❛ 𝐌𝐀𝐍𝐆𝐀𝐓𝐀 ❜ ━━━ 𝗯𝗹𝗮𝗰𝗸 𝗰𝗹𝗼𝘃𝗲𝗿

𝐏𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀 𝐓𝐑𝐄𝐂𝐄

⿻ꦿ ❛ MANGATA ❜
⸼ꪮᤢ₊̣̇ página trece ❫:•

Hyacinth siempre había tenido miedo de ser inútil.

Todas las mañanas, hasta sus siete años, se levantaba más temprano que los demás para calentar y comenzar a entrenar. Hacía más repeticiones que los demás en los entrenamientos y se quedaba más horas después de que terminaba. Tomaba más entrenamientos para su magia aún cuando detestaba usarla, pedía consejos a su mentor aún cuando odiaba estar bajo su mando y recibía correcciones de sus compañeros aún cuando ellos la detestaban a ella.

Siempre había buscado ser útil porque no serlo significaba morir.

Aún cuando su fastidio a los entrenamientos empezó a surgir y sus compañeros empezaron a juzgarla, Hyacinth seguía buscando ser útil para, al menos, una persona. Y, mierda, lo consiguió pero no para la persona que ella quería.

Cuando halló una oportunidad, no pudo evitar sentirse aliviada y feliz de contársela a su amigo y que este le halagara. Hyacinth quería ser útil y hallar una manera de escapar, lo consiguió pero no como ella deseó.

Hyacinth salió del infierno pero su amigo no. Hyacinth no pudo hacer nada por sacarlo de las brasas.

Portales se abren y cierran sin parar, Asta parece volar de un lugar a otro por medio de los hilos que lo sostienen. El gigante solo puede mirar con frustración y tratar de atrapar a su escurridizo compañero en vano. Puede ver en la cara de los tres la determinación, la fuerza en sus miradas de querer terminar con esto de una vez.

Ella también quería que todo acabara de inmediato, sin embargo ella se hallaba detrás de Noelle, junto a los demás heridos. Había querido levantarse, acercarse un poco pero solo sintió sus huesos crujir y su cuerpo entero gritó de dolor. Un sinfín de maldiciones pasaron por su mente mientras susurraba su hechizo de curación, sin embargo usó el mínimo de maná que solamente funcionó como anestesia.

Hyacinth no podía vivir sin sentirse útil.

El mar de recuerdos todavía inundaba su mente, podía ver pequeños vistazos del fuego siendo cada vez más intenso y las chispas convirtiéndose en rayos en menos de un segundo. La imagen de ella potenciando los ataques de Chrysan ocupó su visión por un instante, la sonrisa de su amigo mientras veía como el hilillo de fuego que había creado ahora era un torbellino de brasas. Hyacinth no era tan buena guerrera, pero era la mejor soporte.