Quizás la respiración de la rubia fue más agitada de lo que esperaba, pero la cabellera desordenada y rebelde del chico que entraba en esa puerta, la hizo estremecerse, tragar y generar que su pequeña cabeza se moviera a la dirección, donde se encontraba aquella chica enamorada que suspiraba por aquel invitado sorpresivo.
Sin embargo, aquella imagen que esperaba Chloe Bourgeios, fue destruida por unos ojos abrumados y un suspiro doloroso que la franco-china propiciaba. Los ojos de la rubia se dilataron por tal respuesta inesperada. Simplemente, un cambio de eventos que en años nunca creía vivir y además presenciarlo en persona. Acaso Dupain Cheng tenía miedo de estar con el chico que ama. Aquellos pensamientos de la rubia fueron interrumpidos por la voz del modelo.
-Buenos días, Chloe- Soltó el rubio con una mirada indescifrable, una que Chloe le resultaba muy poco peculiar, cuando aquel amigo eran tan predecible y fácil de leer como cualquiera, hacer ese tipo de expresión era completamente extraño para ella misma.
-Hola, Adrien- La reina abeja hablo con un tono bajo, pero cuidadoso. Claramente no había pasado tiempo desde lo sucedido con él, desde aquella conversación que tuvieron. Aun así, algo en el interior de la rubia, sabía que esta actitud mañanera por parte del ojiverde no era por ella, era algo más.
Adrien Agreste miro hacia la derecha, seguidamente sus ojos de movieron a tres escritorios hacia arriba, para así encontrarse con aquel rostro afligido de la chica tímida e interesante, Marinette Dupain Cheng. Bueno, o eso era lo creía antes en su percepción idolatrada, tras descubrir quién es realmente Ladybug.
La incomodidad se sintió en el ambiente al mantener contacto Marinette y Adrien, rompiéndose así, al escuchar la voz delicada y casi inaudible de la azabache, la cual subia su cabeza con cierto rechazo.
-Adrien...H- La voz de Marinette decayó al notar como esos queridos ojos verdes la evadieron rápidamente, con una expresión amarga, que genero una punzada dolorosa en el corazon de la azabache. Las manos de la chica de ojos azules se apretaron duramente a sus pantalones, notando como sus ojos comenzaban a doler, solicitando que pequeñas lágrimas salieran, pero Marinette las detuvo al bajar su mirada hacia sus manos temblorosas.
El rubio camino hacia su respectivo puesto, el cual se encontraba en el segundo escritorio, tras unos pasos fue detenido por una mano repentina en su brazo, haciéndolo tropezar con el escalón por tal acción brusca por parte de la persona que menos esperaba. Adrien volteo su rostro para mirar esos ojos feroces verdes de aquella amiga de la infancia.
-¿Qué sucede, Chloe?- La pregunta simple y certera de Adrien paso por los oídos de la alborotada niña que aprisionaba su brazo. Ciertamente, Chloe Bourgeois no encontraba palabras adecuadas para responder, ¿Cómo lo haría?, si ni ella misma entendía que estaba sucediendo entre ellos dos, aparte ella no tenia un sentido claro de defender a Marinette, aquella chica que para Adrien a los ojos de la rubia era una simple panadera insoportable.
El duro agarre de Chloe comenzó a desaflojarse suavemente, generando que Adrien bajara su cabeza para ver su brazo magullado por la fuerza de las uñas y dedos de la rubia. Chloe rechino sus dientes y tumbo su rostro hacia el suelo para calmarse, y aun mas que aquella chica de coletas la miraba con tanta expectación. Por lo tanto, ella decidió bajar un escalón y brindarle su espalda al chico modelo, el cual mantenía una expresión de disgusto y extrañez por el comportamiento inusual.
"Acaso las lagrimas de Dupain-Cheng fueron producto a alguna conversación con Adrien o son solo supersticiones mías. Quizás por eso, Adrien la ignoro, o es que solo él tuvo una pelea con su padre" "Maldita sea, ¿Qué está sucediendo entre ellos?" "Además, ¿Por qué me debería de importar tanto lo que le suceda a la estúpida panadera"
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Sunset Lover [Chloenette]
Fanfic¿Qué pasaría si la persona que menos esperas se transforma en tu amante? Esta interrogante fue respondida en un día de detención, Marinette y Chloe decidieron un pacto para saciar un deseo en particular, ellas olvidaron sus problemas de rivalidades...