006

162 30 26
                                    

¡ ¿una cita?  ˙ ˖ 

¡ ૮₍  ¿una cita?  ꔫ˙ ˖  ▞

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En el momento en que oyó a Angel diciéndole que debía usar un vestido endemoniadamente corto para su cita —no sabía con quién se vería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







En el momento en que oyó a Angel diciéndole que debía usar un vestido endemoniadamente corto para su cita —no sabía con quién se vería.—, decidió que lo mejor sería fingir escucharlo y elegir un atuendo al azar.

Al final, se vistió con una camiseta de tirantes blanca, siendo cubierta con una cazadora de hombros caídos con diseño de solapa negra para no exponerse tanto, unos pantalones ajustados, y unos tenis negros. Se maquilló tan solo colocándose rubor.

Evitó las preguntas de los demás, cruzando la gran puerta del hotel. Se sintió boba mirando la hora, como si Lucifer ya estuviera llegando tarde siendo que todavía faltaban un par de minutos.

Cuando llegó, Lucifer se bajó de la limosina de la vez pasada, y sin poder evitarlo, le dio un beso en la mejilla a modo de saludo. Abrió la boca sin poder emitir palabra alguna. El ángel caído sonrió tímidamente.

—Hola, ____.

—Hola, Luci. — le correspondió el gesto.

El rubio extendió su mano para que la tomara, y así lo hizo, entrelazando sus dedos. Su toque fue casi eléctrico, enviando un hormigueo por su vientre bajo. Le ayudó a subir al vehículo de lujo, yendo él después de ella. Después de darle una indicación al conductor, se pusieron en marcha.

—¿A dónde vamos?

—En realidad, no hay muchos lugares a los que podamos ir donde pueda garantizar tu seguridad. — exhaló pesadamente, como si recordara a los pecadores problemáticos que ponían en riesgo a la población del averno. — ¿Te parece si vamos a mi castillo?

—¿Tienes un castillo? — cuestionó soltando una risita, incrédula.

Era obvio que tendría uno, pero la verdad es que fue lo primero que se le ocurrió para responderle.

—Soy el Rey del Infierno, preciosa.

Cuando Lucifer apretó su agarre, se percató de que no se habían soltado. A decir verdad, le encantaba estar así, y al ángel caído no parecía molestarle tampoco. Se sonrojó ante esa revelación, y por el apodo tan osado con el que se había dirigido a ella. Era como si estuviera con cualquier otro demonio, pero no con el mismísimo Lucifer. Como si estuviera tratando de coquetearle.

✓ SO HIGH SCHOOL, lucifer morningstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora