Gyutaro x T/N | Sombras del deseo

Capitulo 42 ⚠ No apto para sensibles ⚠

Habían pasado unos meses desde que T/N había comenzado a esparcir estratégicamente su sangre para rastrear la ubicación de Ubuyashiki. Durante este tiempo, sus interacciones con Tanjiro se habían vuelto más cercanas, pero siempre mantenía su verdadero objetivo en mente. A pesar de la fachada que debía mantener, su misión seguía siendo clara y urgente.

Una noche, mientras descansaba en su escondite, T/N sintió una súbita alerta a través de su trampa de sangre. Alguien había pasado justo por una de las pistas que había dejado en el bosque. Su corazón latía con anticipación y un poco de ansiedad. No podía seguirlo inmediatamente, ya que el sol comenzaba a asomar en el horizonte. Sin embargo, la esencia de la sangre que había dejado era inconfundible y la sentía como un hilo rojo que la guiaba hacia su objetivo.

Sabiendo que no podía perder tiempo, T/N tomó un papel y tinta, y comenzó a dibujar un mapa. Recordó exactamente dónde había dejado cada una de las pistas. Su memoria y precisión eran impresionantes, resultado de su entrenamiento y habilidades demoníacas. A medida que trazaba el mapa, visualizaba cada lugar donde había dejado su rastro de sangre.

-Debo rastrear cada una de estas ubicaciones y encontrar el camino —se dijo a sí misma, sus ojos brillando con determinación, teniendo cuidado en las palabras porque sabia que Zenitsu tenia un oido agudo—

Con el mapa completo y la esencia de la trampa de sangre aún fresca en su mente, T/N se preparó para moverse tan pronto como el sol se ocultara. Sabía que la persona que había activado su trampa porque sabia como era la energía de él, era el Pilar de la Roca, Gyomei Himejima, uno de los cazadores de demonios más fuertes y formidables. Esto complicaba las cosas, pero también significaba que estaba en el camino correcto.

-Gyomei Himejima... Si él estaba por estas zonas, significa que estoy muy cerca de descubrir la ubicación de Ubuyashiki —pensó, apretando los dientes— Debo ser más cautelosa que nunca.

Cuando finalmente cayó la noche, T/N comenzó su rastreo. Se movía con la gracia y el sigilo de una sombra, siguiendo el rastro que había dejado. Cada lugar donde había esparcido su sangre le daba una nueva pista, guiándola como un faro en la oscuridad. Sabía que no podía perder tiempo ni cometer errores. La misión era demasiado importante.

A medida que avanzaba, no podía evitar pensar en Tanjiro y en cómo él confiaba en ella, cegado por sus sentimientos. Utilizar esa confianza la hacía sentirse poderosa, pero también le recordaba la fragilidad de su posición. Debía ser perfecta en cada paso, en cada decisión.

Finalmente, llegó a un punto del bosque donde la esencia de su trampa de sangre era más fuerte. Se detuvo y observó a su alrededor, utilizando todos sus sentidos para detectar cualquier signo de peligro. Sentía que estaba cada vez más cerca, y la emoción y la tensión se mezclaban en su pecho.

-Pronto —murmuró para sí misma mientras sonreía de forma siniestra, sus ojos escaneando la oscuridad— Muy pronto.

Una risa baja y escalofriante se escapó de sus labios, resonando suavemente entre los árboles. Era un sonido frío y desalmado, como el susurro del viento y del trueno en una noche de invierno.

La risa se fue intensificando cada nota de su risa era una promesa de lo que estaba por venir, un preludio a la caza que estaba a punto de desatar.

Finalmente, su risa se transformó en un trueno ominoso, reverberando en la oscuridad y anunciando la tormenta de violencia que se aproximaba, convirtiéndose en un eco siniestro que parecía llenar el bosque con una sensación de peligro inminente.