Crónicas de una chica enamorada

Capítulo 52: Esperanza

Pronto empezaron a llamar a los graduados, aunque su valor se mantenía intacto, las manos le sudaban, pero al menos la gente se concentraba en esperar a escuchar sus propios nombres.

—Sophia Miller.

Tragó en seco antes de colocarse de pie, ninguno de sus compañeros aplaudió, mucho menos de las otras carreras y en la sección de acompañantes solo podía escuchar a un par y estaba segura de que eran sus padres. Bajo el ojo crítico, caminó bastante temblorosa y sintió que el escenario se alejaba, fue en línea recta, sentía sus piernas ceder en cualquier momento, pero se dijo que no perdería la poca dignidad frente a estas personas; fue entonces cuando oyó un grito de apoyo.

— ¡Felicidades, Sophie!—Era Vanessa, quien se paró en su asiento y la aplaudió entre vítores.

No estás sola, se recordó a sí misma, “paso firme y mirada segura”, estrechó la mano del decano y los demás maestros con seguridad y además de eso, posó para la fotografía, al bajar, dirijo su mirada hacia la sección acompañantes y vio sus padres de pie aplaudiendo con fuerza. Estaría bien, solo necesitaba a las personas que creyeran en ella de su lado.

¿Cuánto valor le debía a Vanessa?, desde el principio ha sido ella quien la apoyó en todo el turbulento camino que fue ingresar en STARS, han estado juntas por cinco años, este no sería el final de su historia.

Cuando la ceremonia terminó, los recién graduados se reunieron con sus familias, Sophia se acercó a saludar a los padres de Vanessa y luego le dio un fuerte abrazo de agradecimiento, su madre los invito a unírseles a la cena, pero ellos habían decidido regresar a su ciudad natal, ya que su familia le preparó una pequeña fiesta. Al final se despidieron prometiendo no volver a perder contacto, aunque la promesa recaía principalmente en Sophia.

La facultad organizó un último brindis para despedir a los graduados, pero no quiso quedarse, su familia decidió salir dirigirse lindo restaurante y celebrar tranquilos, después de todo con tantos ojos juzgando sus acciones no valía pena permanecer más en ese lugar, cuando tuvo su teléfono en las manos, confirmo uno de sus tantos temores para ese día, las fotos de su asistencia a la graduación fueron publicadas, aunque recibían menos atención, luego de que Lane confirmara que regresó con Daniel, parecían creer que lo sucedido en la gala fue un montaje para llamar la atención de su terrible relación.

Su madre se encargó de reservar un lugar privado, donde no pudieran molestarlos, se hicieron fotos y brindaron en honor a Sophia, era todo lo que podía pedir y más para un día tan especial.

— ¿Qué es esto? —preguntó observando el regalo de sus padres. —no debieron molestarse.

Abrió la cajita de joyería y encontró una delicada cadena de oro, adornada con un medallón tallado con una flor en el centro.

—Es hermoso, gracias.

—Es un iris, representa la esperanza— la señora Miller se aceró a ella para colgarlo en su cuello —Nunca te olvides de ella, cariño.

“La esperanza”, qué bonito sonaba tenerla presente, con tantas desgracias sucediendo en su vida.

Sophia dormiría en el sofá de la sala por esa noche, ya que no había más camas en su pequeño apartamento y aunque era bastante amplio no podía conciliar el sueño, se removió en el sin poder encontrar una posición lo suficientemente cómoda que le permitiera dormir.

Se levantó molesta y fue a la cocina en busca de agua, noto que la ventana se encontraba entre abierta, se acercó para cerrarla, pero una pequeña maceta de cactus se lo impedía, al parecer su madre lo había puesto al sol en la mañana y olvido guardarla al regresar, le sorprendió que sobreviviera hasta ahora a pesar de las adversidades de haber permanecido sin una gota de agua por meses y aun así con un poco de cariño maternal y una buena limpieza lucia casi como un pequeño retoño seco, luchando por sobrevivir, pero justo al centro entre las pencas opacas el verde hacia presencia sobre lo demás.

Esa noche tuvo un sueño, recordó la sonrisa de Byron, sus caricias, sus labios, sus ojos y cada pequeño detalle de su rostro, eran felices y caminaban al atardecer por la playa. La forma en que sujetaba sus manos se sentía real y su corazón que no distinguía de la realidad, latía con fuerza llenándose de amor, quiso abrazarlo, pero el se alejó, dio tres pasos y retrocedió, ella no pudo moverse y se derrumbó en lágrimas sin poder evitar que la dejara.

Despertó por el zarandeo de su madre intentando despertarla, tenía los ojos demasiados hinchados debido al sueño, inconscientemente, parece que estuvo llorando.

Su corazón se sentía lastimado, pero su mente tranquila, le alegro volver a verlo aunque fuese en sus sueños, incluso allí no tenían un final feliz, se preguntó ¿cómo se sintió luego de que ella lo dejó? Aunque fuese falso, la forma en que el retrocedió y luego le dio la espalda fue demasiado para su mente, como si se ahogara en un lago y no pudiera salir a flote por oxígeno, puede que se arrepienta de su decisión, pero el amor es así, no hacemos lo correcto para ambos, sino lo que creemos será bueno para mantenernos a salvo.

—Tienes visitas—informó la señora Miller —está esperando abajo.

Sophie se incorporó extrañada y se sentó en el sofá con cara adormilada, Vanessa había regresado a su ciudad natal, así que no había forma de que fuese ella, ¿Quién podría ser?, nadie sabía de su graduación, aunque con todas esas fotos en STARS puede que la noticia haya crecido mientras dormía, fue hasta el baño para lavar su rostro y cepillar sus dientes.

—Deberías darte prisa, aunque pienso que lo mejor es que seas discreta al verlo.

Arrugo el ceño ante el concejo de su madre, termino de limpiarse y fue hasta la cocina, su padre estaba preparando el desayuno distraído mientras escuchaba la radio, tomo un vaso de agua y camino hasta la puerta.

— ¿Quién es?—preguntó confundida

—Es Daniel.