𝐏𝐀𝐆𝐈𝐍𝐀 𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐃𝐎𝐒

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Apretó sus labios, haciendo una mueca al escuchar las palabras que su superior le ordenaba

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Apretó sus labios, haciendo una mueca al escuchar las palabras que su superior le ordenaba. Su cuerpo entero estaba resistiendo de empezar a temblar, sabía que sería peor si mostraba temor. Se suponía que ella debía imponer miedo, no sentirlo.

—¿Qué esperas, Hyacinth? —soltó el general.

Ella simplemente no sabía qué hacer. O sí sabía, pero no cómo. Solo sabía que ese niño frente a ella, arrodillado y atado de las muñecas y tobillos, sollozando mientras le pedía perdón, era algo de lo que no se olvidaría. Apretó los puños en la orilla de su playera, como si con eso pudiera desaparecer.

—Hyacinth… —La voz del general solo le decía que empezaba a impacientarse. Debía hacerlo ahora.

La mano del general tomó su brazo mientras ella creaba una espada de cristal. Podía sentir la fuerza con la que la tomaba, como si quisiera asegurarse de que no se arrepentiría al final. Quería asegurarse de que lo iba a hacer.

Los llantos del niño solo fueron en aumento mientras ella alzaba la espada con sus dos manos, queriendo evitar que el general sintiera su tembloroso tacto. “Perdóname, perdóname”, esas eran las palabras que repetía entre lágrimas pero Hyacinth trata de ignorarlas.

Hyacinth no quería morir.

Fue rápida. El filo de la espada cortó el cuello del niño con una rapidez que la asustó por un momento, la sangre llenó por completo el cristal e incluso algunas gotas salpicaron su rostro. Un grito de terror se atoró en su garganta mientras el general aplaudía.

—Bien hecho, Hyacinth. —La voz llena de orgullo del general Margangenti le daba asco— No debes dejar que nadie te pisotee, ¿entiendes? Tú eres mejor que todos esos peones.

El crimen del niño había sido solamente molestarla. El general Margangenti lo había atrapado lanzándole una piedra a Hyacinth y no dudó en usarlo como lección.

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⏰ Última actualización: Aug 23 ⏰

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❛ 𝐌𝐀𝐍𝐆𝐀𝐓𝐀 ❜ ━━━ 𝗯𝗹𝗮𝗰𝗸 𝗰𝗹𝗼𝘃𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora