Mi hater homofóbico

Reencuentro

Narra Zenitsu

El frío invierno había llegado. Inosuke y yo ya llevábamos cuatro meses y el 21 de Diciembre hacíamos cinco. Me sentía en un sueño junto a él, ya que había esperado tantos años que empezaba a pensar que me iba a quedar solo toda la vida al no poder dejar de amar a Inosuke, sin embargo, la vida me sonrió por primera vez.

No supimos nada de Tanjiro desde que las vacaciones de Invierno dieron comienzo, algo que me alegraba bastante. Aunque ya había dejado atrás el tema del bullying, siempre aprovechaba cualquier oportunidad que se le hiciera presente para recordarnos qué opinaba sobre nosotros. Inosuke no se metió en más problemas con él, ya que yo siempre se lo impedía. Una vez me ignoró y terminó dándose golpes con él, me enfadé y le reñí cuando volvíamos a casa. Desde ese día, no hizo nada más y Tanjiro no se nos volvió a acercar, puestos que Inosuke le dio bien dado.

Al parecer Kanao y él regresaron. Tú sabes, la vida crea personas de mierda y luego las juntan.

Genya se hizo mucho más cercanos a nosotros, tanto que nuestros padres lo consideraban como uno más. Se quedaba todos los fin de semanas en casa de alguno donde hacíamos fiestas de pijamas los tres. En varias ocasiones íbamos a su casa y Sanemi siempre nos regañaba al hacer ruido, pero, aunque él no lo admita, yo sé que nos quiere mucho porque nos defiende un montón y más de una vez lo he pillado sonriendo como padre luchón mirándonos. En el fondo era una buena persona. Hasta le cogió cariño a Inosuke. De hecho, ya no discutían a penas.

Mi hermano salió de la cárcel, pero no se vino a vivir con nosotros, se quedó en casa de un amigo en no sé dónde, aunque no me importaba. Al abuelo le dolió bastante y se enfadó mucho con él.

Inosuke, Nezuko y yo nos encontrábamos dando un paseo por un parque. Hacía mucho frío y obligué a Inosuke a ponerse una bufanda bonita de color verde que compré previamente, puestos que me recordaba a sus ojos. Esto no le había echo para nada gracia e intentó quitársela, pero cuando salió exponiéndose al frío, se la volvió a poner y no rechistó.

En el parque habían colocado la fila de puestos que ponían cada vez que la estación de invierno se hacía presente. Habíamos avisado a Genya para que se viniera con nosotros y él aceptó de una, pero debía acompañar a su hermano a un sitio antes y luego este lo traería adónde estuviéramos. Charlábamos mientras nos deteníamos en cada puesto para visualizarlo. Yo corrí hacia uno que era de anime, habían figuras a un buen precio de mis animes favoritos: Haikyuu! y My hero academia. Inosuke arrastró a Nezuko en busca mía y cuando me encontraron Inosuke bufó, no le gustaba el anime para nada, sin embargo, siempre me aguantaba hablando de eso por mucho tiempo. En cambio, Nezuko compartía mis gustos, pero a ella le gustaba más Nana y se compró los vasos de fresa.

De repente, perdí a Inosuke de mi vista y entré en pánico. Miré a mis alrededores como si estuvieran a punto de matarme y suspiré al verlo en un puesto de comida cercano adonde estábamos. Saqué mi móvil y le eché una foto. La miré y sonreí, se veía muy lindo con los ojos iluminados. Entré en mi galería y puse esa foto de fondo de pantalla de bloque para luego guardar mi teléfono. Al final me decidí por comprarme una figura chibi de Bakugou, mi personaje favorito.

Fui a por Inosuke y salimos de los puestos, ya que la cantidad de gente se estaba volviendo sofocante. Nos sentamos en un banco que se hallaba frente a un árbol de navidad artificial y con bonitas decoraciones.

-- ¡Échame una foto! -- me dijo ilusionada Nezuko dándome su teléfono que tenía una carcasa de fresas.

-- Pero yo no soy muy bueno haciendo fotos -- le advertí algo confundido levantándome del banco. Ella corrió hacia el árbol y me regaló una sonrisa.