Atrapa al dragón, conviértelo en emperatriz

46. Te extraño

Al principio, Xuan Long pensó que estaba alucinando. En estos días, veía a Yan Yuan a menudo en sus sueños, no soñando con lo que había sucedido, sino con ellos dos viviendo juntos en el Palacio Divino de los Nueve Cielos, rodeados de un aura inmortal, enfrentándose día y noche y disfrutando de la compañía del otro.

La escena en su sueño era demasiado buena para ser verdad, con Yan Yuan amorosamente insistiendo en peinar su cabello y atándolo, y los dos coqueteando durante el día mientras las grullas inmortales volaban fuera del salón, sus voces cantando largas y fuertes.

La mayoría eran fragmentos, que parecían reales en el sueño e imaginarios al despertar. Tal vez porque lo pensaba cada día y lo soñaba cada noche, Xuan Long no le dio importancia.

El persistente grito venía de la orilla hasta el fondo del estanque, y Xuan Long gradualmente volvió en sí y finalmente se dio cuenta de que no era una ilusión, era Yan Yuan quien había venido.

Hu Le, que estaba poniendo los platos en la mesa, miró al hombre que estaba sentándose en la cama y dijo con duda: "¿Parece que alguien te está llamando?"

"No," Xuan Long se detuvo en su movimiento de levantar las cobijas, "te equivocaste."

Hu Le frunció el ceño y colocó sus palillos sobre el plato, esforzándose por escuchar, "Está claro que alguien lo hace."

Hubo un momento de silencio en la habitación.

Hu Le de repente comprendió algo: "¡Es ese emperador perro quien está aquí?!"

"......"

Al ver que Xuan Long no decía nada, Hu Le inmediatamente confirmó su sospecha, esbozando una sonrisa fría, "Qué bueno para él, el maldito emperador humano, no tuve que ir a buscarlo, pero él vino a mi puerta. Espera, voy a despellejarlo vivo para hacerte una sopa y que pruebe el dolor de arrancar escamas."

Tan pronto como Hu Le se dio la vuelta, su forma desapareció, y Xuan Long desapareció de la habitación inmediatamente después, deteniéndolo a mitad de camino, "No vayas."

Los dos estaban en medio del estanque, con peces nadando a su alrededor. Xuan Long había salido con tanta prisa que ni siquiera llevaba zapatos, su largo cabello negro como el cuervo esparcido detrás de él, su bata y su largo cabello flotando ligeramente con la corriente vívida, su rostro apuesto inexpresivo.

Hu Le lo vio en este estado y lo odiaba, "¿Por qué? Él te trató así, ¿realmente no lo resientes en absoluto?!"

Los labios de Xuan Long se torcieron ligeramente, "Si te muestras ante la gente, no habrá paz en el futuro."

"¡No cambies de tema! Solo lo estás protegiendo, lo sigues protegiendo incluso ahora." Hu Le apartó a Xuan Long, que estaba en el camino, y se alejó. "¡Voy a matarlo! ¡Odio a esos humanos inmundos! ¡Odio que mataran a mi hermano y ahora sigan lastimándote!!!"

"......" Xuan Long bajó la mirada y agarró a Hu Le por la muñeca.

Hu Le se volvió con los ojos escarlata, sus ojos originalmente eran azul hielo, pero ahora eran azul y rojo, aún más demoníacos, "Solo finge que no escuchaste nada."

"Ya no quiero tener nada que ver con él." Las pequeñas pestañas de abanico de Xuan Long bloquearon las intensas emociones bajo sus ojos, y la tristeza que lo rodeaba suavizó el corazón de Hu Le; este hombre claramente parecía fuerte, pero siempre era fácil hacer que su corazón doliera.

Hu Le frunció el ceño, retirando a regañadientes su muñeca de la mano de Xuan Long.

"No importa."

"Volvamos a cenar."

"Preparamos camarones a la parrilla y pescado a la parrilla para la cena, y también tenemos sashimi."