One Shots - Luffy x Lector

Besos en la mejilla Parte 2

Abres los ojos poco a poco, escuchando los murmullos de tus compañeros, pero no quieres levantarte aún. Permaneces sumergida en la comodidad de tus sábanas, mientras abrazas lo que crees ser una almohada, debido a la costumbre de siempre dormir con una en brazos.

Giras hacia el lado contrario, queriendo evitar que la luz proveniente de la ventanilla penetre en tus párpados. En ese instante notas que no tienes una almohada en tus brazos. Sin abrir los ojos, acaricias la textura del objeto con el fin de identificar qué es. Es el sombrero de Luffy, ¿Cómo no reconocerlo al tacto?

Imágenes de la noche anterior cruzan por tu cabeza, ocasionando que la frecuencia y fuerza de tus latidos incrementen considerablemente. Sientes la temperatura de tus mejillas incrementar con el paso de los segundos, en señal de que probablemente tengas un sonrojo tan intenso como el color del cárdigan de Luffy.

Abrumada por las emociones te incorporas en la cama, sentándote y tratando de regular tus latidos, respirando lenta y constantemente. Te cubres la cara con el sombrero y sueltas un pesado suspiro.

"¿Cómo podré ir a desayunar en este estado?" Murmuras.

Los recuerdos del encuentro con el capitán antes de que te fueras a dormir no salen de tu cabeza. ¿Cómo podrás seguir cumpliendo con el reto impuesto por Usopp? Cuando Luffy te confesó que le gustó la sensación del beso y él mismo te había devuelto el gesto, creíste que eso lo haría más fácil. No podrías estar más equivocada.

Tratando de dejar de lado esos pensamientos, te diriges a tu armario y sacas tu cambio de ropa. Decides ponerte algo cómodo y fresco. Lista para salir (en realidad, no estás preparada), tomas el pomo de la puerta y lo giras lentamente, deseando encontrarte con cualquiera excepto tu capitán, o al menos, que él y Usopp sean los únicos presentes en la cubierta para poder cumplir con el reto sin las miradas de los demás.

Para tu desgracia, ya no hay nadie en la cubierta. Eso significa que todos se encuentran desayunando, lo que quiere decir que tendrás que darle los buenos días a Luffy rodeada de todas las miradas de tus compañeros.

Te armas de valor para ir al comedor a paso firme, y no posponer más este sufrimiento.

Segundo día cumpliendo con el reto.

Al entrar al comedor saludas, ocultando tu nerviosismo y tratando de sonar lo más natural posible. Todos te devuelven el saludo con alegría.

Algunos miran curiosos y otros con una ligera sonrisa al notar que llevas el sombrero de Luffy en tu cabeza, pero deducen que él te lo dejó la noche anterior cuando fue a revisar que todo estaba bien contigo, así que siguen en lo suyo sin cuestionar nada.

"¡T/n-chwaaaaan, te preparé tu desayuno favoritoooo!" Sanji comienza a dar vueltas a tu alrededor, antes de colocar tu plato en la mesa.

"Muchas gracias Sanji, me estaba preguntando cuándo volverías a prepararlo". Le agradeces felizmente, yendo a tu asiento, el cual está justo al lado de tu capitán.

Con cada paso que das sientes cómo tú corazón matillea cada vez más fuerte.

"¡T/n, tardaste mucho en venir!" Exclama Luffy mientras come felizmente. "Hubieras tardado un poco más y te quedas sin comida, shishishi".

Sin importar lo nerviosa que te encuentras, no puedes evitar reírte de su para nada sorprendente comentario, aunque los sentimientos que brotan de tu interior te evitan regañarlo por sus intenciones de dejarte sin desayuno.

Finalmente tomas asiento, miras el plato justo enfrente de ti y nuevamente tratas de reunir el valor que hace un momento habías perdido al cruzar la puerta.