Capitulo 10

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Mile y Bible se encontraban en la cocina, preparando el desayuno para los cachorros, quienes aún estaban en la sala disfrutando de una maratón de películas de Disney. La luz matutina se filtraba suavemente por las ventanas, llenando la cocina con una cálida luminosidad.

Ambos se movían con una sincronización tranquila y eficiente, cada uno sabiendo exactamente qué hacer para asegurar que el desayuno fuera perfecto.

Bible, con su cabello oscuro recogido en una coleta baja, estaba en medio de batir los huevos en un tazón grande, utilizando un batidor con movimientos precisos y controlados. Su rostro tranquilo y concentrado reflejaba la meticulosidad con la que abordaba cada tarea. Mientras tanto, Mile, cortaba con destreza rodajas de pan fresco para tostar.

El aroma de café recién hecho llenaba la cocina, emanando de una cafetera en la encimera que Mile había preparado con esmero. Mientras el café goteaba lentamente, llenando la habitación con su fragancia estimulante, Bible se movía hacia la estufa, donde una sartén antiadherente esperaba para recibir los huevos batidos. Con un chasquido, vertió la mezcla en la sartén, asegurándose de distribuirla uniformemente.

Mientras los huevos cocinaban a fuego lento, Mile continuaba con las rebanadas de pan, colocándolas con cuidado en la tostadora. El sonido suave del pan dorándose lentamente se mezclaba con el murmullo de la cafetera y el siseo de los huevos en la sartén. Bible, con un paño de cocina sobre su hombro, revisaba la nevera para verificar si había algún acompañamiento adicional que pudieran ofrecer.

Decidieron añadir una selección de frutas frescas: fresas jugosas y arándanos brillantes que Mile colocó en un tazón decorativo. La cocina estaba ahora llena de colores vivos y fragancias deliciosas, creando un ambiente acogedor y hogareño que complementaba perfectamente la atmósfera relajada de la mañana.

Una vez que los huevos estuvieron listos, Bible los sacó hábilmente de la sartén, deslizándolos con cuidado sobre un plato grande. Mile, con las rebanadas de pan tostado ya en un plato, colocó todo en la mesa del comedor cercano a la sala donde los cachorros aún estaban absortos en sus películas.

La mesa estaba adornada con servilletas de tela y pequeños jarrones con flores silvestres, agregando un toque de elegancia sencilla al desayuno.

Con una sonrisa satisfecha, Mile y Bible observaron la mesa preparada, sabiendo que los cachorros pronto disfrutarían de un desayuno delicioso y nutritivo. Se aseguraron de incluir todo lo que necesitaban: desde el café caliente hasta los huevos suaves y el pan crujiente, acompañado de frutas frescas que añadían un toque de dulzura natural.

Contentos con su trabajo, Mile y Bible se retiraron discretamente de la cocina, permitiendo que los cachorros descubrieran por sí mismos la sorpresa matutina.

Con el sol de la mañana brillando afuera y el aroma de comida deliciosa llenando la casa, la escena estaba lista para un momento de calma y felicidad compartida en familia.

Ohm estaba recostado en el sofá, con una expresión cansada y un gesto incómodo por la fiebre que lo aquejaba. A su lado, Ta, observaba con atención la película de La Bella y la Bestia que estaba en la pantalla. La habitación estaba tranquila, iluminada por la luz tenue de la tarde filtrándose por las cortinas.

Ohm se sentía pesado y caliente, molesto por estar enfermo y limitado en sus actividades habituales. No le gustaban los medicamentos ni las inyecciones, pero sabía que eran necesarios para sentirse mejor. A pesar de su malestar, la presencia de Ta a su lado le reconfortaba de alguna manera.

Ta, con su inocencia infantil, había decidido ayudar a su hermano mayor. Había tomado una toalla fría y se la había colocado en la frente, con la esperanza de aliviar un poco la fiebre. También le ofrecía galletitas que había guardado en una pequeña bolsa, pensando que podrían hacer que Ohm se sintiera mejor con su sabor dulce.

Dulce O ¿Papa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora