Tu sufrimiento es mío

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El aroma de diversas flores se esparcen en cada rincón de una zona rocosa, donde mariposas revoloteaban, buscando el néctar de aquellas flores para continuar sobreviviendo, en un temible lugar, uno que descansaba el cuerpo adormecido de una mujer de cabello rubio, vestida elegante y sus brazos cubriendo su pecho que manifestaba una respiración lenta, parecida a las gotas que caían entre las rocas.

Un hombre alto, con una atmósfera oscura en su aura, caminaba con pasos lentos en el umbral, donde reposaba aquella mujer en una incubadora avanzada, con una tecnología de grandes millones. Dicha persona con un mentón rígido, unos hombros caídos, pasaba su dedo delgado sobre la ventanilla, admirando a su esposa, aquella mujer que nubla su mente, buscando un deseo tan imposible, y a la vez posible para su egoísmo.

Gabriel Agestre, una persona admirada por tantos parisinos, lleno de tanto dinero y fortuna, y una mente ingeniosa para ser el mejor empresario de todos en la industria de la moda. Él, que ahora se lamenta por no ser perfecto en una sola cosa, salvar la vida del amor de su vida. Sin embargo, a través de su depresión y soledad, junto con su retorcida inteligencia, se aprovechó de un poder ajeno, el cual desde hace un tiempo ha tomado cada felicidad de los habitantes de Paris, con la finalidad de cumplir que su esposa vuelva a recobrar el aliento.

-Querida mía, prometo volver a tenerte en mis brazos. Estar juntos una vez más-. Su voz desconsolada, y el apretón de su palma de la mano sobre el rostro de su mujer, que no podía ser tocado, genera que un sentimiento negativo recorra su cuerpo, indicándole que una nueva víctima ha aparecido entre la ciudad.

Gabriel entrecierra sus ojos, apretando su mano duramente. Aquel poder de odio, ira, tristeza y envidia, le permitía adornar una sonrisa macabra en su rostro. Para él, un akumatizado con un potencial glorioso, lo era todo, simplemente, una oportunidad para lograr acabar con Ladybug y Chatnoir, de una vez por todas. Sabiendo lo que debe de hacer, activa su miraculous, para transformarse en el temible, Hawk Moth, mueve su bastón, haciendo vibrar el suelo.

-Perfecto, esta sería la mejor oportunidad, no puedo desperdiciarla-. Cierra sus ojos, y se concentra sobre su mano para que una mariposa se acomode sobre su palma –Ahora, mi pequeña mariposa, ve por esa pobre alma, y aduéñala para cumplir con mis deseos-.

Con gran velocidad, la mariposa negra escapó del escondite del villano de París, para comenzar su viaje. Al llegar rápidamente, hacia el centro de la ciudad, se acercó disimuladamente a una figura que se apoyaba sobre el tejado de un edificio, de esa manera, se depositó sobre el antifaz con total dureza, observando esos ojos abiertos de aquel héroe gatuno, Chat Noir.

El héroe sufría espasmos en su cuerpo, al sentir ese ardor de maldad que lo comía por dentro, sus músculos se tensaban, y su cabeza daba vueltas. Sus manos se fueron a su cabello, el dolor era incomparable, por lo tanto, quería sentir alivio, y de esa manera soltó un grito de agobio, haciendo que sus rodillas fueran a su regazo.

-No luches más, joven héroe, te daré todo el poder para hacerla sufrir-. Chat Noir detuvo sus quejidos, al escuchar una voz manipuladora que salía de su mente. El gatuno presionó sus garras sobre las tejas del techo, rompiéndolas por la fuerza de su agarre.

-Para...no lo haré-. Dice el rubio cansado, aguantando la presión de su cabeza, una que palpitaba sin parar.

-¿Por qué?, acaso no deseas con toda tu alma demostrarle a Ladybug, lo que es el dolor, hacerla sentir débil. Yo te lo daré, lo que ella nunca te pudo dar-. Con un tono furioso y cauteloso, Hawk Moth no saciaba sus intenciones, él deseaba que el compañero de la buena Ladybug, fuera contra ella. Para él sería poético y funcional para sus planes.

Chat Noir con sus rodillas sobre el suelo y sus manos debilitadas sobre el techo, y una visión borrosa, intentaba tomar el impulso de levantarse, aunque su cabeza hervía de tanto dolor. Delirando por la presión, descansó completamente sus rodillas, llevándose sus manos sobre sus piernas, y su cabeza mirando al suelo, simplemente sentía como perdía fuerzas a medida que luchaba. No obstante, al recordar esas palabras de un amor falso, aquella sonrisa que esa mujer de coletas le dedicaba, hacía que un repudio se enfrascaba en su corazón.

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⏰ Última actualización: Jul 08 ⏰

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Sunset Lover [Chloenette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora