6. Cumpleaños Feliz

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Hoy cumplía años.

Tenía 22 años.

En mis 22 años de vida había logrado varias cosas; jugué voleibol toda mi vida, fui la segunda mejor estrella en preparatoria a nivel nacional, participé en bastantes nacionales, quedé segundo en uno, estudié en la universidad y me gradué con honores. Ahora era jugador profesional del deporte que tanto amaba. Pero también había cometido errores: "salí" y me enamoré de un completo imbécil a quien aún tengo que ver, decepcioné bastantes veces a unos padres que actúan como si no me amaran, y tengo un trastorno mental que me limita realmente la vida. Vaya buenos 22 años de vida.

A veces me preguntaba cómo había llegado tan lejos.

Me quedé mirando al techo por un rato.

No me gustaba mi cumpleaños. Era extraño, quería solo tratarlo como un día más, y hacer eso era paradójico, si trataba de tratarlo como un día más, no lo estaba tratando como uno, y por ende estaba haciéndolo especial. Solté un quejido de frustración, este día no va a ser bueno. No lo será.

Apreté las palmas de mis manos contra mi rostro, ni siquiera sabía si tenía alguna función en específico, ¿despertarme? ¿descargar frustración? No sé, en este día sentía que no sabía nada.

Hoy entrenaba, vería al equipo, interactuaría con todos esos idiotas buenos para el voleibol, bueno idiotas Miya, Bokuto, Inukani y Hinata, los demás eran agradables. Hoy recibiría una llamada de mi madre que diría: "Feliz cumpleaños, Kiyoomi, felices 22", y un mensaje de papá en dos días más porque, no sé por qué, jura que cumplo el 22 y no el 20, apostaría mis premios a que ni siquiera sabría qué edad estoy cumpliendo.

Mis ojos me dolían, solo entonces me percaté de la alta presión que estaba ejerciendo con mis manos. Cuando las retiré, por unos segundos vi manchas en el aire.

Suspiré antes de levantarme de la cama. Me quedé sentado con una abrumadora sensación de letargo, que paró después de acostumbrarme al frío del suelo. No entendía cómo es que podía sentirme tan mal, si solo se suponía que era un día más.

Mientras caminaba al baño para empezar a arreglarme, revisé mi celular y vi los mensajes de feliz cumpleaños de Motoya y Akaya.

Akaya 

"Feliz cumpleaños, Kiyoo <3. Pásalo bien hoy."

Gracias Akaya.

Motoya

"Kiyoomi, quería saber si te parecía que Akaya y yo vayamos para acompañarte."

Me quedé un tiempo mirando el chat mientras llevaba las toallas limpias al baño. Obviamente no me molestaba la presencia de mis primos favoritos, pero, ¿estaría de humor? Igual, siempre ver a Motoya me hacía sentir un poco mejor. Así que les escribí que no había problema, justo antes de meterme a la ducha para sentirme limpio, pero principalmente para poder tener paz.

Mi mente estuvo en blanco mientras sentía cada gota rozar mi piel, sentir como el agua resbalaba sobre mi, y la sensación que estaba más limpio en cada segundo en ese lugar era algo que realmente necesitaba. Lentamente lave mis rizos, profundamente talle mi piel a ver si esta sensación de limpieza durara más aún fuera de la ducha. Realmente no sabía el tiempo que estuve pero mi burbuja de paz se rompió cuando sonó una alarma en mi celular.

Mierda iba a llegar tarde a entrenar.

Salí rápidamente de la ducha, destruyendo toda la tranquilidad que había construido, mientras me colocaba mi camiseta me di cuenta que mis brazos ardían, y al verlos me di cuenta lo rojos que estaban, mierda me limpie muy fuerte, ya había pasado antes, un par de veces, como las primeras veces desde que el trastorno se manifestó en mí, la "ruptura" con Miya, había más veces pero no quería parar a pensar en eso ahora.

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⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

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