturbarse y Joaquín abre la boca gustoso para recibir todo lo que tiene para él.
- Ricitos... Sabes que me encanta probarte después de que me folles...
Esas palabras... Su picardía al decirlas, su sonrisita de niño inocente, esos ojos pestañeantes como si no rompiera un plato, la manera en que frunce su nariz que le hacen ver más travieso.
Su lengua traviesa rozando su glande fue la chispa que necesitaba para llegar al orgasmo de una manera brutal, salpicando ese rostro divino bañado de deseo, la manera tan exquisita que tuvo de recibir su glande dentro de su boca, las succiones finales para no dejar ni una sola gota, ese atrevimiento al no apartar la mirada, sabiendo perfectamente que esa es su debilidad.
Cuando su Jojo dejó en libertad su miembro, comenzó a alejarse, llegando hasta las caderas de su esposo y mirándole.
¿Cómo alguien tan bello podía llegar a ser tan provocativo?.
Era algo que siempre se preguntaba después de cada encuentro, cuando se toma todo el tiempo del mundo en apreciar la belleza natural de Joaquín, en sus 4 años de matrimonio seguía sin entender como ese aspecto angelical solo era la fachada de un demonio lujurioso.
Sonríe con gracia, su Jojo le mira embelesado, él también es consciente del efecto que tiene en su esposo, sabe que siempre le mira hambriento a la hora de ducharse, cuando se viste para ir al trabajo, cuando cocina las recetas de Julieta, cuando le ayuda al mantenimiento de A Day In The Life, cuando Nikolas lo utiliza de modelo para sus trajes...
Lo mira con hambre todo el tiempo.
No es que le pueda reprochar algo, él también lo hace, lo mira cuando se para frente al espejo y mira su cuerpo con esas prendas que Nikolas solo diseña para él, lo mira cuando tiene su mandil de trabajo y hace bouqués, le mira cuando van de compras y se detiene a mirar los artículos de bebés, le mira cuando están de paseo por Strawberry Fields y recuerda el momento en que le entregó su alma.
Siempre mira a su Jojo con amor.
Se acuesta sobre él sin dejar caer todo su peso, se apoya con sus antebrazos a los lados de su cabeza, admira cada detalle de su rostro, desde el nacimiento de su rostro hasta su mentón, la manera en que sus cejas enmarcan esos ojos soñadores, sus pestañas tupidas y rizadas adornando su rostro, esa nariz pequeña y sonrojada a la par de sus mejillas, su sonrisa tan cálida y abierta, labios jugosos y provocadores.
- No sé si será tu mirada o tu sonrisa apasionada pero aprendí a ser feliz desde que te conocí...
Le susurra con total amor, no soportando más y terminando de abrazar a su Jojo para rodar sobre su espalda y que quede sobre él, encajando de manera perfecta como la primera noche que durmieron juntos.
- Hoy andas muy cariñoso, ricitos... ¿Realmente me extrañabas? - Preguntó con anhelo, él también había estado de meloso desde que Emilio puso un pie en Brooklyn.
- Claro que no, Jojo - Dijo en broma, mirando a Joaquín y como su expresión caía un poco, con su índice y pulgar le sujetó del mentón para que lo volviera a mirar - Sentía que moría en cada segundo que pasaba sin ti, amore mio.
Le besó con añoranza, pasar un mes fuera del país fue difícil, no se habían separado durante sus 4 años de matrimonio y estar sin su Jojo parecía la peor de las torturas.
Despertar sin tenerlo a su lado. Irse a dormir sin que antes Joaquín le regalara esa sonrisa enamorada. Caminar por las calles sin alguien que jugara con sus dedos entrelazados. Una llamada telefónica no bastaba. Videollamadas que no era igual a tenerlo de frente y ver su divinidad.
Porque su Jojo siempre ha sido todo para él y no puede pedir más que solo tenerlo a su lado por siempre.
¿Y Qué Más Puedo Pedir?, La Luz Del Sol Por La Mañana Y Te Despiertas En Mi Cama, Toda Una Noche Junto A Ti.
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Inspirado en Que Más Puedo Pedir de Dvicio.
3/3.
Y después de dos meses sin actualizar, he regresado :)
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𝐺𝑜𝑜𝑑 𝐼𝑛 𝐵𝑒𝑑 | 𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑐𝑜
Fanfiction𝐴𝑛𝑡𝑜𝑙𝑜𝑔𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑂𝑆 𝑒𝑟𝑜𝑡𝑖𝑐𝑜𝑠. • 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑖𝑡𝑜 𝑦 𝑙𝑒𝑛𝑔𝑢𝑎𝑗𝑒 𝑣𝑢𝑙𝑔𝑎𝑟. • 𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑜 𝑡𝑜𝑝𝑠¡ 𝐽𝑜𝑎𝑞𝑢𝑖𝑛 𝑏𝑜𝑡𝑡𝑜𝑚!.