Capítulo 9.

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—¡¿Es una jodida broma?! —espetó en un gruñido el penúltimo hermano, Isagi estaba furioso pues saber que tendría que procrear a un hijo en menos de una semana, ¡Era una locura!— ¿Acaso ese imbécil no sabe que los bebés no nacen así de la nada?

—No tiene sentido común, delira por lo anciano que está —musitó un tranquilo Reo observando los pétalos de Malika, éstos aún seguían brillando de la misma forma a cuándo el toque de la morocha hizo efecto y los amaba, amaba saber que su mujer era una chica impresionante.—

—Tiene que estar jugando, estamos a sólo días de año nuevo —Chigiri se acercó a Barou quién sólo mantenía su mirada en un punto fijo. Estaban en la biblioteca, pues era el lugar en dónde solían hacer sus reuniones—Sabes que es imposible, hermano...

—Lo ví, el mostró el contrato que Go-Tennō firmó —respondió alzando la mirada, Barou tenía arrugada un poco la frente. Pero estaba tranquilo, Nagi tensó la mandíbula no queriendo escuchar más pues todo eso era una total estupidez— Nuestros nombres están ahí, desde mucho antes de maldecirnos personalmente...

[Qué situación más jodidamente estresante.]

Luego de haberse sentido felices de saber que al fin podrían ser libres de una maldita atadura, Ryusei se los terminó poniendo más difícil.

[Sobre todo trayendo a un bebé vampiro a la vida.]

—Es su cumpleaños, quiero que vayas con ella —dijo el ojirojo observando al peliplata, Nagi tenía una misión así que por lo tanto, no defraudaría a su hermano mayor y mucho menos a su nueva chica— Le debes una disculpa.

"2:30PM."

El cuerpo de Malika se removió, después de su unión se mantuvo despierta por algunas horas hasta que su ama de llaves le otorgó un increíble masaje que la terminó llevando a los brazos de Morfeo.

Abrió lentamente los ojos al sentir una suave caricia en su mano izquierda y un leve peso sobre su abdomen. Sus ojos se posaron en una personita recostada como todo un bebé sobre ella.

[Era aquél bobo de ojos hermosamente ociosos.]

La cabeza del peliplata se movió, Nagi había llevado su mirada en dirección a aquellos preciosos ojos azules que lo observaban con pereza.

Malika se sintió cansada, supuso que el veneno seguía haciendo efecto en su cuerpo y saber que uno de ellos todavía no la había mordido, la hizo pensar que eso había sido una pausa.

[Rin tenía que morderla.]

El menor de los hermanos de Habsburgo había decido hacerlo en otro momento pues aunque sabía que el veneno de sus hermanos era suficiente, la unión no se completaba del todo si él todavía no probaba de su exquisita sangre.

—Hola...—susurró acariciando su cabello suavemente antes de despeinarlo, eso ocasionó que Nagi bostezara cansado y en respuesta al dulce gesto de su novia, sus ojos cambiaron a un color negro azabache y Malika supuso que era parte de los cambios que estaba haciendo el haberse unido a ellos— Eres demasiado perezoso, si no habrías lamido mi cuello como a un perrito hambriento de carne fresca, te habría ayudado a preparar algo especial.

—¿Uhm? —Nagi no comprendió lo que ella había dicho. Él y sus hermanos no solían comer seguido la comida que normalmente comían los humanos, siempre era sangre, órganos, lo que fuera que llenara de verdad su estómago. Nagi admitió que se había comportado cómo un tonto esa noche y quería enmendar lo que había hecho— Te debo una disculpa por lo que hice...

—No sólo fué por lo que hiciste —lo interrumpió alejando su mano de su cabeza, Malika alzó sus manos y pudo notar que sus brazos aún seguían vendados. Era extraño, pues la sensación de dolor no estaba presente en aquél instante— Tus palabras me hicieron sentir que era un simple alimento...

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⏰ Última actualización: Jul 09 ⏰

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