El Diario De Caroline

Capítulo 11

23 de diciembre del 2013

Give up your heart that's broken,

And let that mistake pass off,

Cuz' the love that you lost

Wasn't worth what it cost

And in time you'll be glad

It's gone.

Eran las 2 de la tarde cuando me levanté. Derek aun dormía así que hice una maniobra para zafarme de su agarre.

- Cor, no te vayas. Quedate un rato mas-dijo Derek aun medio dormido.

No pude evitar sonreír al verlo recién levantado.

-Voy a por agua Derek, vengo ahora.

Me levanté de la cama y fui directo a la cocina. Casi me voy de culo al ver lo que vi...

Mark y Valentina besándose en el sofá. Al menos solo se besaban, había ropa de por medio, porque si no... Correría sangre; sangre de Mark.

-Uhhmm bueno... Este yo..-intente hacerlo lo menos avergonzante posible.

Ellos se separaron y Valentina estaba roja como un tomate. No pude evitar sonreír.

-¿Por qué sonríes? ¿No quieres matarme? -pregunto Mark algo avergonzado.

-¿Por qué habría de hacerlo?

-Bueno, no lo sé... ¿Estoy besando a tu prima?

-Tranquilo-solte una carcajada-No es como si la estuvieras embarazando.

Salí de allí directo a la cocina a tomar un vaso de agua. Mañana sería noche buena y no tenía regalos para nadie, ese es un gran error.

Otra cosa mala: no había comida real para mañana. No se que en qué pensaron los chicos al comprar solo comida chatarra. No es que no me guste pero... No es correcto comer de eso el 24.

Fui a la terraza a leer uno de mis libros favoritos mientras veía el mar; La Divina Comedia. Me encantaría un amor así, tu amor iría hasta el mismísimo infierno a buscarte. Lástima que eso no pasa en la vida real.

-¡Chiara que demonios haces!-grite riendo al ver a mi loca amiga tirarse a la piscina con ropa.

-Solo se vive una vez Caroline, hay disfrutar la vida.

-Se vive todos los días, sólo mueres una vez -Dije en tono de poeta.-Joder debería escribir un libro-dije riendo.

-Callate Cor, ven aquí, salta al agua conmigo.

-Tengo ropa Chiara.

-Es el punto tarada-hablo riendo.

Dejé el libro a salvo en los sillones y caminé hacia la piscina. Me saqué algo de dinero que tenía en los bolsillos del short y me saqué el sostén. No traje muchos.

El agua estaba tibia, hacia mucho calor esa tarde. Empecé a nadar de un lado a otro mientras que Chiara aún parecía algo borracha. No dejaban de cantar una canción que por lo lejos que estaba de ella no escuchaba bien.