Capítulo 21: Un día para mí

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BunnyS'M entro al top 10 más mencionados de la semana, sus habitantes empezaron a enviarle mensajes constantemente solicitando concejos sobre cómo lidiar con su gusano verde, era increíble el impacto y atención que su pequeña columna gano

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BunnyS'M entro al top 10 más mencionados de la semana, sus habitantes empezaron a enviarle mensajes constantemente solicitando concejos sobre cómo lidiar con su gusano verde, era increíble el impacto y atención que su pequeña columna gano. Su familia llamó, tan pronto amaneció para informarle que habían comprado la revista, la señora Miller estaba tan orgullosa que se dispuso a iniciar un álbum de recortes para ella; no podía estar más feliz.

Cuando regreso a PRIMS el lunes Lucas la recibió emocionado con la información de que las visitas a al sitio web de la revista aumentaron en un 35% solo por ella, su columna fue la más visitada durante toda la semana y eso se vio reflejado el viernes por la tarde cuando recibió su primer pago, un "pequeño" incentivo, así lo llamo Daniel. Al principio estaba preocupada pensando en que hubo un error, pero luego de confirmar de qué todo estaba bien quiso dar saltos de alegría, ¿A qué practicante le pagaban casi tres veces lo prometido?, bueno BunnyS'M era la excepción de la regla.

Estaba acostada en su cama un domingo por la mañana respondiendo algunos mensajes, comentarios y leyendo uno que otro negativo, pero a estas alturas no podía importarle menos.
Vanessa salió desde temprano, su novio la llevaría de compras por la ciudad y no regresaría hasta tarde, Sophie empezaba a tener hambre y ahora que había recibido su primer pago se planteó pedir algo delicioso, pero opto por salir a comer por la ciudad, se lo merecía.

Tomo una ducha, luego se sentó en su cama y navego por internet leyendo varias reseñas antes de decidirse por comer comida italiana, había un restaurante nuevo en la ciudad que había llamado la atención por sus pastas, cerca del norte en un sector exclusivo, el problema eran las reservas, se aventuró por suerte y para su alivio obtuvo una. Opto por llevar ropa semiformal, el lugar tenía reglas con respecto a la vestimenta.

Debía admitir, que le gustaba mucho el ambiente en general de Florencia, después del festival todo parecía más tranquilo y al ser domingo las calles estaban despejadas, cuando observaba tanta tranquilidad le entraban ganas de hacer caso al concejo de su papá y traerse un auto con ella para facilitar su movilidad, pero siempre se negaba no era lo mismo conducir en su ciudad, aquí era mucho más fácil tomar el transporte público o contratar un servicio por aplicación, demasiadas calles por memorizar.

Al llegar estuvo bastante sorprendida con el lugar, era mucho más bonito en persona, el ambiente era lujoso, pero no excesivo, la gente prefería venir a cenar que a almorzar por lo que no estaba tan lleno, un hombre en la entrada la guio hasta su mesa luego de verificar su reserva, tuvo suerte de estar cerca a la ventana, tenía vista a la calle y un vidrio antiruido, acompañada de la suave música que tocaban los altavoces creando un ambiente agradable a su alrededor, le gustaba, se sintió cómoda allí.

— ¿Espera alguna persona señorita?—Pregunto una mesera extendiendo el menú hacia ella

—No, solo yo gracias.

La mujer se retiró para darle privacidad, ya había observado el menú en internet, aunque aún estaba dudosa de pedir o no una entrada, cuando estuvo lista para ordenar observó a la mujer atendiendo las mesas cerca a la entrada e intento llamarla, la mesera se acercó a ella sonriente y fue entonces cuando Byron y Daniel Roberts ingresaron al lugar. Debió suponer desde el principio que algo como esta sucedería, pero no esperaba que fuese tan pronto, no estaba lista para verlo a la cara; al entrar acapararon completamente la atención siendo dos hermanos bien parecidos, altos y con presencia, trato de desviar la mirada y centrarse en lo que la mujer frente a ella decía, pero no podía concentrarse, así que le pidió unos minutos más y observo su teléfono entre medio del menú intentando cubrir su rostro para no destacar y evitar el contacto visual con Byron, pero no funciono, pareció muy seguro de sí mismo cuando camino directamente a su mesa y se paró frente a ella.

Crónicas de una chica enamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora