La luz suave de la mañana apenas comenzaba a filtrarse por las cortinas del cuarto, iluminando de manera tenue el nido en el que estaban acurrucados Ohm y Ta.
Mile, apoyado contra el marco de la puerta, los observaba con una sonrisa cálida en su rostro.
Verlos allí, envueltos en el calor y la seguridad del nido, hacía que su pecho se llenara de orgullo y ternura. Ta, profundamente dormido, tenía su pequeño cuerpo enroscado sobre el de Ohm, con los brazos alrededor de WolfChan de peluche que Mile le había regalado.
El peluche, un símbolo de protección, descansaba entre ellos mientras Ohm lo abrazaba con fuerza, como si quisiera resguardar tanto a Ta y al lobo.
Mile no podía evitar sonreír más amplio al ver la escena. Los dos estaban tan en paz, sus respiraciones acompasadas y sus cuerpos relajados.
Se sentía profundamente afortunado de ser testigo de esos momentos de quietud, esos momentos donde las preocupaciones del mundo exterior no existían.
Sus ojos se suavizaron mientras los observaba, la imagen de sus cachorros dormidos era perfecta, casi irreal.
Podía sentir cómo su corazón latía con un calor que solo sentía cuando veía a su familia unida de esa manera.
De repente, el sonido de una puerta abriéndose rompió la quietud, llamando la atención de Mile.
Desvió la mirada y vio a Bible saliendo del baño, sus movimientos delicados y tranquilos mientras se acercaba.
Bible también sonreía, aunque la suya era una sonrisa distinta, una llena de amor paternal y ternura al ver a sus cachorros profundamente dormidos en el nido.
¿Los vas a despertar?- preguntó Mile en voz baja, su tono suave pero curioso.
Bible asintió, acercándose al borde del nido, su mirada fija en los cachorros.
Sí, lo haré. Mis pezones están sensibles... No les di pecho anoche y ya es hora de que coman- respondió con naturalidad mientras miraba a los pequeños con un brillo en los ojos.
Mile arqueó una ceja, sus labios curvándose en una sonrisa traviesa.
Si tus pezones están tan sensibles, también podrías darme pecho a mí- murmuró, su tono bajo y cargado de un toque provocador.
Bible lo miró con una mezcla de diversión y ligera exasperación, sacudiendo la cabeza.
No, Mile. Mi leche es para los cachorros, no para ti- le respondió con firmeza, aunque una leve sonrisa aún jugaba en sus labios.
La risa ronca de Mile llenó el aire mientras se acercaba a Bible, tomándolo por la cintura con posesividad, atrayéndolo hacia él.
Sabes que cuando hagamos el amor... te chuparé esas tetas hasta dejarte sin leche- le susurró en el oído, dándole un apretón a su trasero para enfatizar sus palabras.
Bible estaba por regañarlo, pero antes de que pudiera decir algo, sintió los labios de Mile sobre los suyos, firmes y demandantes.
El beso comenzó suave, pero rápidamente fue adquiriendo intensidad, como si ninguno de los dos quisiera separarse.
Bible sintió el calor en su cuerpo subir, sus manos instintivamente buscando apoyo en los hombros de Mile mientras se dejaba llevar por el momento.
Pero justo cuando estaban a punto de profundizar el beso, un sonido los interrumpió. Unas risas suaves y llenas de diversión.
Mile y Bible se separaron lo suficiente como para voltear y ver a Ohm y Ta, ambos despiertos, observándolos con curiosidad desde el nido.
Ohm tenía una sonrisa pícara en el rostro, mientras que Ta, aún medio dormido, parecía entretenido con la escena que acababan de presenciar.

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Dulce O ¿Papa?
RomanceDónde Bible y su pequeño cachorro llamado Ta van a pedir dulces Dónde Mile ve como sus guardaespaldas le traen a un cachorro