𝐿𝒶 𝓢𝓮𝓻𝓹𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓎 𝑒𝓁 𝓛𝓮𝓸𝓷 || ᏚᎬᏴᎪᏚᎢᏆᎪN ᏚᎪᏞᏞᎾᏔ ||

CAPÍTULO 11: Alianza

A la mañana siguiente, lo primero que hizo Eki luego de terminar sus clases fue ir al despacho del profesor Figg a contarle acerca de su hallazgo en la sección prohibida, claramente evitando todo lo que pudiese meter en problemas a Sebastian.

Le entregó el libro que recuperó de la sección prohibida, solo para después encontrarse con que le faltaban algunas páginas. Luego de repasar las memorias del pensadero, finalmente se despidieron Figg y Eki. Dejándola ahora sí, con algo de tiempo libre para sus propias actividades.

Luego de la pequeña sesión de estudios en la biblioteca con Sebastian, no había vuelto a verlo hasta ese día en la mañana. Al igual que ella había hecho el día anterior, ahora era él quien había permanecido parado frente a la puerta para la entrada a la sala común de Gryffindor para esperar a que Eki saliera. Habían quedado para verse en el bajo Hogsfield para hablar con ella sobre algo relacionado a Ranrok y Rookwood. A pesar de que ella todavía no le había contado todo lo relacionado a la magia antigua y al porqué Ranrok y Rookwood ahora parecían estar detrás de ella, apreciaba bastante el hecho de que Sebastian la estuviese ayudando sin exigirle que le contara más al respecto.

— ¿Te volverás a ver con Sallow? –preguntó Garreth mientras la acompañaba a la salida de Hogwarts, claramente no muy emocionado de que su amiga ahora estuviese juntándose con Sebastian.

— Ya, no te enojes –respondió mientras jugaba con la punta de su varita– Además... solo nos hemos estado viendo por motivos puramente académicos –mintió a pesar de que ella misma trataba de convencerse de ello. Garreth rodó los ojos sin mucha convicción.

— Si claro, últimamente pasas mucho tiempo con él.

— ¡No es cierto! –Eki río apartando su vista de la varita una vez que habían llegado a la salida de Hogwarts, parándose justo al lado de una de las rejas con las estatuas de jabalíes alados– Gracias por acompañarme hasta aquí.

— ¿No preferirías que te acompañe hasta donde sea que quedaste para verte con Sallow? Será mejor hacerle saber que estoy pendiente de lo que sea que se le ocurra hacer cuando los deje a solas o- –Suspiro al ver a Eki rodar los ojos– ¿Qué? solo estoy intentando ser buen amigo.

— Y lo eres, y lo agradezco mucho, enserio –sonrió– pero te prometo que estaré bien... deberías darle una oportunidad a Sebastian, quizá-

— No, no hay forma. Ni lo intentes –advirtió levantando un dedo– De hecho ya tengo que irme. Ten cuidado, ¿de acuerdo? –Eki rodó los ojos divertida una vez más– Lo digo en serio, puede que tu confíes en él pero yo no lo hago, ¿bien? Además, nadie podrá soportar a Aesop si algo te pasa.

— ¿Entonces solo me estas cuidando porque le tienes miedo a mi hermano? –bromeó.

— Claro que no, es decir si, en parte puede que sí. Pero aparte de eso eres mi amiga y claro que me preocupo por ti... eso de que te estás juntando tanto con Sallow no me da buena espina Eki. Ten cuidado, lo digo en serio.

— Bien, bien, lo tendré. Lo prometo. ¿Feliz? –pregunto suspirando con una pequeña sonrisa. Garreth asintió antes de revolverle el cabello– ¡Ey!

— Nos vemos en la sala común al rato –dijo Garreth antes de darse la vuelta y caminar devuelta al interior del castillo.

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— Vaya, creí que me dejarías plantado –Saludo Sebastian una vez que Eki finalmente había llegado a su punto de encuentro. Ella sonrió.

— No seas llorón –Contesto Eki ganándose una sonrisa juguetona por parte de Sebastian antes de que comenzaran a caminar a un lado del lago– ¿Para que me llamaste? Empiezo a pensar que solo buscas excusas para estar conmigo –Bromeó. Sebastian rodó los ojos, dándole un pequeño empujón con el hombro y riendose cuando Eki intento devolverselo con más fuerza, únicamente logrando moverlo un par de centímetros. Ambos rieron.