Abraza el cuerpo delgado con calidez.
Enreda sus dedos en los rizos medianos, su otra mano se desliza una y otra vez por toda la extensión de la espalda, inhala el aroma propio del chico.
Ríe por lo bajo cuando siente los labios del chico en su cuello, el pequeño es tan insaciable que le vuelve loco.
La mano que acaricia la espalda desciende un poco más hasta llegar al trasero. Lo aprieta con diversión mientras siente al chico removerse y alejarse de su cuello para mirarle.
Sonríe embelesado, su mano libre viaja hasta el rostro, acaricia la mejilla con suavidad y observa al bello ángel recargarse en su toque.
- No te salgas de mis brazos, que hoy mis brazos son cadenas, porque quiero que mis manos, hoy de ti se queden llenas...
Dijo en un susurro, atrayendo con su mano el rostro del chico, mirando por última vez ese rostro tan plácido y angelical, besándole con completo y sincero amor, haciéndolo saber con ese gesto lo enamorado que está.
Un beso suave, caricias repartidas por todos los lugares de sus cuerpos, disfrutan de la calidez que emanan, esa manera tan especial en la que sus cuerpos encajan.
La falta de aire les hace separarse, se miran con total pasión, sus respiraciones se mezclan y las ganas de querer devorarse llenan su interior.
Vuelven a unir sus labios, ahora en un beso más profundo, más sucio y hambriento, las manos reparten caricias firmes, tocan sus puntos erógenos y los jadeos se quedan atrapados entre sus bocas.
Sin demorarse más, el chico encima suyo acomoda sus piernas a ambos lados de sus caderas, siente esa mano pequeña y cálida sujetar su miembro e introducirlo de un solo movimiento en su interior.
Un gemido fuerte rompió el beso, el placer inundó sus torrentes, tienen sus ojos cerrados con fuerza, la manera tan exquisita que tiene de recibirlo, como sus paredes aprietan su miembro y le hacen querer correrse solo con eso.
Las manos del chico se apoyan sobre su pecho, una mirada cargada de lascivia fue suficiente para empezar el viaje al paraíso, un vaivén lento que les hace desfallecer, sus manos se posan sobre la cintura para así ir guiando los movimientos, no rompen el contacto visual por nada, se dejan envolver por la ardiente capa de deseo que los cubre.
Los embistes suben de intensidad, las manos aprietan su agarre en la cintura, las uñas se entierran en la piel de sus hombros, el sonido de sus pieles al chocar es tan excitante que mueve sus caderas para encontrarse con las propias del chico al subir y bajar.
Le da alivio al chico cuando toma las riendas de la situación, sus manos bajan hasta quedar sobre las nalgas, abriéndolas para tener más libertad de moverse, sonrió cuando el pequeño encima suyo se dejó caer sobre su pecho, rodeando su cuello con los brazos y mordiendo la piel de esa zona, para reconfortarlo le dió un beso tierno sobre la cabeza, susurrándole:
-No sabes cuanto te amo, Joaquín Falling...
Al terminar de decir esas palabras llegaron al tan ansiado orgasmo, apretó aún más la piel entre sus manos y Joaquín mordió con fuerza su cuello, los espasmos de placer azotaron sus cuerpos, se hunden en la calidez del momento, de ese pequeño instante de éxtasis que les hace pedir más.
Cuando se hubieron recuperado un poco, buscó con la mirada la pequeña manta a lado de la silla de descanso, se cubrieron y con total delicadeza abandonó el interior de Joaquín para poder acomodarse mejor.
- Tú no mides lo mucho que te amo, Emilio Webster...
Joaquín susurró, dándole un beso en la barbilla para dejar descansar su cuerpo sobre su torso.
Acarició los cabellos de Joaquín, enredando sus dedos entre los rizos medianos, le miró con total admiración, recordando la primera vez que vió ese rostro angelical, como cedió al primer coqueteo del chico y de ahí no pudo regresar atrás.
El olor de la hierba llega a sus narices, inspira el aroma del verano y se entrega al sueño, más convencido que nunca de que se volvió millonario en el momento en que Joaquín aceptó ser su esposo para toda la eternidad.
Te Sacudirás El Pelo Para Que Jamás Nadie Lo Sepa, Nos Iremos Con El Alma Y Con El Cuerpo Con Olor A Hierba.
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Inspirado en Con Olor A Hierba de Emmanuel.
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𝐺𝑜𝑜𝑑 𝐼𝑛 𝐵𝑒𝑑 | 𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑐𝑜
Fiksi Penggemar𝐴𝑛𝑡𝑜𝑙𝑜𝑔𝑖𝑎 𝑑𝑒 𝑂𝑆 𝑒𝑟𝑜𝑡𝑖𝑐𝑜𝑠. • 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑠𝑒𝑥𝑢𝑎𝑙 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑖𝑡𝑜 𝑦 𝑙𝑒𝑛𝑔𝑢𝑎𝑗𝑒 𝑣𝑢𝑙𝑔𝑎𝑟. • 𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑜 𝑡𝑜𝑝𝑠¡ 𝐽𝑜𝑎𝑞𝑢𝑖𝑛 𝑏𝑜𝑡𝑡𝑜𝑚!.