El Diario De Caroline

Capítulo 12 (Parte 2/2)

24 de diciembre del 2014

Llegamos después de manejar quinientas mil horas a un muelle muy hermoso,estaba iluminado por varios faroles y tenia una maravillosa vista del mar. Nos bajamos allí y comenzamos a caminar hasta llegar a un punto ciego donde había una enorme mesa con varios platillos y al parecer un mesero.

Si que se habían esforazo Roline, era muy hermoso. Nos sentamos y empezamos a comer lo que siempre se come en navidad: pavo, arroz navideño, ensalada y pan tostado.

Debo admitir que estaba deliciosa la comida, no tengo ni la menor idea de donde sacaron eso, pero estaba divino. Al terminar de comer el mesero se llevó los platos a una pequeña cabaña en el muelle y se quedó ahí el resto de la noche.

Nosotros empezamos a correr por todos lados y a brincar en las antiguas sillas de madera allí ubicadas.

—¡Coño me he partido el culo!—gritó Chiara al caer al piso de madera luego de saltar una de las sillas y que esta se rompiera.

Valentina y yo no aguantabamos la risa, había quedado patas arriba mostrando toda la ropa interior. Menos mal y no se rompió nada. Jhon fue a ayudarla a levantar mientras que Derek, Valentina, Mark y yo contemplábamos la hermosa y graciosa escena.

Estuvimos allí hasta las 2 de la madrugada. Cuando se hicieron las 12 llamamos a nuestros familiares para desearles una feliz navidad y toda esa porquería. Después fuimos a la casa y llegamos a ver una película llamada El hombre ciempiés y caímos todos rendios a causa de la trasnochadera y el levantarse temprano todos estos días. Ya mañana era momento de volver a la ciudad, volver a la odiosa rutina Roline. Como odio la puta rutina.

Al levantarme no se como carajos terminé encima de Chiara, con la.pierna de Valentina en mi estómago y el brazo de Jhon y Derek sobre mi rostro. El pobre de Mark terminó veinte kilómetros mas allá de la civilización humana.

Me encaminé a la cocina a preparar algo de desayuno para todos. ¿Y que mejor que arepas? Una de las comidas típicas de aquí, menos mal y aprendí a hacerlas, sino; llamen a los bomberos porque Carolinelaquequematodovaacocinar.

30 minutos después ya estaba el desayuno listo y servido en la mesa. Eran arepas con queso, huevo , jugo de naranja y café.

—Huele muy rico Cor—dijo Valentina mientras se sentaba en la mesa y ponía una mirada de: siteacercastecomo.

—¿Donde aprendiste a hacer arepas? —intervino Jhon cuando ya todos estábamos comiendo.

—Bueno, en Caracas, mi tía me enseñó.

—Están muy ricas Cor—dijo Derek tomando un sorbo de su café.

Agradecí y comimos en silencio. Como era el último día decidí aprovechar e irme a la playa un rato, nadie sabe cuando pueda volver a sentir el agua salada en mi cuerpo, o mejor aún, tenerlo a unos pocos metros de distancia.

Encendí un cigarrillo y me adentré al agua que estaba fría, contraria al caluroso clima que estaba haciendo, pero después de unos minutos me aclimaté. Cuando acabé mi cigarrillo me dispuse a salir del agua y broncearme un poco mientras encendía otro. No supe en que momento me quedé dormida y ese fue mi error.

Estúpida Caroline.

2 horas después me levanté y tenía todo el cuerpo rojo, ¡me había quemado! No lo podía creer, era horrible supe que el viaje de regreso no seria nada grato para nadie;en especial para mí.

¡Carajo que inteligente eres!

Fui dentro de la casa caminando como u. Pingüino sin bolas y al entrar les dije a todos que ni una sola palabra al respecto. Se guardaron sus comentarios y risas, lo cual agradecí y me pusieron toneladas de hielo en el cuerpo. Me quería morir. Faltaban solo  2 horas para irnos y la señorita meduermoenelsol maldecía a todo y a todos.

Al momento de irnos me monte al auto con mucho cuidado, iba acostada en el último asiento con unos shorts y la parte de arriba del traje de baño para poder ponerme compresas frías en el camino. Jhon iba manejando, Chiara de copiloto y Mark, Valentina y Derek iban atras haciendo comentarios graciosos acerca de mi jodida condición.