Nunca dejé de esperarte

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ADVERTENCIA ⚠️ ¡CAPÍTULO LARGUÍSIMO!👁️👄👁️

Gracias T0xic_LX15 por tu apoyo, espero que tú y los demás que me leen me sigan animando a crear otras nuevas historias de su agrado. ❤️

Sin más que decir, comencemos. (⁠ノ⁠≧⁠∇⁠≦⁠)⁠ノ⁠ 

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Habían pasado casi dos años desde la última vez que los viste, para ser más exactos, año y medio. Un año y medio de revivir en tu mente todos esos momentos que habías pasado con ellos en aquel tiempo. A día de hoy, creíste haber superado esa etapa. Aunque superarla no quiere decir que hayas dejado de extrañarlos o los hayas olvidado. Simplemente aceptaste la realidad, y ese dolor punzante en tu pecho no se asoma más al pensar o hablar del tema.

Te encuentras en la playa pescando la comida de esa semana, estás encima de tu pequeño bote, no muy lejos de la orilla. Llevas un sombrero para defenderte un poco del sol, ya que no sabes el tiempo que te tomará conseguir una cantidad decente de pescados. Hay días en los que en media hora consigues un buen botín, otros donde en unas horas apenas agarrabas la cena. 

Este día tienes suerte. Vuelves a la orilla con dos baldes llenos de peces de diferentes tamaños, más del que esperabas conseguir. Arrastras tu bote por la arena hasta dejarlo donde la marea no lo alcance por las noches, tomas ambos baldes y te diriges a tu cabaña.

Vives en una cabaña en un claro situado en lo profundo del bosque. Eres la única habitante de la isla, habías llegado allí hace no más de un año y decidiste quedarte ahí un tiempo para entrenar y afinar tus habilidades cuerpo a cuerpo. La cabaña le pertenece a un viejo amigo tuyo que vive en una isla no muy lejos de donde estás. De hecho, él mismo fue quien te trajo aquí al saber que tenías planes de entrenar. A pesar de ser un lugar aislado, tu amigo siempre mantuvo la vivienda bien amueblada, y te aseguras de que esta se mantenga limpia y organizada. Te sientes verdaderamente agradecida porque te haya dejado usarla todo el tiempo que necesites. 

La isla es bastante grande, con monstruos de considerable tamaño y bastante intimidantes, perfectos para entrenar. Algunos terminaban siendo tu cena, otros los dejas vivir libremente y se alian a ti, y otros aún no los has superado en combate, escapando con intenciones de conseguir una revancha cuando vuelvan a cruzarse.

Al llegar y entrar a la posada te pones manos a la obra y preparas los pescados que te comerás durante la semana. Algunos los sazonas, otros los cortas en trozos, otros los dejas enteros... Tus habilidades en la cocina las obtuviste de quien consideras el mejor cocinero que has conocido. Nunca olvidarás todo lo que te enseñó.

Al terminar los preparativos los guardas en contenedores para meterlos en un refrigerador que te ha dejado tu viejo amigo. Está funcionando gracias a una planta de energía que se carga con luz solar. No sabes si él mismo la fabricó, pero es genial poder tener electricidad en medio de un bosque. Aprovechas para sacar un poco de agua de coco que tenías guardada hasta que te das cuenta que la cantidad sobrante no llega para llenar medio vaso. Te desilusionas y terminas de beber el que queda para ir en busca de más, ansiabas poder al menos beber un vaso de deliciosa y refrescante agua de coco, ahora tendrás que completar tu proceso de hidratación con agua común. 

"Debí agarrar más cocos días atrás cuando noté que no me quedaba tanta agua". te quejas en tus pensamientos.

Decides volver a la playa ya que no tienes planeado hacer alguna otra cosa ese día. No te toca entrenar, además de que un día atrás fuiste a la isla más cercana en busca de más provisiones y a platicar unas horas con compañeros que conociste allí. Así que, no tienes pendientes por realizar más que tumbar cocos y sufrir tratando de pelarlos sin derramar mucha agua, aún te falta práctica con ello, pero le estás tomando el truco.

One Shots - Luffy x LectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora