CAPÍTULO 23: Bestias

28 9 22
                                    

-Todo estará bien.- dijo Eder mientras me da unas palmaditas en la cabeza, en cualquier otro momento hubiera apartado su mano para que no me leyera la mente, pero por alguna razón esta vez quería que lo hiciera, quería que leyera la mente y me consolara.

-No tienes que odiarte ni sentirte mal por confiar en ella ni quererla, después de todo una madre es un ser muy querido para cualquiera y en tu caso es tu única familia. Es normal que te queden marcas del pasado en el que estuviste con ella y no sabías nada. Cuando escuchaste sus palabras aquel día en su despacho decidiste dejar de vivir en aquella mentira aunque terminara siendo difícil saber la dura verdad, eso habla mucho de ti y es algo que admiro.- dijo Eder antes de quitar su mano de mi cabeza.

-Muchas gracias. No pensé que escucharía palabras tan dulces de tí después de que hiciéramos el trato.- le digo sonriendo.

-¿Entonces sí puedo leer tu mente?- dice él soltando una risita.

-No podría decirle que no a mi admirador.- le respondo con una sonrisa.

-Sólo dije eso para que te sintieras mejor. Por cierto, ¿Eso es un sí?- dice Eder esperando mi respuesta.

-¿Porqué estás tan obsesionado con leer mi mente? Ni siquiera hay algo que tenga que ocultar.- le digo confundida.

Sé que talvez habla de leer mi mente como una broma pero esto parece más curiosidad, pero ¿Curiosidad de qué? Ya le he contado todo.

Salgo de mis pensamientos al escuchar a Eder, dice: "No lo sé, talvez solo por curiosidad, tu mente es la única que no puedo leer sin pedir permiso."

Estaba a punto de responderle pero lo escucho decir lo mismo mientras juega con uno de sus mechones naranja. Su mirada se posa en mi.

-Dijiste lo mismo dos veces- le digo confundida.

-¿Eh? Estoy seguro de que lo dije solo una vez. ¿Pensé en voz alta?- dice Eder. Se le ve más confundido que yo, y sigue jugando con sus mechones.

¿Será que también tengo la habilidad de leer mentes? Pero ya conocí mis dos poderes antes, ¿Será posible?

Estuve a punto de decirle mis sospechas a Eder, pero no pude porque cuando me dí cuenta, estábamos rodeados de bestias, tuve mucho miedo al verlas porque son más grandes de lo que se ven en las pinturas de los libros de cultura.

Inmediatamente tomo el libro para evitar que le pase algo, ya que dudo que tenga la misma suerte de volver a tenerlo.

Una de las bestias destrozó las dos ruedas principales y, por el desequilibrio caí encima de Eder.

-Eres más pesada de lo que aparentas- dice Eder con un tono burlesco.

-No tengo tiempo para bromas, salgamos de ahí- le digo con seriedad.

Abrimos las puertas de aquella carroza para salir, pero una de las bestias tomó mi bastón de sus manos y lo destroza, lo tira a otra bestia que lo prende en fuego. Casi me caigo de nuevo, pero Eder me atrapa con sus brazos.

-¿Porqué quieren mi bastón?- pregunto, pero no sabía que me responderían.

Otra bestia dijo lo siguiente: Hicimos esto según la orden de alguien. Nos prometió que si lo hacemos, él nos dará poder y alimento.

-¿Quién es esa persona?- le pregunto.

-No le podemos.- los interrumpí haciendo algo que al principio parecía imposible, pero que logré por algo que había estado pensando. Levité a las bestias y las amenacé.

Luego digo a Eder: "Sé cuál es mi verdadero poder."

Amor Entre ReinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora