Tactos

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El pasillo se recubría con marrón oscuro y una cinta llena de detalles en la mitad de las paredes, en ciertas esquinas grandes cuadros adornaban el concreto, representando personajes importantes de la cultura francesa, una figura singular paso con ritmos rápidos hacia aquellos cuadros, la chica de coletas jadeaba y sudaba en cada paso que da, ella sabía la razón de su desesperación y sus piernas eran su cura ante el problema.

"¿Qué hago ahora?", esta pregunta se reflejo en los pensamientos de la azabache, le molestaba tener que razonar ante ello, sencillamente sabia que dentro de unas horas tenía que responder, la detención se encontraba a la vuelta de la esquina, tendría que encontrarse otra vez con Chloe, ver sus ojos azules, esa sonrisa burlona y su cara llena de arrogancia, Marinette tenia que pensar rápido.

Las piernas de Marinette se detuvieron al final del pasillo, movió su pierna izquierda para colocarse en frente del salón de su próxima clase. Las voces de sus compañeros resonaban en los adentros de la habitación, se asomo un poco a la ventanilla para verificar si no se encontraba ningún profesor, al inclinarse observo a Alya con Nino en los asientos del lado derecho, mientras en el otro extremo más estudiantes se mantenían platicando, esto demostraba que ninguna autoridad esta en el aula. Marinette suspiro tranquilamente, una sonrisa salió de sus labios y movió el pomo de la puerta.

Al abrir la puerta, todos voltearon a mirar a Marinette, algunos se rieron y otros no le dieron importancia, la azabache apenada subió su mano para saludar, por otro lado, Alya le correspondió el saludo y le pidió que subiera a sentarse junto a ella. Rápidamente la azabache paso por el lado de Adrien, pero sin antes saludarlo, al brindarle una sonrisa a su querido amor, el rubio se mantuvo distraído, no sabía que ella había llegado y ni mucho menos que estuviera a su lado, la enamorada se acerco mas al rubio y le toco su hombro.

- ¿Adrien, estas bien? - La voz de Marinette era delicada, no quería asustar al rubio, aun así, le parecía extraño lo poco atento que estaba siendo.

Un ligero quejido salió de la boca de Adrien, volteo a su derecha, vio a la chica de coletas con su mano en su hombro, esa cara de preocupación le resulto inquietante, de forma, que decidió hablar.

-Hola Marinette, tranquila, me encuentro bien- Una sonrisa salió de sus labios, aquella que derretía el corazón de la franco china, aunque el toque dulce y reconfortante no se sentía de la misma manera, eso pensaba Marinette.

- ¿Seguro? - Marinette insistió una vez más. Esa cualidad de proteger y ayudar a las personas, es una carta especial en la personalidad de la chica, nadie entiende porque se molesta tanto en resolver los problemas de los demás, aun así, nadie se ha atrevido en detenerla, dicen que es por lo encantador de su amabilidad o por solo mantener un ambiente de felicidad y paz, sea cual sea la razón, es una actitud de admirar.

-Si indudablemente- Los ojos verdes del chico se concentraron en el rostro preocupado de la blanquecina, la azabache movió un poco sus ojos a otra dirección, debía de contenerse, no podía cometer una estupidez, aunque su instinto sabía que Adrien no estaba bien. La chica abrió sus labios para decir algo, pero un dedo se poso entre ellos, como era de esperarse un gran camino rojizo atravesó los cachetes de la panadera.

-Antes que vuelvas a preguntar sobre mí, respondeme algo- Adrien espero una respuesta de la chica, de modo, que la cabeza de Marinette asintió y espero a que el chico siguiera hablando.

- ¿Chloe no se encontrada contigo? – Los ojos de Marinette se abrieron suavemente, se alejo un poco de Adrien, ella realmente no esperaba una pregunta sobre la rubia, más bien, cuál era la razón de porque el rubio preguntara sobre la estresante Bourgeois.

Cambio su cara de sorpresa por una neutral, obviamente no le diría sobre toda la escena que montaron en el baño, ella antes de comenzar las clases se había retirado por una mancha en su pantalón, todo por culpa de una bebida de Max al entrar en el instituto, nunca por su cabeza paso encontrarse con la rubia, y menos tocarla, abrazarla y otros motivos que le hicieron salir del baño público.

Sunset Lover [Chloenette]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora