Mile estaba en su oficina revisando documentos de compra-venta de su empresa cuando escuchó la puerta abrirse y el aroma de café recién hecho inundó toda la habitación.
Despegó la mirada de los papeles y vio a Ohm entrar con una bandeja de comida, lo que le hizo sonreír.
Buenos días, padre- dijo Ohm mientras se acercaba al mayor.
Buenos días, bebé. ¿Y tu papá?- preguntó Mile, observando al menor dejar la bandeja de comida.
P'Bible tuvo que salir temprano a su local y se llevó a Ta -respondió Ohm, viendo al mayor.
¿Y por qué no me avisó?- preguntó Mile mientras el menor le ponía un plato de HotCakes enfrente.
Porque estabas trabajando, pero que iban a regresar más tarde. También dijo que debías desayunar- dijo Ohm mirando al mayor.
Y déjame adivinar, ¿tú te harás cargo de eso? -preguntó Mile viendo al menor asentir rápidamente.
Sí -contestó Ohm mientras Mile abría sus brazos.
Mile sonrió cuando el menor se sentó en su regazo antes de darle un beso en la mejilla. Mientras disfrutaban del desayuno, tuvo un flashback.
Recordó la primera vez que conoció a Ohm.
Fue hace muchos años, en un cálido día de verano. Mile había decidido hacer una visita personal al orfanato donde su empresa había realizado una donación significativa.
Quería ver el impacto de su contribución y conocer a los niños que se beneficiarían de ella. Había llegado con nuevos juguetes, ropa y libros haciendo que los pequeños gritaran de emoción.
El orfanato estaba lleno de risas y juegos. Los niños correteaban felices con sus nuevos juguetes y libros.
La alegría en sus rostros era contagiosa y, mientras Mile caminaba por el patio, no pudo evitar sonreír. Se sentía feliz de poder de darles un poco de alegría ante su difícil situación. El sabía lo que era perder a uno de tus padres, y era una sensación tan horrible que nadie debía de pasar.
Recordó que entre todos los niños, había un pequeño de cinco años que destacaba.
Ohm, con su sonrisa radiante y ojos llenos de curiosidad, se acercó corriendo hacia el.
¡Gracias, tío! -dijo el pequeño Ohm con entusiasmo, abrazándolo sin previo aviso.
Su corazón se derritió en ese instante. Sentado en el patio del orfanato, había pasado horas hablando con los niños, pero fue Ohm quien se quedó a su lado, haciendo preguntas y compartiendo historias con una madurez sorprendente para su edad.
En ese instante se dio cuenta de la conexión especial que sentía con el y decidió involucrarse más en su vida.
Durante las siguientes semanas, Mile no pudo dejar de pensar en Ohm.
Había decido visitarlo con más frecuencia, llevando regalos y pasando tiempo con él y los demás niños.
Cada vez que llegaba, Ohm corría a recibirlo con una sonrisa que iluminaba el lugar. Mile se enteró de la historia de Ohm, de cómo había llegado al orfanato después de perder a sus padres en un accidente.
A pesar de su trágico pasado, Ohm mantenía una actitud positiva y una curiosidad insaciable por el mundo que lo rodeaba.
Mile se dio cuenta de que quería darle a Ohm una oportunidad de tener una familia nuevamente.
Comenzó a investigar el proceso de adopción, lo que resultó ser un camino lleno de desafíos legales y emocionales.
Cada paso requería paciencia y determinación, pero Mile estaba decidido a darle a Ohm un hogar lleno de amor y seguridad.
ESTÁS LEYENDO
Dulce O ¿Papa?
RomanceDónde Bible y su pequeño cachorro llamado Ta van a pedir dulces Dónde Mile ve como sus guardaespaldas le traen a un cachorro