001

409 45 22
                                    

¡ ¡bienvenida al hazbin hotel!  ˙ ˖ 

¡ ૮₍  ¡bienvenida al hazbin hotel!  ꔫ˙ ˖  ▞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Tengo una pregunta para todas en el baño!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







—¡Tengo una pregunta para todas en el baño!

—¡¿Sí?! — respondió ruidosamente una, notablemente ebria, lo que le dio confianza de continuar.

—¡¿Debería dejarlo?!

El baño mugriento del bar de mala muerte se llenó de asentimientos ruidosos que incluso opacaron la música que estaba a todo volumen. No pudo evitar inclinarse en sí misma y mirar hacia el suelo mientras reía, diciéndose a sí misma que ya era tiempo de abandonar al pendejo con el que llevaba saliendo desde hace meses.

Era un freak, igual que todos los de ese lugar.

El Infierno podía ser un lugar bastante peligroso para todo aquel que no supiera defensa personal, ya que se podía encontrar con demonios violentos y fuera de sus cabales que, o podían ser caníbales, asesinos despiadados, o unos malditos pervertidos en busca de sexo. En más de una ocasión le había pasado que la confundían con una puta.

Tenía la forma de un demonio escuálido y delgado. Su piel era de color rosada, gracias a este las pecas amarillas que tenía en los pómulos resaltaban. Tenía cabello oscuro hasta los hombros, junto a un fleco abierto. De sus mechones resaltaban pequeños cuernos de cordero que se alzaban majestuosamente por sus costados. Y por último, sus ojos eran color ámbar, como los de una resina fosilizada.

No es que fuera una mojigata, por algo se encontraba ahí, pero en la actualidad seguía impresionándole lo fuertes que eran las cosas ahí. Los pecadores —o la población en general.— eran muy hostiles. Existía una jerarquía que se basaba en la ley del más fuerte: el que perseverase era el vencedor. A veces solía preguntarse si en el Cielo también las cosas eran así.

Al volver a su casa, se dispuso a cocinar lo único que sabía hacer: sopa instantánea, mientras escuchaba la radio. No es como si la escuchara por gusto, solo porque no tenía dinero para comprarse una mensualidad en alguna estúpida aplicación de música.

✓ SO HIGH SCHOOL, lucifer morningstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora