¡Déjate querer! •countryballs• ||Usper

Capitulo 10

The love of my life

Y empecé mi día llevándote tus flores favoritas .

A pesar de todo el apoyo de Perú y después de haber ido a rehabilitación, nada curaba el enorme vacío que sentía USA. En medio de todo eso, Perú lo veía de cerca, su hermosa countryball siempre a su lado. USA sonrió, sabiendo que ya no podía luchar más; sus fuerzas se habían agotado por completo, y eso estaba bien. Ya no quería seguir fingiendo, ni siquiera con Perú. Pero decidió algo: haría de su último año el mejor en la vida del peruano que lo había apoyado incondicionalmente y lo había querido, incluso más que su querida Finlandia, quien meses después había encontrado consuelo en los brazos de Brasil,quien resultó ser su destinado pues la contryball del brasileño aparecio en su casa luego de un largo día de conferencia. Era curioso cómo el destino se encargaba de esas cosas, y aunque le dolió, USA sonrió y felicitó a Finlandia, que ahora era más feliz que nunca, incluso más que con él.

En el tiempo restante, USA hizo todo lo posible para que Perú estuviera feliz. Lo llevó a bucear, a esquiar, a conocer lugares que nunca habían visitado. Fueron de campamento, viviendo todas las aventuras que USA deseaba compartir. Lo ayudó incondicionalmente, y aunque jamás lo abandonó, USA se convirtió en un pilar en la vida del peruano. Durante este tiempo, USA observó cómo, a pesar de la oposición de Canadá, México se había mostrado interesado en su retoño, decidiendo comenzar como 'amigos'. Aunque México no paraba de piropear a Canadá y presumirlo ante el mundo, algo que nunca había hecho antes.

USA vio a su countryball en los brazos de Perú, miró al cielo y pensó lo difícil que sería darle la noticia cuando el momento llegara. Pero continuaron. USA aprendió a hacer arroz, después de varios intentos fallidos y golpes de Perú. Apesar de ello cada momento era mágico, y aunque no pudo negar que su corazón sentía algo por Perú, incluso que le parecía atractivo,peeo no quería lastimarlo de nuevo. No se sentía digno de amor, y así suspiró mirando al cielo. Para evitarle un dolor mayor, inventó una tontería, diciendo que amaba a alguien más, y Perú, claro, pensó que era Finlandia. Creyendo una mentira más .

"Oh, Perú, si hubieras sabido la verdad, hubieras corrido a los brazos de USA..."

Esa fue la cruda verdad. USA amaba locamente al peruano, más que a nadie en ese mundo. Lo hizo brillar, pero ocultó tan bien su tristeza que fue imposible detener lo que el mundo había preparado para esa hermosa pareja. Un día, el último del mes, un hermoso 30 de diciembre, USA decidió terminarlo todo. Se puso la ropa que más le gustaba, aquel sombrero que ya no usaba, y dejó las cartas en el buzón porque si las enviaba por teléfono, posiblemente lo detendrían. Eso pensaba en su mente ya longeva...

Ese día lo decidió. Fue a aquel lugar con un hermoso ramo de flores, blancos gladiolos, como aquel día en que su amor de todo su vida se fue. Sonreía, aunque no era consciente de su llanto. Al llegar a un campo abierto, vio ese hermoso y fresco árbol, y bajo él una bella y hermosa flor. Sonrió, se quitó el sombrero y dijo:

—Mi querido Perú, ya no soporto estar aquí solo —suspiró—. Cada día es igual, mis recuerdos son borrados por mi avanzada edad, pero aún sonrío mirando el horizonte. ¿Sabes? Te puedo acompañar una última vez, mi querido Perú.

Realmente, la primera vez que USA intentó suicidarse fue con pastillas, pero la segunda vez lo intentó con una pistola, calibrando mal el arma. Perú intentó detenerlo; era la lucha de alguien que deseaba morir y alguien que nunca quiso morir por considerarse cobarde. En medio de ello, un disparo sonó y el cuerpo del peruano cayó. Desde entonces, USA, con un enorme trauma, luchaba incansablemente. Cada día olvidaba lo sucedido y se imaginaba un final donde Perú no muriera y solo él falleciera. Pero era tarde, ya todo había terminado.

Cada día, sin falta, recordaba la muerte de Perú y visitaba esa hermosa flor que nunca desvanecía, la flor de cantuta que florecía tan hermosa. Luchó innumerables veces contra ese dolor y siempre era igual. Las cartas que enviaba ya nadie las recogía, pues sus amigos estaban muertos. Con su último suspiro, se despidió del mundo a la edad de 98 mil millones de años, y con una sonrisa dijo:

—Mi amado Perú, cumplí nuestra promesa.

La promesa era:

—Yo hoy moriré por ti, tú vive por mí, por favor, USA. Prométeme que te quedarás en este bello planeta.

Al principio lo odió, pero luego entendió cuán afortunado fue por solo tener vida. Tantos niños mueren sin poder elegir si vivir o morir, y él eligió vivir, por muy duro que fuera.

Aquel hermoso día terminó como comenzó , llevándole flores al amor de su vida .

¿Quieren extras, mis queridos lectores?

Debo decir que no es el final que esperaba ,pero me encantó .
Aún no sé por qué siguen leyendo estas historias, jajaja. En verdad, gracias por su preciado tiempo.

Los quiero.